Publicada en Miradas al Sur del 14/06/2015



POR LOS MUNICIPIOS | Intendentes y poder central


POR LOS MUNICIPIOS | Intendentes y poder central
Es habitual entre los análisis políticos omitir la construcción
dialéctica del poder e insultan por igual a representantes y
representados al prejuzgar que la tan mentada fidelidad refiere
 a la existencia de prebendas, del tipo que fueran. “Tal o cual
 dirigente accede al poder porque les regala cosas a la gente”,
es una de las frases esgrimidas desde un supuesto sentido
común. Clientelismo leído en clave reaccionaria. Y enseguida
 hablan de populismo desatendiendo que la acepción que refiere
 a demagogia es un fuerte generador de conciencia de derecho,
 un habilitador de un nuevo posicionamiento.
Dos intendentes, fuertes referentes de distintos espacios no
peronistas dentro del Frente para la Victoria, brindaron su
opinión respecto de esa construcción y de cómo recibieron
la voluntad de abrir los brazos a quienes regresan del Frente
Renovador, luego de su estampida en Massa.

ENTREVISTA. LUCAS GHI. INTENDENTE DE MORÓN
Territorio y política
06-ghi












Con 35 años, Lucas Ghi es uno de los intendentes más
jóvenes del Conurbano. Llegó a la intendencia del municipio
 de Morón en 2009 sucediendo a Martín Sabbatella por el
mismo partido, Nuevo Encuentro. Respecto de los lazos
entre el poder territorial de los intendentes y el poder
central, Ghi sostuvo que “desde hace 12 años la política
 volvió a recuperar toda su capacidad transformadora, y a
 ser la experiencia y la interpelación que necesitan los
pueblos para ejercitar los poderes fácticos. Hoy es
impensable la política con liderazgos territoriales aislados
 del debate nacional”. Entiende que es acotado el poder de
realización o licencias que puedan tener aunque reconoce
que también “puede haber espacios liderados por otros
intendentes que se sienten parte un proyecto de país
distinto embarcados en otras expresiones”. Sin embargo,
 considera que la toma de conciencia política ha avanzado
 tanto en el pueblo que los vecinos le exigen al intendente
 que explicite su posicionamiento respecto de temas 
nacionales e incluso, internacionales, como puede ser qué 
piensa sobre cómo relacionarse con los bloques geopolíticos
 existentes, cómo relacionarse con temas de política 
económica como es el de los fondos buitre, o qué acciones
 debe ntomarse en materia de políticas de derechos humanos.
 “Todos estos puntos tienen su anclaje en el orden local. No
 podemos evitar meterlos en la agenda y limitarnos al 
Alumbrado, barrido y limpieza”, sostuvo Ghi.
–¿En qué se diferencia la independencia del Estado 
territorial con los ’90?
–En la década del ’90 había un Estado desertor, que se
replegó, que abandonó su propósito fundante para limitarse
a las funciones mínimas, o ni siquiera, bajo la premisa
perversa de que el mercado era el asegurador y garante
de los recursos. Las consecuencias ya las conocemos
todos. El mercado sin Estado, sin regulación, está claro
que lo único que hace es maximizar sus utilidades o
ganancias en detrimento de los intereses de las mayorías
populares, que no tienen defensas. La diferencia se ve
en el 2003, con la recuperación de las capacidades del
Estado, que debe ser fuerte, eficiente, moderno, y que
gravita positivamente la asignación de recursos y disputa
 con los poderes reales en defensa del interés mayoritario.
–¿Qué es positivo de la dependencia con el Estado 
nacional?
–La dependencia con el gobierno nacional es de estricta
naturaleza política. Nos sentimos parte de ese proyecto y
consecuentemente articulamos acciones que plasmen el
contenido ideológico desde la gestión. Cuando la política
de Memoria, Verdad y Justicia dejó de ser sólo un hecho
 protagonizado por un gobierno del Conurbano y pasó a
ser política de Estado, como ocurrió en nuestro municipio
 desde el primer día, pasó a ser para nosotros una prioridad
 articular nuestros esfuerzos con el Gobierno Nacional.
Lo mismo con las políticas de prevención en materia de
políticas de violencia de género. Existe dependencia política
porque tenemos una matriz común e ideológica que hace que
 después se traduzca eso en políticas públicas. Por supuesto
 que no todos los municipios tienen esa coherencia y hay
quienes sólo están simulando tener afinidad ideológica con
tal de lograr mejoras para el asfalto. Pero será la sociedad
 la que tenga que evaluar dónde hay un apoyo genuino y
una integración auténtica y qué proyecto de país, donde lo
que hay es una relación más de tipo clientelista o especulativa,
de las cuales ningún partido está exento.
–¿Y como ve que muchos de los que se alejan de Massa 
pretendan volver al FpV?
–La fuga de los dirigentes del Frente Renovador habla a
las claras de que hoy lo que se discute son proyectos de
 país claramente establecidos. Esta idea de que “un
poquito acá, otro allá, esto si y esto no”, no va. Están
 en juego dos grandes modelos de país bien contrastantes.
 A mí, como para la política en general, no nos resulta
 muy agradable que quienes dijeron barbaridades hasta
 hace 10 minutos, hoy estén pidiendo volver. Seria
genial que fuera producto de una reflexión profunda
con un posterior reconocimiento de una lectura equivocada.
 Pero creo que lo que hay es una especulación de
tipo electoral. Hoy, además de levantarle la basura todos
los días a la misma hora el vecino te exige que le digas
qué te pasa, de qué partido político sos, qué pensás de
los fondos buitre, qué pensás del tema de seguridad, qué
 pensás de la macroeconomía y de las relaciones
internacionales, si querés relaciones carnales con
EE.UU. o mejorar el Mercosur… todo eso. Hoy se
comprende la política desde un ámbito más complejo más
 amplio. Hay que entender la política territorial como parte
 de una política nacional. Y así como no hay política sin
territorialidad, tampoco hay territorialidad sin política.

