Publicada en Miradas al Sur el 24/11/2013

Los cambios políticos desde todos los ángulos
La opinión del analista Ricardo Rouvier de los intendentes del Conurbano Darío Díaz Pérez y Mario Secco, y del diputado por el FpV y referente del movimiento Evita, Fernando Chino Navarro respecto del regreso de la Presidenta y los cambios en el Gabinete nacional.
      
Ricardo Rouvier./ Mario Secco./Fernando Chino Navarro./Darío Díaz Pérez.
Momento clave
Ricardo Rouvier
Sociólogo
El Gobierno está en un momento clave de su gestión, y obviamente, esto involucra también al kichnerismo. Esto no significa un callejón sin salida, ni un momento final; pero, sí es un tiempo de decisiones. El frente económico-financiero y el frente político presentan turbulencias y tareas a desarrollar. El horizonte muestra nubarrones en cuestiones de coyuntura y estructurales que el kichnerismo en su reformismo puso más al desnudo. El estrangulamiento del sector externo repite un síntoma de la economía nacional desde hace décadas, que refuerza la necesidad de la sustitución de importaciones, el aumento de las exportaciones y un tipo de cambio acorde. Los subsidios y las tarifas están siendo observadas por el gobierno. El maestro Aldo Ferrer en varias notas advierte sobre el cepo al dólar, la baja de reservas del Banco Central y la disminución del superávit primario, al mismo tiempo que desestima cualquier calamidad.
La inflación es una planta depredadora, que requiere ser controlada, no desde el Rodrigazo liberal, pero sí desde una visión heterodoxa.
Y queda la gran cuestión política sobre la garantía de continuidad del kichnerismo como proyecto político, considerando que cualquiera sea dicha continuidad, siempre significará una pérdida respecto del original, a lo fundacional. Justamente, hay que evitar la brecha de lo diferente, achicar distancias para que el modelo siga vigente, no en el retórica sino en la realidad. Esto requiere de mucha arquitectura política además del nombre del elegido o la elegida.
La Presidenta ha comprendido claramente el desgranamiento electoral del 27 de octubre y fortalece el Gobierno, para sostener el proyecto. El gabinete elegido tiene mayor densidad que el anterior; el recambio más importante es la designación de Capitanich a la Jefatura de Gabinete, porque es el nombramiento de más claro sentido político que lanza varias señales: una dirigida a los gobernadores distinguiendo a un par justicialista en un lugar significativo; otra, estableciendo un puente con el PJ institucional; puente que estaba poco transitado desde el fallecimiento de Néstor Kirchner. De este modo, la Presidenta, luego de la elección del 27 de octubre, reagrupa la tropa, mantiene al peronismo detrás suyo, y evita su atomización que favorece a las alternativas de centro derecha.
Otra señal es para Scioli que recibe el mensaje de que no es el candidato único del kichnerismo; y que de aquí en más hay un espacio competitivo. La conducción económica se había vuelto insular en nuestro país, y eso debilitaba al proyecto como conjunto racional y colectivo de políticas. La elección de Kicillof supone centralizar en su figura la política económica, sobre la cual sobrevolará también el jefe de Gabinete. Y la elección del Ministro de Agricultura consolida la experiencia y lo profesional; ahora abrirá el diálogo con los actores. Los productores más grandes vuelven sobre la pretensión de anulación de las retenciones.
Estos últimos días, nuevamente la Presidenta ha ocupado el centro del ring, y las expectativas públicas concentran su mirada sobre lo que el Gobierno va a hacer. Las semanas de licencia presidencial habían marcado un vacío que no podía llenarse. En el tiempo, esto generaba incertidumbre. Las tareas por realizar son múltiples, y sobresalen, más allá de las urgencias económico-financieras, las políticas, que tienen que ver con la continuidad en la búsqueda de los objetivos estratégicos que superan el 2015. Estrategia y táctica están en plena tensión. Senderos y caminos en función de una meta que acaba de ser ratificada por la Presidenta. Desafíos y respuestas, luchas sobre el final o la continuidad del ciclo. Éste es un momento estratégico, como decíamos al comienzo, y de gran dinámica en el escenario político: el futuro está en disputa..

Entrevista. Mario Secco. Intendente de Ensenada
Una gran pelea por delante
Por Felipe Deslarmes
–¿Cómo recibió los cambios en el Gabinete nacional?
