Publicada en Miradas al Sur el 28/06/2015


ELECCIONES CABA 2015

Fuertes cruces en el debate televisivo


Es difícil definir si un debate determina un ganador, pero en el que
se cruzaron los candidatos a jefe de Gobierno por la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires más votados en las PASO hubo un
claro perdedor: Horacio Rodríguez Larreta, actual jefe de Gabinete
del PRO al frente del Ejecutivo porteño. Un candidato que se limitó
a negar toda acusación y hasta él mismo evitó pararse en la
gestión en curso “apostando al futuro”. Un futuro tan improbable
como las promesas incumplidas de su líder político, Mauricio Macri,
quien se había comprometido a hacer 10 kilómetros de subte por
año y, luego de ocho años de gobierno, se retira sin haber hecho
ni uno. En ésa vía se montaría Larreta al hablar de transporte
prometiendo mejorar la frecuencia de los trenes a menos de 3
minutos “como en la mayoría de las grandes ciudades del mundo”,
una frase que repetiría toda la noche.
Sin embargo, parecería no ser decisivo en la aceptación o rechazo
de los votantes el hecho de haber ganado o perdido un debate
televisivo; de la misma manera que parecería que cualquiera puede
decir cualquier barbaridad sin necesidad de mostrar fuentes válidas.
Mariano Recalde y Martín Lousteau, con estilos bien diferentes,
se centraron en criticar lo hecho por el PRO en el poder. También
valoraron algunas cosas aunque sosteniendo que debieron
hacerse de otra forma. Y también se cruzaron acusaciones entre
 ellos. Recalde hizo foco en su gestión en la recuperación de la
aerolínea de bandera, vaciada y destruida durante la década
del ’90, y en los logros del Gobierno Nacional a lo largo de los
últimos 12 años. Lousteau, apoyándose en su verborragia.
A cada chancho…
Desde su presentación, Larreta se mostró rígido y estructurado
al punto de parecer guionado. “Hola, yo soy Horacio; esposo de
Bárbara (saluda a la tribuna como lo hacen los conductores de
los programas para chicos) y el papá de Paloma y de Manuela.
Tengo el orgullo de ser parte del equipo que está transformando
la Ciudad de Buenos Aires. Seguramente me viste. Hemos
cumplido el sueño de muchísimos porteños.” Lo que siguió fueron
las frases de los slogans y campañas, entre las que abundaron:
 “siempre juntos”, “aprendimos mucho”, “seguir cambiando”, “equipo”.
El siguiente en presentarse fue Recalde, que subrayó que aunque
se tratara de tres candidatos, “sólo había dos propuestas”. Aludía
a que el PRO y ECO disputan internas a nivel nacional y
comparten programas y objetivos, que son contrarios 
ideológicamente a las que propone el Frente para la Victoria.
A su turno, Lousteau, muy descontracturado y con gran manejo
de cámara, buscó generarse un lugar por momentos reconociendo
gestiones de ambos, y por momentos cuestionándolos. Así,
comenzó cuestionando que no podía limitarse todo a si se era K
o PRO. “Eso anula la riqueza de la diversidad que tiene la sociedad”,
sostuvo, y agregó que “el PRO hace una lista de cosas que se
hicieron y lo reconocemos; el tema es que tuvo 30 mil millones
de más por año para hacerlo y finalmente: ¿estamos más
seguros, hay mejor Educación, Salud, la Ciudad está más limpia,
menos rota, menos desigual? Nosotros decimos que no”.
El primer bloque abordaba la temática Seguridad, justicia y
derechos humanos, pero se centró casi exclusivamente en la
utilización de las fuerzas de seguridad, y prácticamente no se
habló de Derechos Humanos, siendo que el PRO abandonó el
control de todos los sitios de memoria de la Ciudad que los pasó
a Nación luego de obstaculizar su funcionamiento, desfinanciándolos.
Mientras Larreta reclamaba que se unificara el control de las fuerzas
de seguridad indicando que había cuatro fuerzas realizando esa
tarea y que la seguridad de la Ciudad dependía de la Policía 
Federal, Recalde y Lousteau coincidieron en cuestionar la 
instrucción y conducción inicial de la Metropolitana, que se 
encuentra en mínimos distritos, tanto como su accionar represivo 
contra los vecinos y en el borda. “Buenos Aires se ha vuelto más
 insegura”, remarcó el candidato de ECO y subrayó que el mismo 
candidato del PRO reconoce que es así. Y el candidato del FpV 
remarcaba que desde la Legislatura “votamos una policía de 
cercanía, democrática; después de 6 años está en sólo tres 
comunas” que, lejos de ese objetivo “se la ha utilizado como fuerza 
de choque” y recordó que debió salir el Gobierno Nacional con la 
Gendarmería a ocuparse de la zona Sur, la parte más abandonada 
de la Ciudad.
En el bloque dedicado a transporte, un apabullado Larreta necesitó
del auxilio de los conductores para meter bocado frente a la
catarata de cuestionamientos que recibía por el elevadísimo
costo de los vagones de subte comprados que no entraban en
los túneles y que eran considerados chatarra por sus vendedores.
“Además de mal uso de la publicidad oficial, la obra pública es
cara y con amigos”, le dispararon. “Todos se acordaban de las
inundaciones en el Maldonado, y nosotros transformamos la bronca
de la gente en acción”, intentó el candidato del PRO al que parecía