*****************************************************************

ENTREVISTA. MARIO SECCO. INTENDENTE DE ENSENADA
Dentro del proyecto
06-Mario-Secco











El intendente de Ensenada gobierna el municipio desde el 2003.
Ingresó en la municipalidad hace 37 años, cuando comenzó
a trabajar como barrendero con solo 14 años. Con una clara
conciencia de clase y de organización obrera, llegó a liderar
su gremio durante cuatro mandatos consecutivos. Habló con
Miradas al Sur luego de una reunión con las juventudes
ensenadenses. “Nos pone muy contentos saber que nuestro
 proyecto político tiene resto”, dice al respecto.
–¿Cómo evalúa la relación entre el poder del municipio
 con el poder central?
–Si hemos podido transformar el municipio es porque el
Gobierno nos dio las herramientas. Qué triste es que
algunos se hayan perdido una posibilidad de transformación
 así, revolucionaria. Cuando asumí, teníamos una
deuda de tres presupuestos anuales completos. Y
los pudimos pagar en siete años, y batiendo récords
en obra pública, en salud, educación, cultura, deporte.
–¿Cómo se da la relación entre el poder central y el 
municipio?
–En el 2003, le gané al candidato de Néstor, que era el
 de Duhalde. Y antes de asumir, Néstor me llamó para
decirme qué quería hacer y para invitarme a que me
sumara a su proyecto. Acepté y me abracé a esa causa.
 Hoy, Ensenada es una fotografía de lo que fue la
transformación del país. A muchos intendentes nos
conduce Cristina Fernández de Kirchner, y si ella dice
que el candidato es tal, nos encolumnamos detrás de tal.
 Pero que no se equivoquen, que es ella quien sigue
conduciéndonos. No se trata de ser forros ni alcahuetes,
 sabemos respetar a quien nos conduce.
–Pero no siempre se puede estar de acuerdo con todo…
–Lógico. Tenemos 40 agrupaciones. Cuando decido algo,
 a la mayoría le gusta, pero algunas no coinciden. Y a
veces, algunos intendentes no interpretamos alguna
decisión de Cristina; pero ella es la que conduce.
–¿Y no se confunde lealtad o convicciones con 
obsecuencia o ceguera?
–Hablemos con casos concretos, así evitamos entrar
en discusiones de troskos que tiran un discurso
revolucionario en el café y después se van a dormir
la siesta. Y lo único que tienen es un discurso
revolucionario pedorro. Me tocó conducir la Ensenada
del movimiento obrero movilizado en el Ensenadazo,
en medio del Argentinazo, consecuencia de los años ’90.
 Y a mí no me lo cuenta nadie, yo tenía 12.000
compañeros expulsados de las fábricas. Había
compañeros que se quitaban la vida, familias que
se rompían, se destruía la comunión social. ¿Sabés
lo que era un trabajador cuando lo echaban a la
mierda y se te arrodillaba llorando para pedirte laburo?
 En la década del ’90 pasé más tiempo secando lágrimas
 y dando platos de comida que ofreciendo trabajo. Hoy
Ensenada tiene un nivel de desempleo por debajo de la
 media nacional, se reabrieron fábricas y se multiplicaron
 los trabajadores. Hoy entran al municipio más de 10 mil
 trabajadores por día de otras ciudades, es decir que 
no sólo comen los ensenadenses sino que come la región.
–¿Y en el plano sindical?
–En los ’90, recorría los sindicatos y estaban cerrados
o atendían en la parte de abajo con una oficinita y un
escritorio porque no podían pagar la luz. Casi no tenían
afiliados. Ahora hay 6 millones más de trabajadores
sindicalizados; las obras sociales tienen guita para dar
 respuesta a los compañeros… Me molesta escuchar
a plagas como Barrionuevo, que no hicieron nada por
 los trabajadores, como cuando escucho a cierta
dirigencia de mierda, que se olvidan dónde estábamos
 hace 10 años atrás.
–Hay quienes caracterizan de alcahuetes a los 
intendentes que apoyan este proyecto…
–Entiendo al militante que acompaña a quien conduce,
 y que puede equivocarse, y se tiene que bancar una
mancha negra por algunos que vendieron el patrimonio
nacional. Pero no me la agarro con los militantes; me
la agarro con los que condujeron, con los que nos
vendieron, con los Menem, con los De la Rúa, con los
Cavallo, que fueron los que metieron el gancho para
semejante salvajismo. Me meto con los que bancaron
 la timba financiera internacional y les dieron lugar a estos
 buitres que comían obreros, con los de la Sociedad Rural,
 a quienes habría que investigar más, con el sindicalismo
 barato que busca el beneficio propio y no el del pueblo argentino