–Nosotros lo tomamos a esto con la madurez que tenemos que tomar, entendiendo que los compañeros cumplieron un ciclo, una etapa y que tienen que cumplir otra función. Somos agradecidos de todo lo que hicieron y también vamos a darle la bienvenida a los compañeros que hicieron méritos para estar a donde juraron y desde donde van a estar desarrollando este proyecto; les deseamos el mayor de los éxitos para que el país siga adelante. Estos compañeros nuevos aportan nuevo oxígeno al Gobierno. Vienen con todas las pilas puestas porque tienen ganas de demostrarse y eso está bárbaro, al menos, para los que todos los días remamos desde cada distrito y defendemos nuestro proyecto nacional. Defendemos nuestro proyecto sin pensar en un “Plan B” ni nada por el estilo. Nosotros quemamos las naves por convicción absoluta, cuando algunos que juegan a la “cinturita” del “hoy estoy, porque están, y por eso estoy con ellos”. Yo apuesto a la profundización, como dice Cristina, que es quien a mí me conduce… y nadie más. Los que todos los días remamos para que este país siga creciendo, nos ilusionamos tremendamente de que siga bajando la desocupación, de que luchemos por parar la inflación, que nos permitirá volver a ese ciclo espectacular de los mejores años del kirchnerismo, cuando crecimos de una manera brutal, por encima de cualquier año de la historia del país. Estos 10 años del kirchnerismo, sólo se pueden comparar con la década del ’45 al ’55, cuando gobernó el General Perón. No hay otra década igual de crecimiento de 10 años consecutivos con recuperación de derechos… Nosotros somos estatistas; decimos que el Estado tiene que manejar los destinos del pueblo y no los cuatro vivos vinculados con multinacionales como si fuera su negocio. Eso es lo que enfrentamos. Los mismos que quieren manejar la comunicación, los de la timba financiera, los de los bancos internacionales, que siempre están boicoteando nuestro modelo económico y que hasta quieren manejar la Justicia. Tenemos una gran pelea por delante con todos los monopolios para defender al pueblo argentino.
–¿Por qué decide Cristina ponerlo a Capitanich como jefe de Gabinete?
–Porque es un gobernador exitoso, de gran apoyo popular, y un compañero que se luce por sus conocimientos de economía. El foco estará en la economía y en la seguridad. Porque hay cosas que ya se han solidificado, como en Educación, que tiene un presupuesto que nunca tuvo. Como la asistencia que aporta la Asignación Universal por Hijo, la recuperación de las jubilaciones arrancadas a las AFJP de las garras de los vivos de siempre. Es mucho lo que se ha logrado para la inclusión y vamos por más. Entonces, cuando ahora la gente puede pedir mejorar un poquito más la economía y la seguridad, se puede. Son temas en los que todavía falta ajustar, pero que el pueblo argentino sabe muy bien que los únicos que pueden hacer eso están en el kirchnerismo.
La economía, en definitiva, como un garante de la soberanía…
Por supuesto. Pero aparte vamos a decir que la Presidenta de la Nación fue muy clara cuando dijo: “Uno puede tener ideas, el tema es llevarlas a la práctica”. Muchos tienen un montón de ideas y dicen un montón de huevadas, pero después, ¿qué llevan a la práctica? Si cuando les toca gobernar funden al país, nos saquean en la cara a los argentinos… Cuando tienen que gobernar hacen la de ellos y cubren a estos grupos de vivos. Y nosotros no; nosotros llevamos a la práctica lo que quiere el pueblo argentino.
–¿Le dolió que se fuera Moreno?
–Por supuesto. Y no solamente a Guillermo, a quien aprecio muchísimo. También me dolió la salida de Juan Manuel Abal Medina, de la compañera Mercedes Marcó del Pont. Moreno era el que más expuesto estaba. Guillermo es un militante brillante… nadie puede sacarle eso a Moreno. Para mí, como militante, es un verdadero maestro. Dejó bien claro a la juventud cómo se juega, haciéndose cargo y no llorando por ahí diciendo que “me mandó la Presidenta”. Guillermo Moreno se hizo cargo de todo y ha dado una muestra espectacular al resto de los militantes. Para hablar de él, hay que sacarse el sombrero.

Entrevista. Fernando Chino Navarro. Diputado.
“Este proyecto sólo puede avanzar”
Por Felipe Deslarmes
–¿Cómo vio los cambios en el Gobierno Nacional?
–Desde que nos encontramos con Néstor Kirchner, y luego con Cristina, tenemos el absoluto convencimiento de que, más allá de los vaivenes de la coyuntura, éste es un proyecto político que sólo tiene una posibilidad: avanzar. Y luego de los resultados electorales, alguna modificación se iba hacer, más allá de que creemos que es importante tener un análisis de por qué se produjo esa pérdida de votos. Nunca vacilamos ni dudamos respecto de que Cristina Fernández de Kirchner como Presidenta iba a seguir avanzando en la dirección que se inició el 25 de mayo de 2003: construir un Estado política y económicamente más justo. Es decir, más mercado interno, más consumo, más y mejor trabajo con mejores salarios y más industria nacional. Un Estado para 40 millones de personas, pero que no es neutral cuando hay situaciones de conflicto o tensión entre los distintos sujetos y actores de la vida política de perspectiva nacional, siempre en defensa de los intereses de la mayoría de los trabajadores, de los más humildes y de los sectores medios.
