Publicada en Miradas al Sur el 16/08/2015






PASO

Revés para los barones del Conurbano






PASO | Revés para los barones del Conurbano
Antonio Daniel Di Sabatino, Raúl Othacehé, Mariano West y Darío Giustozzi.



Felipe Deslarmes| Las últimas Primarias Abiertas Simultáneas
 y Obligatorias (PASO) dejaron afuera a varios históricos
 intendentes y pusieron en relieve una vieja discusión sobre la
 proyección de cambio programático que se pregunta quién es
 el dueño de la política. Conquistar los votos de la provincia de
 Buenos Aires es determinante para ganar una elección
 presidencial, pero también para sostener una presidencia. En
 ese contexto, perdieron la interna (y no podrán competir por la
 reelección en los comicios de octubre próximo) históricos jefes
 comunales, entre los que asombró Raúl “Vasco” Othacehé, de
 Merlo; Darío Giustozzi, de Almirante Brown; Antonio Daniel Di
 Sabatino, de San Vicente y el barón de Moreno, Mariano West.


Segundos afuera
Othacehé, intendente de Merlo desde 1991, luego de su
 excursión al massismo fue castigado perdiendo las elecciones
 internas cuando su 40,66% nada pudo contra el 56,74% de los sufragios de Gustavo Menéndez, quien responde al candidato a
 vicegobernador Martín Sabbatella. Para peor, el Vasco fue uno
 de los primeros en apoyar la fórmula Domínguez – Espinoza,
 que perdió la interna de la provincia.
Otro que se fue, volvió y lo derrocaron fue el intendente de
 Almirante Brown desde 2007, Darío Giustozzi; uno de los
 principales dirigentes del Frente Renovador y uno de los
primeros en reiniciar la fuga en massa hacia el FpV. Cayó en la
 interna contra Mariano Cascallares, el jefe de bloque de
 concejales del FpV sciolista y titular del Instituto de Previsión
 Social bonaerense, que consiguió el apoyo de los vecinos en
 un 61,52% contra el 38,48%.
El partido de San Vicente tiene a otro de los históricos que
 deberán entregar la intendencia, Daniel Di Sabatino.
 Derrotado por el titular local de Anses, Diego “Chapu” Barralle,
 hombre del diputado nacional Andrés “Cuervo” Larroque, que
 obtuvo un 64,62% contra el 35,38% del actual jefe comunal.

Mariano West, el intendente que más ruido hizo, ya que con un
 estilo duro gobernó Moreno desde de 1995 a 2002 y fue
 nuevamente electo en 2011. Pero, esta vez, perdió la interna
 del FpV con un integrante de La Cámpora y jefe regional de
 ANSES, Walter Festa, que logró un 61% contra el 39% de los
votos suyos. En los totales del distrito, el FpV sumó el 47%
 contra el 28% del UNA y un 13% de Cambiemos.
La Matanza tampoco retendrá a Fernando Espinoza quien
 apostó su lugar para llegar a la vicegobernación de la
 Provincia. Intendente desde 2006, dejó en su lugar a Verónica
 Magario, que logró un 35,6% y tiene grandes posibilidades de
 ser la primera mujer en gobernar el municipio del que se dice
 que es una provincia dentro de la provincia, por la cantidad de
 habitantes y la importancia de su industria.

