Puiblicada en Miradas al Sur el 13/10/2013

Más rechazos al presupuesto PRO
Elecciones. Candidatos a legisladores por UNEN, Izquierda Democrática y Alternativa Popular cuestionan la propuesta de la ley de leyes porteña
 
Candidatos críticos. Gustavo Vera, Rafael Gentili y Samuel Cabanchik.
El Gobierno porteño se encuentra a la espera de la aprobación de la Ley de Presupuesto de casi 60 mil millones de pesos. Presupuesto al que aspira llegar a través de la recaudación de Ingresos Brutos por 37.623 millones de pesos (63%); por Coparticipación pretende que ingresen 5.302 millones; por el ABL al que aumentará entre el 24% y el 40% proyecta sumar 4.343 millones; por Patentes recaudaría 2.865 millones; 3.509 millones de pesos en concepto de Sellos y por Recursos de Capital unos 1.199 millones de pesos.
La propuesta que el titular de la cartera de Hacienda porteña, Néstor Grindetti, presenta como un “proyecto equilibrado financieramente”, prevé un “superávit económico de 9.000 millones de pesos” que no se destinará a las carteras de Salud, Vivienda, Educación ni Infraestructura.
El presupuesto contempla la renovación de los dos bonos que vencen este año por 1.276 millones de pesos, el crédito para el traspaso del subte por 690 millones para obras en la red y 370 millones para iniciar las obras del Arroyo Vega.
En tiempos en que tambalean las aspiraciones presidenciales del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, prevén destinar más de 10.000 millones de pesos en Obras Públicas; 3.800 millones de pesos para la Línea H del subte, Metrobus, Ciclovías, Centros de Trasbordo y la peatonalización del microcentro. Mientras que sólo destinarían 2.300 millones de pesos a obras y mantenimiento de Escuelas, Vivienda y Urbanización de Villas, Plan Sarmiento (notebooks), Obras y Mantenimiento de Hospitales y Equipamiento Médico, en el área de Seguridad colocarían 2.650 millones de pesos para la incorporación de 500 agentes para custodiar el subte, 600 nuevos policías y la capacitación de otros 600 cadetes que egresarán del Instituto Superior de la Policía Metropolitana.
Los números hablan. Entrevistado por Miradas al Sur, Gustavo Vera, quien encabeza la lista de UNEN de candidatos a legisladores porteños en las próximas elecciones, señala: “No hay mejor forma de hacer un análisis objetivo de un gobierno que revisar su presupuesto. Aquí no hay lugar para discursos lindos y maquillados, analizar el presupuesto es conocer la matriz política, social y económica de una administración, es una radiografía de su política pública”. Para Vera, la novedad del presupuesto de Macri para el 2014 es que utiliza un nuevo índice de precios “dejando de lado el falso y perverso índice que año tras año publica el Indec”. Vera considera que el hecho de que el PRO utilice un nuevo índice, “no lo salva de que durante años se haya servido de la inflación de Guillermo Moreno para proyectar los gastos y recursos de la ciudad”. El monto total de recursos que prevé el Ejecutivo porteño en el ejercicio del año entrante representa un incremento del 31,9% respecto del sancionado para el año 2013. Para el candidato de UNEN “el presupuesto de esta ciudad es el más importante per cápita de toda la Argentina, lo que permite concluir que no hay escasez de recursos, sino una mala asignación y deficiente gestión de los mismos”. Indicó también que “lo que no es nuevo es que Macri, al igual que Cristina, tiene superpoderes. El proyecto que envió tiene dos artículos mediante los cuales se autoriza al ejecutivo a reasignar partidas por un 5% de manera totalmente discrecional y por el total de lo que se llama ‘obligaciones a cargo del Tesoro’. Esto quiere decir que puede gastar sin control de la Legislatura 5.653 millones de pesos, lo que representa el 9,5% del total del Presupuesto”. Vera califica esta capacidad de modus operandi y cuestiona que nada tiene que ver con el respeto por las instituciones y la república. “Para el 2014 el PRO planea un ajuste en Seguridad y en el Gasto Social así como en dos áreas muy sensibles como son Educación y Vivienda”, remarca en referencia a que en Educación el PRO sostuvo en los últimos cinco años un 26% del presupuesto; este año la baja es sensiblemente inferior llevándolo al 22%. “Es importante recordar que aproximadamente el 65% de los recursos en educación se va en salarios, con lo cual una quita de esta característica impacta directamente en la escuela pública”. Acerca de lo presupuestado en Vivienda, situación a la que califica como “no menos grave”, para el 2014 el monto asignado es $692.726.900; un 24% menos que en el 2013. “Un punto aparte merece el manejo de la publicidad oficial. Macri no sólo vetó la ley de publicidad oficial que había sido votada por unanimidad, sino que gastó mucho más de lo que la Legislatura le asignaba”. Al respecto, Vera resalta que, en toda su gestión, Macri gastó $1.046 millones de pesos como quiso. “Lo números hablan, y lo que dicen no se parece en nada al discurso de campaña del PRO”.