–En ese contexto, ¿cómo cree que afecta a este proyecto la salida de Moreno?
–Primero, quiero expresar un claro reconocimiento a los compañeros que han dejado sus funciones, desde Juan Manuel Abal Medina, a Mercedes Marcó del Pont, Norberto Yahuar, Hernán Lorenzino, Guillermo Moreno y los compañeros que trabajaron junto a ellos conformando los respectivos equipos. Hicieron una tarea valiosa y reconocida. Y en la política, como en la vida, a veces hay que adaptarse a nuevas realidades, a nuevos desafíos. En ese sentido, la Presidenta ha tomado decisiones que compartimos. Ha conformado un equipo económico homogéneo, con un ministro joven, que sabe, que tiene una clara determinación de que la economía tiene que regirse por políticas que tengan que ver con la inclusión y la distribución de la riqueza, más allá de las medidas macro que deban tomarse o corregirse, pero siempre con el foco puesto en la distribución de la riqueza y en la inclusión. Capitanich es un jefe de Gabinete que tiene peso político, que tiene historia de gestión y que hizo bien al peronismo. Tiene experiencia y hoy puede apuntalar la tarea de la Presidenta, dialogando, actuando con todos los sectores que se encuentran en el seno del Gobierno y con todos los actores que están por afuera. En Agricultura, ha puesto a un hombre con una vasta experiencia en todo lo que tiene que ver con el quehacer del sector como lo es Casamiquela. Es un equipo muy sólido. Que en el Banco Central haya puesto a Fábrega me parece que es importante, porque además de ser un hombre experimentado en el mundo financiero, tiene una especial vocación por direccionar la línea de créditos hacia las pymes, hacia los sectores de la producción nacional.
–¿Cómo recibió la noticia de que se abriría crédito, pero exclusivamente para obra pública?
–Es la continuidad de política que llevaron adelante Néstor y Cristina. Siempre hemos recibido dinero de organismos multilaterales, pero dirigido no a la especulación financiera, entrando en el juego financiero de los organismos, sino para apuntalar la política de desarrollo, de producción y de obra pública. Estamos plenamente de acuerdo.
–¿Qué expectativas tiene respecto de los próximos dos años?
–Se escribieron tantas canalladas, tantas mentiras, tantas calumnias respecto de la salud de la Presidenta… Y volvió con la determinación, el compromiso y el valor para tomar las decisiones que tuvo siempre cuando lo requiere la Nación. Ya desde antes de que volviera, decíamos desde el Movimiento Evita que “lo mejor está por venir” y que por primera vez, en 160 años, los sectores populares tenemos la posibilidad de poder construir, de poder parir en el seno del nuevo proyecto, la continuidad, la referencia, para que, a partir del 2015, continúe este proyecto político que inició Néstor y continuó Cristina.
–¿Cuáles considera que van a ser los desafíos del Movimiento Evita en este nuevo escenario?
–Acabamos de terminar el 4º Congreso Nacional que se realizó en la Universidad Nacional de San Martín, donde participaron más de 2.200 compañeros que ofrecieron documentos respecto de la situación nacional. De dónde venimos y dónde estamos es tema de debate permanente. Miles de compañeros en cada rincón de la patria, porque el Movimiento Evita es una fuerza federal, seguimos trabajando, corrigiendo lo que haga falta porque, como fuerza, tenemos cosas para corregir porque cometemos errores, porque en el día a día de la política no siempre son todos aciertos. Hemos decidido profundizar el rumbo que venimos llevando adelante desde 2005, cuando nos constituimos como fuerza, como agrupación, como organización, como movimiento político. Estimulamos el espíritu crítico porque estamos convencidos de que la política lo requiere. Debemos seguir trabajando, afianzando la fuerza, basándola siempre en los sectores más humildes. Por eso estamos desarrollando, y con muy buen resultado, la producción de tierra para que las familias humildes que no califican porque están fuera de la economía formal, también puedan acceder a su lote y construir su vivienda. Tenemos dos experiencias muy importantes en La Matanza y en Córdoba, llevadas adelante por los compañeros. Trabajamos en los barrios más críticos para sacar de la esquina a los jóvenes que no trabajan ni estudian, y defenderlos de caer en la droga y en la ilegalidad. Enfrentamos con franqueza, y con mucha agresividad, junto con los estamentos del Estado, al trabajo informal. Debemos consolidar la Central de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que ya está integrada por el Movimiento Evita y por muchas otras organizaciones, muchas oficialistas y otras que son críticas, pero con un objetivo común: dignificar al trabajador informal, darle más derechos y transformarlo en un trabajador con dignidad. Por supuesto esto articulando con el Estado Nacional, Provincial y Municipal. Tenemos que avanzar en la formación de los compañeros. Necesitamos una política más firme respecto de los sectores medios, porque muchos de éstos están con este proyecto y a veces el Evita no tiene una mirada clara al respecto; precisamos distinguir quiénes están con la Patria y quiénes oscilan entre apoyar cualquier política antipopular (a veces por falta de información) y enfentarlas. Hay que continuar y mejorar el desarrollo de los centros de estudiantes, de las organizaciones obreras en las fábricas, impulsar una mesa política que cuente con el compromiso de intelectuales, pensadores e investigadores para darle más volumen a nuestras propuestas, porque a veces tenemos en claro cuál es el problema, pero no siempre tenemos en claro cuál es la solución.

