La memoria que interpela el presente
Medio izq.: Pablo Bertín// Medio der.: Ernesto Alonso// Abajo izq.: Sergio Vainroj// Abajo der.: Luis Giannini. Un tema interminable, inabordable en su totalidad y que invita a repensarse, en todos los sentidos posibles.
La invasión de las Malvinas por parte de los ingleses es útil para la civilización y el progreso”, había escrito, el 28 de diciembre de 1842, Domingo Faustino Sarmiento en el diario El Progreso, de Chile, según revela Roberto Bardini en “Mercosur: El pensamiento único y Domingo Faustino Sarmiento”.
Casi 100 años después, un volante de Forja utilizado para publicitar un acto (el 9 de diciembre de 1937) en el que Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz repudiaron la instalación de un monumento a Canning, decía: “Cien años después, la obra de dominación inglesa ha quedado completada y perfeccionada: ingleses son los medios de comunicación y transporte. Inglesas las empresas monopolizadoras del comercio exterior. Inglesas en su mayor parte las empresas de servicios públicos. Inglesas las más grandes estancias de la República. Inglesas las mejores tierras de la Patagonia. Inglesas todas las grandes tiendas. Inglesas todas las empresas que rinden dinero y están protegidas por el Gobierno Argentino. Inglesas son las voluntades que manejan la moneda y el crédito desde el Banco Central. Inglesas son las directivas a que obedece nuestra política exterior e interior. Inglesas ‘son’ las islas Malvinas y las Orcadas. Los designios de Canning se han cumplido. Los negocios ingleses se han conducido y se conducen con ‘habilidad’. ¡POR ESO CANNING TIENE UNA ESTATUA EN BUENOS AIRES! Ciudadano: Reflexione que tal esclavización de un pueblo [...] operada arteramente durante un siglo por Gran Bretaña, sólo ha sido posible por la permanente y traidora entrega del país, realizada por nuestra oligarquía. En consecuencia, nuestra lucha de argentinos debe ser doble: contra el enemigo extranjero que invade y contra el enemigo de adentro que entrega”.
Pensar Malvinas. Si la historia es una progresión de sucesos públicos, un fenómeno social que da cuenta de lo pasado, que da significado al presente y, de alguna forma, crea las bases del futuro, cada 2 de abril (¿solamente?) existe la posibilidad de pensar si Malvinas es un reclamo de soberanía, una excusa para pensar la Nación, una fuente de riquezas naturales, un gran negocio; si es territorio europeo, argentino o latinoamericano, si defenderse de quienes ocupan un territorio no cuestiona respecto a la retirada forzosa que se hizo de los pueblos originarios, si es el imperio estableciendo bases en puntos geopolíticos estratégicos. Pero además, ¿es Malvinas la muerte de los pibes de 18 años que sufrieron padecimientos innecesarios impuestos por sus propios jefes? ¿Sería lo mismo hablar de Malvinas si los hubieran tratado bien, les hubieran dado de comer y hubieran tenido equipos como para perder la guerra de otra forma? ¿Es acaso un manto de neblina de héroes para ocultar a miserables torturadores? Y desde el plano histórico, ¿fue ése el verdadero detonante del descrédito de las FFAA que permitió la recuperación de la democracia? ¿No podría desprenderse que tal maniobra fuera un (desmedido) elemento distractivo de los reclamos sociales que empezaban a explotar? Es también el reclamo por las 123 tumbas que falta identificar, otro paso que la voluntad política se comprometió a saldar el 2 de abril de 2012, cuando la Presidenta sorprendió a los veteranos comprometiéndose a hacer las gestiones necesarias para identificar a esos soldados.
Malvinas hoy, en un nuevo contexto latinoamericano y mundial, tal vez sea todo eso junto, tal vez sea una excelente oportunidad de repensar la Argentina como país y tal vez sea mucho más. Como en una wiphala, el tema Malvinas abre un mosaico de colores.
Diplomacia. Mediante el decreto presidencial 2250/2013 se creó la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes en el Atlántico Sur. El 6 de enero, el canciller Héctor Timerman puso en funciones a su titular, Daniel Filmus, quien, este miércoles, se entrevistó, en el Vaticano, con el papa Francisco interesado en conocer la marcha de las negociaciones por Malvinas. “El papa Francisco insistió en la necesidad de avanzar en la búsqueda del diálogo y yo le manifesté justamente que, para el gobierno argentino, la única alternativa era seguir trabajando en el camino del apoyo al diálogo bilateral con el Reino Unido”, dijo Filmus a Télam, y cuestionó el “doble estándar que se plantea cuando se analizan este tipo de casos” (ver nota relacionada de Walter Goobar).
