Nota ampliada sobre la publicada en Miradas al Sur del 12/05/2013

Un peronista más en All Boys

La cita era en el estadio Malvinas Argentinas, que el club All Boys tiene en Monte Castro, Floresta, al oeste de la Ciudad de Buenos Aires. Las calles de los alrededores estaban cortadas desde el mediodía. Bombos y trompetas sonaban adelantando un clima de festejo. Los militantes iban llegando y se reunían con sus agrupaciones. Afuera, se habían improvisado puestos de choripán y vendedores de gaseosas, remeras e imanes circulaban o se instalaban en las veredas de la plaza lindante.
Las puertas se abrieron a las 14.30 pero eran tantos esperando entrar que, media hora después, más de 25 mil personas colmaban el estadio. Muchos quedaban afuera. Los bombos y las trompetas coparían el sonido ambiente hasta la llegada de Nicolás Maduro. 
En las pecheras de quienes ordenan a la multitud se lee: “La patria es el otro”. 
Las tribunas principales estaban reservadas: una para La Cámpora y otra para Miles; en el campo, de pie, otras agrupaciones como Movimiento Evita, MUP, La Güemes, Forja y Kolina, se hacían presentes. En el medio un espacio para la prensa y adelante, frente al escenario, un espacio con sillas para invitados especiales. Banderas venezolanas, argentinas, partidarias, remeras y pecheras con leyendas completaban el paisaje.
A las 17, para acompañar la fiesta, subió al escenario la murga uruguaya La Trasnochada. Un centenar de sillas plásticas se repartían en dos grandes grupos. De un lado se sentarían representantes venezolanos, del otro, argentinos. En el medio, una tarima con una pechera que instruía: “Unidos y organizados”.
El sol había caído a las 18 y encendían las luces cuando comenzaron a sentarse en el escenario dirigentes y diputados como Andrés Larroque, Luis D’Elía, Emilio Pérsico, Agustín Rossi, los intendentes Jorge Ferraresi y Darío Díaz Pérez, el director de Prensa del Archivo para la Memoria Marcelo Duhalde y el titular de la CTA Hugo Yasky, entre otros.
Maduro subió al escenario a las 18.40 agitando una bufanda con la bandera de Venezuela. Luego de escuchar ambos himnos, uno de los cantitos más emotivos acusaba: “A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos… No nos han vencido”.
Un video que homenajeaba a Hugo Chávez, reproducía: “Unidos somos inconquistables… Seamos libres, que lo demás no importa nada”, recuperando una frase del general José de San Martín.
La bandera en el cuello de Maduro le protegía del frío otoñal y agradeció la demostración de cariño. Fue entonces cuando la tribuna lanzó: “Chavez vive la lucha sigue” y Maduro retomó: “Por supuesto: Chávez vive… y Kirchner vive y la lucha sigue; Bolívar y San Martín viven y la lucha sigue… y Perón y Evita viven y la lucha sigue… porque los pueblos de nuestra América del Sur viven para luchar”. Valoró el momento histórico y observó: “Si no hubiera sido por la lucha de hombres como Kirchner, Lula, Tabaré, Evo y Chávez,  hoy nosotros estaríamos resistiendo a la colonización económica del ALCA”.  Afirmó que Chávez apareció en una Venezuela de dos décadas perdidas; con años de masacres, de privatizaciones y con vistas de privatizar los cimientos fundamentales  de su economía, que es la industria petrolera… “ya se había privatizado la Educación, la Salud y los servicios alimentarios, ya se habían desregulado las normas de protección al empleo y al salario…sé que en Argentina entienden bien estas palabras, porque también vivieron el shock del modelo neoliberal”.  Repasó la cantidad de elecciones que debió superar Chávez para proponer con votos populares una nueva constitución y criticó a los medios que le caricaturizaron como un dictador. Entonces ironizó: “terrible dictadura debe ser aquella que consulta a su pueblo sobre los actos más importantes”. 
Llamó a estar alerta “porque existe el rebrote de una derecha peligrosa que pretende infestar de fascismo a las centroderechas latinoamericanas”.
Se estableció, desde el principio, un diálogo entre la tarima y la tribuna que lanzaba consignas con sus cantos. Uno de ellos declamaba: “porque Chávez no se fue, lo llevo en el corazón, con Maduro sigue la revolución” y el Presidente Venezolano respondió: “Tengan eso muy seguro: Chávez no se fue y la revolución bolivariana continúa su tren por la Patria libre”. Enfatizó que la venezolana es una “democracia movilizada, poderosa, de libertad, de debate público de ideas, de posiciones, con un pueblo activo, organizado, culto y formándose cada vez más” y remarcó, señalándose a sí mismo, que “si alguien garantiza la democracia en Venezuela, es este Presidente obrero, chavista y kirchnerista… Porque soy el segundo presidente peronista y kirchnerista de Venezuela”.
A esa altura, la tribuna explotaba: “Che gorila, che gorila, no te lo decimos más, si lo tocan a Maduro, qué quilombo se va a armar”. Y el Presidente venezolano, asombrado de una respuesta tan enérgica a más de 5000 km de su país, respondió: “Escuchen hoy los que tienen que escuchar…Los pueblos de la América, juntos nos protegemos”.
Recordó el desafío de construir “una nueva economía productiva, profundamente suramericana, que genere empleo y la base económica de la justicia social… cada quien con su modelo, su forma de ser y pensar”.
Reveló haber acordado con la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner iniciar un ensayo productivo en siete puntos de Venezuela para producir alimentos con tecnología, asesoría, apoyo en la gestión de empresas y trabajadores argentinos que incluye el apoyo del INTI argentino y la instalación de 200 fábricas. “Pero también nos hemos comprometido con nuestra empresa petrolera PDVSA a acelerar más los proyectos para construir y ampliar, en Argentina, por lo menos dos refinerías más para que Argentina no tenga problemas en energía para los próximos cien años”. Recordó lo que Cristina calificó como la “ecuación perfecta de América de Sur”: Producir alimentos, energía, industrializar hacia adentro, desarrollar una zona económica y comercial propia y justa. Convocó también a la clase obrera argentina con experiencia en la recuperación de zonas productivas para unirse a sus pares venezolanos y hermanar proyectos para empezar a invertir. Habló de su encuentro con el Presidente de Uruguay del día anterior, y pidió comprender el contexto latinoamericano actual: “Alerta compañeros y pueblos hermanos de América latina sobre el rebrote de una derecha peligrosa que pretende infestar de fascismo a las corrientes políticas de la centroderecha y derechas latinoamericanas”.
Invitó a sumar compromiso, trabajo, entrega, esfuerzo y amor para construir una Patria “que tiene que ir más allá de los suficiente, más allá de lo normal, tiene que ser un compromiso extraordinario, superior en amor, en calidad, en inteligencia, en conducción colectiva, en unión”. Mencionó a cada una de las agrupaciones que acompañaron el encuentro y se despidió: “Muchas gracias. ¡Hasta la victoria siempre!”
La comitiva de Maduro salió rápido, hacia una cena que se realizaría en su honor. Luego, en la calle, se entremezclaban los militantes desconocidos con aquellos invitados al escenario. Afuera, cada agrupación se reunía en distintos sectores para organizar el regreso.
Marcelo Duhalde comentó a Miradas la Sur mientras caminaba hacia su auto: “Fue un acto fuerte, con mucha mística. Estamos conociendo un Nicolás Maduro sólido fuerte, con convicciones, que muestra que Venezuela sigue en la senda marcada por Chávez, algo definitivo para toda Latinoamérica”.
Un joven que milita en la Federación de Tierras y Vivienda, Rodolfo Tribulatti, de Concordia, Entre Ríos: “Venimos a apoyar la unión latinoamericana y estamos con nuestros gurises, porque debemos aprender la importancia que tiene esto, en todas las edades. Lo que estamos viviendo hoy los pueblos de Latinoamérica, no lo habíamos visto nunca”.
Detrás de un bombo retumbaba Sergio Cardoso, un joven del barrio de Quilmes: “Soy piquetero e hijo de piquetero. El primer acto al que fui, fue hace 5 años; en el puente Pueyrredón, para reivindicar la lucha. Tenemos que fortalecer la unidad latinoamericana por nuestra propia existencia”, dijo.
Hablando con su gente, Federico Martelli, Secretario General del Movimiento Unidad Popular (MUP) revisó: “Movilizar un día de semana tiene la dificultad adicional. Y así todo, fuimos más de 25 mil personas… Me conmovió la cantidad de trabajadores que pidieron salir antes de su trabajo para estar acá”.
Cerca de un colectivo celeste con los rostros de San Martín, Yrigoyen, Discépolo, Perón, Evita y Walsh, una militante de Miles en Chacarita, Magdalena Tacuri, bajaba a su nieto Ian de sus brazos y lo acompañaba en su ansiedad por dar sus primeros pasos. “Participamos con toda la familia a todos los actos que podemos. Nunca hay problemas y es nuestra forma de construir ciudadanía”.