Estancamiento. Desde Izquierda Democrática, su primer candidato a legislador porteño para las próximas elecciones de octubre, el ya diputado porteño Rafael Gentili, sostiene que “el PRO prevé un escenario de estancamiento económico y alta inflación, pero no se observa en las prioridades del gasto una política activa para impulsar desde la Ciudad una mejora de los indicadores socioeconómicos”. Considera que se intenta mostrar obras con “gran impacto visual como el Metrobus, pero se descuidan cuestiones prioritarias, inclusive en el transporte y en lo que hace a la salud y la vivienda”. Remarca como ejemplo que tal es el caso del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) donde el presupuesto del PRO muestra una caída tanto nominal como real de los recursos disponibles, “exhibiendo el profundo desinterés que tiene el PRO sobre la política habitacional y el resto de los temas estructurales de nuestra ciudad”. Gentili afirma que la estrategia del gobierno macrista ha sido marcada, en estos últimos años, por un aumento fenomenal de la presión tributaria sobre los porteños, algo que interpreta se continuará acentuando en 2014 con el presupuesto propuesto presentado por el PRO. “El problema no es solamente el aumento de los impuestos, sino en qué se están gastando esos recursos excedentes. Las condiciones de la educación y salud pública, sumado a la falta de respuesta en términos de mitigación de los efectos de las inundaciones, resultan un verdadero despropósito”, concluye.
Esquemas y negocios. El ex senador Samuel Cabanchik, candidato por Alternativa Popular, entiende que “el tema recaudatorio porteño revela un desbalance, puesto que los Ingresos Brutos es el impuesto que sostiene el presupuesto”, en referencia a que tributan empresas que operan en el interior del país pero porque están radicadas aquí aportan a la Ciudad. “Es una tributación fácil. No existe en la Ciudad un esfuerzo recaudatorio importante”, sentencia Cabanchik. En lo referente a la inversión en Obra Pública, la partida que recibirá el importe más alto, el candidato de Alternativa Popular cuestiona que algo que debería ser visto como positivo resulte todo lo contrario por el destino real de esa obra. “Está enfocada en lo que se ve, en el maquillaje; pero a infraestructura se destina poco y nada”. Objeta también que la inversión en el subte fuera relegada y que siempre resultara dependiente de deuda para lograr financiación, “desentendiendo, por ejemplo, que los peajes, que han sido aumentados un 600% en seis años argumentando buscar financiamiento para el subte, pero esos aportes tuvieron otros destinos”. Reclama también que incluso sobre esas obras de maquillaje, “hay costos que deben ser revisados, porque algunos han sido desorbitados, por ejemplo, el metrobús”. Cabanchik considera que el presupuesto de una ciudad rica como es la Ciudad de Buenos Aires, debería priorizar la urbanización y la vivienda; casualmente, adonde se destinaría menos presupuesto. “Ahora pretende hacer más metrobuses –incluso planifica hacer uno sobre una plazoleta ya instalada y que todavía no inauguró– destinando dinero a una obra que no es estratégica, como sí habría sido el subte; independientemente de que hubiera servido de alivio a mucha gente, y donde habría que evaluar el costo-beneficio, además de la necesidad de revisar los costos que se han pagado por su construcción”. Considera que la administración macrista demuestra claramente un esquema de negocios y sentencia que “ni en la política de ingresos, ni en la de egresos se ve un aumento ni de la responsabilidad ni del criterio en la administración de una ciudad que privilegie las necesidades sociales”.
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