Publicada en Miradas al Sur el 20/09/2015





FÉLIX CROUS: “Este modelo de Corte no puede seguir más”


–¿Cómo recibió la renuncia del juez de la Corte Suprema 
Carlos Fayt?
–Como algo inevitable. Ya era una situación muy irregular que
alguien de 97 años siguiera al frente de un cargo tan importante
que exige una capacidad de atención y un vigor particular para
una actividad intelectual tan intensa. Sobre todo, habiendo
pasado por más de 20 años la barrera de los 75 años que prevé
la Constitución Nacional. La regla general es que a los 97 años
uno está muerto. La excepción es que esté vivo; con la declinación
de alguna de sus capacidades psíquicas o físicas. Hay ahí una
pregunta para hacerse sobre la capacidad de actualización, no
sólo intelectual sino también frente a la percepción general de
que el mundo se parece al de ellos. Y llevar un largo período
viviendo en el glamoroso 4° piso del Palacio de Tribunales,
probablemente te haga perder el contexto.
–¿Cómo lee políticamente esta renuncia?
–Esta Corte ya estaba integrada por muy poca gente y ahora
concentrará más poder aún en tiempos en que atravesamos un
período electoral de grandes complejidades –como se nota en
Tucumán hoy – y donde la Corte se irá transformando en un
actor especial. Que quede en una cabeza de tres miembros
semejante poder resulta desmesurado para un sector donde el
poder se debería equilibrar mejor. Ya dijo el Dr. Zaffaroni que
una Corte de tres miembros afecta la calidad de la República.
-Zaffaroni dijo también que la Corte necesitaría unos 15 
miembros…
– No sé si 15, 14 o 12, pero sin dudas otro modelo de Corte para
 un Poder Judicial que debe abordar problemáticas de un mundo
con conflictos cada vez más complejos que exigen cada vez más
especialistas. Este modelo de Corte no puede seguir más. No
resuelve nada en un tiempo razonable y, aunque ha cambiado
notablemente frente a lo que fue en el menemismo, no ha tenido
un liderazgo de democratización del Poder Judicial.
–¿Qué hace falta?
–Hace falta una reforma legal y tal vez una reforma constitucional
para definir todos los roles que caben a la Corte y al Poder
Judicial. Es más difícil lo segundo, pero hay que hacerlo. La
Corte necesita más miembros especializados con un abordaje
más ágil de los conflictos, tener un tribunal constitucional, una
sala constitucional que concentre los recursos de
inconstitucionalidad. Algo que hoy se ha banalizado absolutamente
 y cualquier juez puede resolver cualquier cosa, incluso inferir en
una política pública que se gestó con una compleja negociación
parlamentaria y están los otros dos poderes del Estado rehenes
del Poder Judicial. Estamos entrando en una etapa de desbalanceo
de los poderes, donde el Judicial ha logrado victimizarse
argumentando que su rol es poner límites a los otros poderes
del Estado, pero es el único que no se impone límites. Hay un
Poder Judicial desbocado que empieza a tener una actitud
desdeñosa del sistema representativo de gobierno. Porque
cuando el Ejecutivo desafía a los poderes fácticos, claramente
se transforman en garantes de esos intereses. Si la política
del Ejecutivo dejara de desa­fiar la concentración de intereses
de los súper poderosos, lo judicial perdería protagonismo porque
ya no serían necesarios sus servicios.
–¿Quiénes deberían sumarse a la Corte?
–Sin entrar en el terreno de las especulaciones, el sistema de
autolimitación que fijó el decreto de Néstor Kirchner obliga al
Ejecutivo a proponer un nombre a 30 días de producida la vacante.
La vida política necesita tener la altura y grandeza para que, en
el terreno parlamentario, en la negociación, aparezcan nombres
que permitan alcanzar la mayoría de acuerdo. No alcanza con
las calidades académicas de sus miembros para ser jueces de
la Corte. Tampoco con la trayectoria judicial. Hace falta ser un
hombre de Estado. Personas que tengan o hayan tenido, si es
posible, experiencia política para comprender y respetar lo que
significa el proceso de construcción de voluntades y el valor de
la gestión en cualquiera de las escalas. La mirada académica
puede ser una mirada idealista. Y la experiencia desde la política
da la experiencia del poder pero también de la frustración del poder.

1 Comentario


  1.  
    En realidad la composición actual de la Corte
    “puede” seguir, mas no debe continuar bajo el unicato
    de Lorenzetti; quien está convencido que el cargo que
    detenta* es un escalón previo a ocupar el Poder
    Ejecutivo; así se desprende de su libro El Arte de Hacer
    Justicia y de la utilización panfletaria de su figura que
    publicita desde la agencia noticiosa creada para
    informar a la población sobre el quehacer judicial.
    Ya es urgente, además de necesario volver a integrar la
    Corte con la totalidad de sus miembros activos, más
    teniendo presente los próximos retiros de Maqueda
    y Higgton (sea por razones de edad y/o de salud). A
    futuro sería de desear la ampliación del número

    conforme lo aconsejado por Zaffaroni.-