((Recuadro)) Objetivos
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que asumirá próximamente la presidencia pro témpore del Mercosur, recorrió en tres días Uruguay, Argentina y Brasil y firmó 51 acuerdos de cooperación. En Uruguay, el foco estuvo en la construcción de un mapa estratégico integral de unión en lo comercial, industrial, agrícola, energético, científico, cultural y humano. Se firmaron convenios sobre puertos y un memorando de entendimiento entre las empresas petroleras estatales de cada país para actividades conjuntas de evaluación y desarrollo de nuevos proyectos. Acordaron el suministro de hasta 10,8 millones de barriles de crudo y una provisión de coque a Uruguay de hasta 60 mil toneladas con posibilidades de llevarla a 300 mil toneladas.
 En Argentina, se firmaron 35 acuerdos de cooperación en materia energética, automotriz, agropecuaria y científica, entre otros, dirigidos a profundizar el intercambio de energía y alimentos y potenciar el desarrollo de ambos países, incluida la construcción de 200 fábricas.
 En Brasil, donde ya están próximos a inaugurar 10 industrias, colaborarán con el abastecimiento y desarrollo industrial, en un contexto de comercio bilateral que, sólo en 2012, alcanzó los 6 mil millones de dólares. También firmaron acuerdos de cooperación con las Fuerzas Armadas por defensa de fronteras.