Jóvenes comprometidos
En Escobar, otro que huyó del massismo, Sandro Guzmán,
 perdió su espacio frente a Ariel Sujarchuk, líder del partido
 HACE y hombre cercano a Alicia Kirchner, que se impuso en
las cinco localidades del distrito, sumando un total de 42,37%
 de los votos, contra el 27,02% del candidato de Cambiemos,
 Leandro Costa; y el 18,03% del massista Luis Carranza. “Hoy
 le podemos decir a Cristina y a Scioli que Escobar cumplió”,
 sostuvo Sujarchuk, quien agradeció el apoyo incondicional de
los militantes con quienes viene trabajando desde las bases
 desde hace años.
En Hurlingham, otro histórico del Conurbano, Luis Acuña, ahora
 definitivamente massista (luego de que le impidieran el ingreso
 al PRO) y que dirige el municipio desde 2001, recibió un fuerte
 impacto al sumar apenas un 25,3% frente a los 39,9% de Juan
 Zabaleta, hombre de Amado Boudou en el Senado. Sin
 embargo, habrá que esperar que retengan esos votos en
 octubre para dar una definición a esa contienda porque no
 disputaban internas.
También dentro del Frente Renovador perdió Jesús Cariglino,
 otro peso pesado, quien luego de 20 años retuvo un 39,34%
frente al referente de Kolina, Leonardo Nardini, de 35 años, que
 obtuvo el 40,16%. En declaraciones periodísticas, Nardini
 aseguró que Cariglino “es un caudillo de la política que pasó
 por todos los partidos y que no tiene ideología”. Y que el éxito
 de su campaña se debió a que se concentraron en la gente y
 en que no priorizaron la campaña ortodoxa de guerra por
 carteles y pintadas algo que “terminaba generando violencia”,
 sino que prefirieron el encuentro personal con los vecinos
 proponiendo construir un gobierno participativo. “Nunca fuimos
 agresivos con el intendente local, sólo buscamos el contacto
 con los vecinos a través de charlas y de la presentación de
 propuestas nuevas”.
Por otro lado, el jefe comunal de San Miguel, el massista
 Joaquín De la Torre, fue superado por el FpV con el 41%
 contra su 31%. Allí, Franco La Porta, secretario de Servicios
 Públicos de la provincia, representará al FpV al imponerse en
la interna sobre Bruno Baschetti, el ex futbolista Carlos “Chino”
 Tapia y sobre el senador Claudio Coll Areco.


Ajustar la elección
En unas PASO donde los electores del partido de San Martín
 encontraban 23 opciones en el cuarto oscuro, un caso
 particular era el de Gabriel Katopodis, actual intendente de
 San Martín desde 2011, que se fue y regresó del massismo
 pero que logró retener su interna al derrotar al camporista
 Hernán Letcher y al sciolista Alejandro Phatouros. Enfrente, se
 situaba su predecesor en el cargo, Ricardo Leonardo Ivoskus,
 quien había sido electo por la Alianza Unión Cívica
 Radical/Frepaso (1999-2003), que fuera reelecto desde el
frente local San Martín con Honestidad y Trabajo (2003-2007 y
 2007-2011) y que ahora se pasó al PRO.

En Arrecifes, Tana Di Palma, del FpV, comenzó a cambiar la
 historia con su 27,90%, al superar en la interna a Daniel
 Bolinaga, otro intendente que retornaba al kirchnerismo, que
 había sido tres veces jefe comunal, que nunca había perdido
 una elección en 25 años obteniendo sólo un 20,01%.

El intendente de Azul, José Inza, perdió la interna del FpV
 donde se impuso Hernán Bertellys.

En Junín, la ajustadísima interna del Frente para la Victoria dio
 como candidato a intendente al concejal Gustavo Traverso,
 que superó a su adversario, Santiago Aguiar, por 3 puntos. El
intendente Mario Meoni terminó tercero con un 24%, detrás de
 Pablo Petrecca, el concejal del PRO y candidato del Frente
 Cambiemos, que logró un 37%, y detrás del FpV que se
 posicionaba segundo sumando un 31%.


Cambios de todos los colores
Otro de los históricos en retirada es el caso del radical Carlos
 Gorosito, que gobernaba Saladillo desde 1991 y perdió la
interna del frente Cambiemos con el ingeniero José Luis
 Salomón. Obtuvo 38,47% contra el 50,46% de Salomón. Allí,
 Cambiemos llegó al 75,69%, el FpV obtuvo un 20,35%, y UNA
 un 3,15%.
En Mercedes, aunque Juan Ustarroz, hermano de Wado de
 Pedro, fue el candidato individual más votado con el 35% de
los votos, las suma de las cuatro listas de Cambiemos logró el
 41%. Una definición picante para octubre.