El Papa también se encontró en la audiencia pública con un grupo de ex combatientes y familiares de caídos en la guerra que le pidieron mediación en la solicitud de la construcción de un santuario en el cementerio de Darwin en la isla Soledad. Estos encuentros se produjeron previo al encuentro del Papa con la reina Isabel II de Inglaterra, proyectado para el 3 de abril.
La actividad de Filmus al frente de la secretaría resulta intensa, sea en las gestiones diplomáticas del reclamo, sea respondiendo al ministro británico para América latina, Hugo Swire, quien osó plantear que “la política de la República Argentina de exigir que se cumplan estrictamente las resoluciones de las Naciones Unidas para resolver la cuestión de la soberanía de las islas Malvinas a través del diálogo bilateral con el Reino Unido está destinada al fracaso” y al mismo tiempo invita a dialogar por los recursos naturales de la región.
En debate. Entrevistado por Eduardo Anguita para el programa La historia en debate, que se emitirá el próximo miércoles 2 de abril a las 22 por CN23, el general (R) Martín Balza, quien peleó en la guerra de Malvinas mucho antes de ser jefe del Ejército, sostuvo: “La guerra es una tragedia. Nadie gana. Se ponen al descubierto grandezas y miserias de cada uno de nosotros: valentía, miedo, solidaridad o egoísmo. Malvinas fue una causa justa en manos bastardas”. En la nota, el actual embajador en Costa Rica reveló que la imprevisibilidad de la guerra se notó desde el principio: “Yo estaba en Paso de los Libres y me enteré por un suboficial que había escuchado por la radio que habíamos recuperado las Malvinas. Y menos de una semana después supe que ‘me enviaban al sur’ ”. No dudó en calificar de incapaces a quienes creían que Inglaterra no iba a reaccionar o que Estados Unidos no apoyaría al único gobierno conservador que tenía de aliado en Europa. “El Gobierno está ahora haciendo lo correcto. Insistir por la vía diplomática en la OEA, en la Celac, en Unasur y en cada organismo internacional”, afirma en la entrevista y cuenta que en un libro de próxima aparición por editorial Atlántida con sus memorias puntualiza: “El general Mario Menéndez –un inútil emperifollado y biotipo de oficina– carecía de aptitudes de mando. Impartió órdenes que no fueron acatadas. Su presencia en el frente de combate brilló por su ausencia. Se subordinó psicológicamente a Jofre, su subordinado, quien no se privó de llevarse un Ford Falcon, que a la postre utilizaría el general inglés Jeremy Moore”.
Reclamo. Desde 2008, Plaza de Mayo es el escenario donde un grupo de unos 400 ex combatientes, en una carpa donde se van turnando, reclaman ser reconocidos como veteranos de Malvinas. Sus pedidos son rechazados desde todos los ámbitos y hay para quienes se trata de oportunistas o de gente desinformada que ha sido fogoneada por quienes les han hecho creer que su reclamo tendría lugar. En el ambiente de los ex combatientes suele decirse que “no porque trabajes en la NASA sos astronauta; sólo si saliste en una nave lo sos”. La resistencia se debe a que consideran que “la torta es una sola” y que es necesario que quienes fueron víctimas de la guerra reciban todo el apoyo económico y profesional que les fue negado durante años hasta que Néstor Kirchner les otorgó una pensión que les permitiera hacer frente a sus necesidades. Fueron cerca de 14 mil los soldados que pelearon en Malvinas y son cerca de 22 mil quienes hoy cobran pensiones.
Monumento. Con el objetivo puesto en contar la historia completa de Malvinas, la segunda mitad del año sorprenderá a los porteños con la inauguración del Museo y Memorial Malvinas, en la ex ESMA. La licitación había sido lanzada por la Secretaría de Obras Públicas en abril de 2012, bajo el expediente 034466/2012 con un presupuesto original que rozaba los $ 70 millones de pesos que habría ascendido a $ 90 M y que ganó la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que conformaron Caputo SAICyF, SES SA (que controla el empresario Nicolás Caputo) y el Grupo Farallón Desarrollos Inmobiliarios SA.
Muestra. Del 31 de marzo al 4 de abril, en el Salón de las Provincias del Honorable Senado de la Nación (Hipólito Yigoyen 1849, 1°piso, CABA), se expondrá la muestra itinerante Malvinas, Paisajes de mi tierra.