no alcanzarle las instrucciones del publicista Durán Barba que
había asesorado a sus dirigentes en Córdoba sugiriéndoles “hablar
de la gente” y tener un “tono conciliador y basta de peleas” y que
debían “contar historias de gente común”. También pretendió
acreditarse a su favor “la adecuación de la Línea A”, cuando
fue el Gobierno Nacional quien los compró. Fue en ese bloque
que Recalde mostró que el PRO en el gobierno gasta, en la
gestión privada del subte “que sólo sirve a los porteños” y que
no realiza inversiones ni mejora el servicio, casi el mismo
dinero que se gastó en Aerolíneas Argentinas para unir todo
el país, recuperando la flota existente e incorporando nada
menos que aviones. Cuestionaba, así, la supuesta eficacia de
la gestión privada, tan venerada por el PRO. “La prioridad es
generar más frecuencia porque la gente no se puede subir.
Queremos renovar vagones y construir pasos a nivel para los
trenes. Nosotros podríamos haber comprado trenes para el subte
que sean nuevos, pero para mandar a pedirlos necesitábamos
dos años. Con estos tardamos sólo uno y le ahorramos mucho
tiempo a la gente”.
Educación
En el bloque sobre Educación, frente a un jefe de Gabinete que
negaba todo llevándolo al punto de parecer un negador serial
que repetía “no es así” incansablemente, Recalde le recordó que
la situación de los colegios es tan mala que se encontraban
tomados 13 colegios de la Ciudad. “Hay 1.300 millones de pesos
que se dejaron de ejecutar”, esgrimió el candidato kirchnerista y
 le señaló que se podrían haber hecho 80 escuelas y evitar “que
se queden chicos sin vacantes”.
Por su parte, el candidato de ECO agregó que “no son sólo las
tomas, hay setenta colegios con problemas”. Y fue el momento
en que mostró un gráfico donde acusó al jefe de Gabinete de la
Ciudad de reducir los presupuestos de Educación y Salud año
tras año, y de aumentar sólo el de publicidad.
“¡Miente!” acusó ofuscado Lousteau frente a un Rodríguez Larreta
que aseguraba que la mortalidad infantil había descendido un 9%.
“La gestión sanitaria es un desastre. Subió la mortalidad infantil y
los hospitales funcionan gracias al esfuerzo de los que trabajan ahí.
No puede ser posible que la comuna 4 de la ciudad más rica de la
Argentina tenga los mismos índices que el Chaco, que recibe mucho
menos presupuesto”, señaló.
Salud pública
El momento de hablar de Salud fue uno de los más incisivos en
todo el debate. “A contramano de los que sucede en el resto del
país, la mortalidad infantil subió en la Ciudad”, tras lo cual el
candidato de ECO intentó lanzarle un “como ocurre con el Hospital
Clínicas, al que el Gobierno Nacional redujo el presupuesto”. A lo
que Recalde recordó: “Ahí están tus amigos”, refiriéndose a la
conducción actual de la Universidad de Buenos Aires, de donde
depende el Clínicas.
Sintetizando, sobre el final, Recalde planteó como conclusión lo
que había sido el eje de sus argumentaciones: “Nosotros vemos
dos modelos de Estado: uno ausente y uno presente, que es el
nuestro. Uno que quiere privatizarlo todo y otro que quiere incluir
a la gente, que es el nuestro”.
Lousteau dijo pretender “una ciudad con verdadera autonomía
política independiente, moderna y equitativa” y mirando a cámara
pidió: “Mostranos con tu voto que te lo estás tomando en serio.
Tomate tu tiempo, meditalo”.
Curiosamente, Larreta agradeció a “todo su equipo” y fue
enumerando a todos los presentes de su partido, pero olvidó
nombrar a Gabriela Michetti (su opositora en las internas) que
estaba adelante de todos.
Al mismo tiempo que se realizaba el debate en TN, en el
programa Minuto Uno, que conduce Gustavo Sylvestre en
C5N, el periodista Alejandro Bercovich presentaba una
investigación que denunciaba malversación de fondos por
parte de José Luis Giusti, Emiliano Yacobitti y Gastón Ricardo,
ex funcionarios de la UBA ligados al equipo de campaña de
Martín Lousteau. Bercovich denunció amenazas después de
la emisión. Los trabajadores de Miradas al Sur nos solidarizamos
con él.

Debatir o no debatir (y dónde), esa es la cuestión
El debate se realizó a dos semanas de las elecciones generales
porteñas, en el programa A Dos Voces, del Grupo Clarín,
esencialmente porque fue el único lugar donde Larreta se sentía
cómodo. Y aunque Lousteau cuenta en su lista de candidatos
a la hija de uno de los conductores del programa en el que se
realizaba el debate, Recalde aceptaba que se realizara donde
y como fuera. También se debatieron en ese canal las internas
de ECO.
La semana anterior Lousteau había tuiteado un segundo video
en el que, cuestionando la negativa de Larreta de enfrentarlo,
decidía responder las declaraciones que había hecho en programas
 donde era el único entrevistado. Al cierre de este video titulado
“Hola Horacio 2”, que puede verse en youtube, habilitaba el mail
insistomasdebateyganamostodos@gmail.com para que Larreta
respondiera si levantaba el guante. Miradas al Sur intentó
contactarse desde ahí con el candidato de ECO para ofrecerle
también el espacio de la redacción y un lugar en el periódico
para exponer su propuesta y críticas, pero (así como critica de
su adversario del PRO) no respondió el desafío.