Carlos Bianchi
“No sabía que eran ellas; no soy futbolero”, contaba
Laurencio Adot en diálogo con GENTE. “Para mí eran sólo Brenda y su mamá, Margarita,
aunque por no saberlo me odie la mitad más uno del país", revelaba el designer. Aseguraba
que estará en la primera fila de su próximo desfile, el de los 25 años, con el
vestido. “Creo que gané una amiga del alma”, agregó Laurencio conmovido. Su vestido debía ser simple, porque tenía que reflejar el
apogeo de una historia emocionante entre ellos: ya tuvieron hijos y habían
querido disfrutarlos como bebés para poder compartir esta emoción con ellos ya más
grandes. Con un delicado escote en “V” bordado y encastrado a mano, de línea
romántica con algo napoleónico, el vestido de novia fue elogiado por todas las
invitadas.
Sin dudas, lo más conmovedor de la ceremonia fue escuchar el Ave María en francés y en español … cantado por Jairo (no olvidemos que Brenda nació cuando su papá era goleador del Stade de Reims, en Francia). Un lujo llegado especialmente de París y una enorme sorpresa para la novia, que no pudo evitar llorar de la emoción. Antes de salir de la ihglesia, los recién casados se unieron en un beso, esta vez larguísimo, de novela, aplaudido por todos.
De allí, directamente al salón de La
Rural. Sin la presencia de Juan Román Riquelme (ni la de Julio Falcioni, ex técnico de Domínguez en Vélez), estuvieron varios futbolistas (sobre todo de Huracán y de All Boys, últimos clubes del defensor). "Fue una reunión hermosa, emotiva, con mucha juventud que contagiaba a los más grandes. La rompió Banda XXI. Y Carlos bailando el vals, ¡impecable!", aseguró Guillermo
Cóppola, uno de los 250 invitados que disfrutaron de la fiesta. Y, como buen hincha de Boca, espera seguir disfrutando en este 2013 que se avecina. De la mano de Carlos Bianchi, por supuesto...