Entrevista. Darío Díaz Pérez. Intendente de Lanús.
“Es una demostración de la profundización del proyecto”
Por Felipe Deslarmes
–¿Cómo recibió los cambios en el Gabinete nacional?
–Con muchísimo optimismo. Nuestra Presidenta hizo una lectura de la realidad, de la demanda, de nuestra gente y del tiempo que viene por delante. Creo que de alguna forma se adelantó al nuevo tiempo para que el proyecto que llevamos adelante se profundice, que no se “amesete”. Las primeras modificaciones que hizo, ya lo van demostrando. En primer lugar, para jefe de Gabinete, el lugar desde donde se dinamiza toda la gestión pública, ha puesto a un hombre de una experiencia indudable como es el gobernador de Chaco, Capitanich. Eso, además, aporta una dinámica más dialoguista sobre los sectores activos de nuestra sociedad. Algo que lo posiciona en un momento donde se necesita todavía más inclusión de los distintos sectores de nuestra comunidad. Otro cambio notorio es el del Ministro de Economía; también es una demostración de la profundización del proyecto en manos de un dirigente joven, un doctor en economía que viene mostrando una aptitud que sobresalía dentro del Gabinete.
–¿Cómo vivió la salida de Moreno, una de las noticias que más festejó la derecha?
–Y… la viví con dolor, para qué voy a mentir. Realmente, Moreno ha sido uno de los patriotas que tuvimos. Moreno fue el cuadro político, no sólo más lúcido, por lo que tuvo que atender, sino de mayor coraje. No retrocedió ante nada y le demostró, a propios y extraños, que con mucha transparencia, mucha honestidad, tentado por los buitres de los sectores dominantes en lo económico, no pudieron con él. Ésa es la moral que nosotros reivindicamos para todos nosotros, la que creemos debe ser la que guía de todo el Proyecto Nacional. Haber tenido que correr a un cuadro político como Guillermo Moreno, a mí me duele como militante político, pero entiendo que hay procesos evolutivos y que nuestra Presidenta también necesita otro tiempo.
–¿Qué expectativas tiene?
–Creo que viene un tiempo de mucho más diálogo, de mayor apertura, de más inclusión para los sectores que deberían estar formando parte de la gestión nacional pero, además, de demostrar que no se dará ni un paso atrás. No han podido influir, ni en nuestra Presidenta ni en nuestros dirigentes, los sectores económicos de capital concentrado. Eso me llena de orgullo y es, para mí, una de las demostraciones de que estamos en el buen camino.
–Algunos sectores pretendieron hacer ver como que se daba un paso atrás o que se aceptaba cierta presión externa…
–Es bueno que ellos piensen eso, nos deja más tranquilos. Nosotros estamos firmes, confiados, contentos de que estamos dando un gran paso adelante y de que vamos en camino a profundizar todas y cada una de las cosas que nos propusimos: desde la recuperación de la soberanía en todos los rubros, energía, transporte, hasta el Estado interviniendo fuertemente en la economía y no dejarlo librado a los buitres de la economía.
–¿Qué otros desafíos quedan pendientes?
–Creo que el gran desafío que tenemos todos, además del Gobierno, pero particularmente quienes pertenecemos a esta estructura política, es generar una organización propia que nos permita seguir proyectando este esquema, este modelo, este proyecto, por muchísimos, muchísimos años. Hablo de organización de las estructuras políticas…. y lo digo como dirigente político; es una gran deuda que debemos ir consolidando para que vaya a la par de la gestión.

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