En San Fernando, Matías Molle ganó la interna al histórico
 dirigente Osvaldo Amieiro por el 34% al 30%. Allí, el FpV logró
 un 28%, pero el actual intendente Luis Andreotti, de UNA,
 sostuvo el 38%.

Otro potencial éxito para el FpV se dará en Chascomús, donde
 el dirigente Gabriel Macchi sacó el 35% de los votos
venciendo a UNA, que logró el 29%, y a Cambiemos, con el
 27%.
En una Luján bajo el agua, el camporista Leonardo Boto salió a
 flote de la interna con el 59% sobre el 40% de su competidor.
 Allí, el FpV sumó el 41%, contra el 29% de Cambiemos y el
 19% de UNA.

En Morón, Hernán Sabbatella, hermano del candidato a vicegobernador, ganó las internas para reemplazar al
intendente Lucas Ghi. Pero tendrá un difícil trabajo en las
 generales para superar el 30% de Ramiro Tagliaferro, esposo
 de María Eugenia Vidal, la candidata a gobernadora del PRO.

En La Plata, los candidatos de La Cámpora salieron segundos
 donde el intendente Pablo Bruera resistió con el 55% el 44%
 de Florencia Saintout.

Un caso aparte es el de Lanús, donde Darío Díaz Pérez
 consensuó con el camporista Julián Álvarez, secretario de
 Justicia de la Nación, encabezar la lista de candidatos a
 diputados relegando su posible reelección. Álvarez logró
 superar en casi 7 puntos nada menos que al ministro de
 hacienda de la CABA, Néstor Grindetti, que ya venía peleando
 su lugar como intendente. El radicalismo el gran perdedor.


Luchar contra lo imposible y vencer
Llamó la atención que varios pesos pesados quedaran
 desplazados y también que jóvenes militantes ganaran varias
internas. Pero no debería darse por muerto a ninguno de estos
 barones, hábiles en el manejo de la supervivencia política. El
 pedido de cambio al que los opositores leían en las encuestas,
 evidentemente no era de rumbo, sino de algunas formas de
 hacer política, pero sin salirse del kirchnerismo. Aunque, como
 afirman algunos dirigentes, tal vez sólo sean tiempos de
recuperar un muy viejo axioma peronista que dictaba Evita:
“Con la ceniza de los traidores construiremos la patria de los
humildes”.


((Recuadro)) ¿Vale todo? Hipocresía a full
El tiempo de campaña abrió las puertas de la hipocresía de
 lado a lado. Las redes sociales dieron cuenta de esto cuando
la candidata a gobernadora del PRO, María Eugenia Vidal,
 publicó una foto propia caminando por el medio de una calle
inundada de la provincia donde se veía que las veredas no
tenían agua. Las respuestas son críticas que interpelan también
 a toda la sociedad. “¿No hay agua, ni calles de tierra para
 chapotear en las villas de la ciudad que no urbanizaron?
 Tampoco hizo cloacas ni dio servicios ni nada”. Y otra:
“Cuando se inundan son ‘pobre gente’ pero si cobran un plan
social son ‘vagos de mierda’.


Cuando es madre soltera es ‘una luchadora’ pero si cobra la
 asignación es una pendeja que se embarazó a propósito.
 Cuando es un anciano sin nada es ‘un pobre viejito’, pero si
tiene una jubilación sin aportes es injusto para los que sí
 aportaron. Cuando no tienen casa son una familia
 desamparada, pero si el Gobierno les otorga una casa son
‘negros que no compraron un ladrillo’”. Que las urnas inhabiliten
este tipo de maniobras.