Pablo Bertín
Ex combatiente. Medalla de honor
En la guerra nadie paga los muertos. Hay que investigar y diferenciar entre decesos por congelamiento, hambre o asesinato de su propia tropa. Muchas familias que vivían precariamente no han reclamado. A muchos les cierra la fábula de que todos murieron combatiendo. Los militares no explicaban las muertes a los familiares, y muchos dudábamos entonces sobre dar detalles que pudieran herir a los parientes. De algún modo, la muerte heroica reconforta, aporta una visión épica. La mayoría de los combatientes eran del interior. La defensa terrestre se realizaba en círculos concéntricos a la casa del gobernador, donde los primeros en contacto con el enemigo eran del interior. No querían que se sumaran a las rondas de la Plaza de Mayo los padres de los muertos en la guerra. Jamás se publicaron las listas con la cantidad de soldados que fueron a Malvinas. El ex presidente de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, Héctor Omar Cisneros, fue miembro del Batallón 601. Hoy hay voluntad política local, pero a Inglaterra le conviene tener bases ahí. Hay que generar un bloque comercial en la región importante, como para negociar con Gran Bretaña.
Ernesto Alonso
Ex combatiente. Responsable Cecim
“Malvinas hoy tiene que ver con la plataforma continental, con los recursos naturales, con la proyección hacia la Antártida y es la militarización del Atlántico Sur, que viola resoluciones de la ONU. Malvinas hoy es mucho más que aquella guerra, es el futuro de las nuevas generaciones y es una causa global regional en contra de este doble estándar que tienen algunos países como Gran Bretaña. No es un problema sólo de la Argentina, sino de toda la región”. Alonso recuerda que estaba a pocos días de dejar la colimba cuando postergaron su salida. “Nos acuartelan en la ciudad de La Plata, en el Regimiento 7, y los militares nos empiezan a bajar línea de que posiblemente íbamos a tener que reprimir las marchas que reclamaban ‘Pan, paz y trabajo’. En La Plata era común ver los camiones del Ejército patrullando. En el Regimiento 7 tuvimos que soportar a muchos militares que se comportaban como nuestros propios verdugos. Estoy hablando de delitos de lesa humanidad cometidos contra soldados en Malvinas, vejámenes, torturas, estacamientos, porque los soldados estaban famélicos. La Justicia tiene una deuda pendiente. En Malvinas, hubo muchos represores conocidos. El primer militar muerto, Carlos Hidalgo Garzón, era un apropiador de bebés, de Laura Catalina de Sanctis Ovando.
Sergio Vainroj.
Ex combatiente.
“Malvinas es hoy un orgullo y mucho agradecimiento porque me ha permitido crecer y valorar la vida de manera muy especial. Y no hace mucho que puedo decir esto. Los primeros veintitantos años de posguerra fueron de dolor y culpa por los que no volvieron.” Pianista desde los 15, Vainroj no supo que iba a Malvinas hasta que vio las islas por la ventanilla del avión. Ser judío implicó para él un padecimiento adicional. “El antisemitismo en los jefes militares fue una suerte de ‘tradición’ heredada de la Segunda Guerra Mundial. Muchos compañeros, sólo por ser judíos, padecieron un maltrato tanto verbal, moral, psicológico y físico insoportable”. De prisionero en el Gamberra, pidió a sus captores le dejaran tocar el piano; y estaba tocando Bach, Piazzolla y hasta temas de los Beatles cuando respondió el pedido de tocar el Himno Nacional Argentino. “Después de bailar 64 días con la muerte, no me importó nada”. El Himno quedó inconcluso cuando todos se pusieron de pie dispuestos a dejar la vida en ese canto. Hace poco, Vainroj saldó una deuda musical: escribió “Soldado bueno”, un tango sobre la guerra de Malvinas.
Luis Giannini.
Vicepresidente. Com. Vet. no Reconocidos
“Nuestro reclamo empieza en los ’90 por un tema de presupuesto y un arreglo cívico militar, donde se hace una ley pero donde las Fuerzas Armadas no elevaron los nombres de todos los que fuimos partícipes. Quedamos afuera, por la falta de padrones de las Fuerzas Armadas. Reclamamos porque nosotros estábamos en el Teatro de operaciones del Atlántico Sur (TOAS), dentro del Continente. Debíamos controlar el litoral marítimo patagónico. El padrón es de 18.000 soldados y las Fuerzas Armadas no lo hicieron nunca. Nosotros somos 400 ex combatientes que estamos reclamando desde hace seis años. Plantar bandera en la Plaza emblemática fue para concientizar. Tenemos apoyos de organismos de derechos humanos y de otros espacios. No se trata de dar un reconocimiento a quien no estuvo. En el continente hubo 17 bajas de compañeros nuestros, no podemos seguir siendo NN. El 2 de abril de 1982 nos marcó la vida. De ser pibes con un montón de proyectos llegamos con una mochila que no descargamos nunca más.”
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