Publicada en Revista GENTE N°2475 del 25/12/2012

La hija del virrey se casó como una princesa
Carlos Bianchi
Después de una semana especial, que lo vio regresar a Boca Juniors soñando con repetir jornadas de gloria, el entrenador vivió un momento aún más emotivo: su hija Brenda pasó por el altar junto al futbolista Eduardo Domínguez. En la fiesta (sin Riquelme) bailó el vals y arrancó una ovación.
Hay gestos que resultan síntesis perfectas y condensan la forma de vivir toda una vida, en un segundo. La mirada que destila Brenda Bianchi (37) hacia sus padres, con su marido y con sus dos hijos, Mateo (4) y Nina (2), habla de una vida plena, cargada de sentimientos donde reinan la unión y el amor. Una mirada que trasciende los ojos, que fluye directamente desde el corazón. Esos ojos que capturaron la atención de todos el viernes, en dirección al altar, tomada del brazo de su padre, Carlos (63). La iglesia Santa Elena, en Seguí 3815, fue el lugar elegido por Brenda y Eduardo Domínguez (34), actual jugador Huracán, para la ceremonia religiosa que habían dejado pendiente desde julio del 2008, cuando celebraron su unión civil. Un entorno tranquilo acorde con el perfil bajo del padre de la novia, el Virrey Bianchi, flamante DT de Boca al que años atrás llenó de gloria. Una semanapor demás especial para Carlos, muy entusisamado con este tercer ciclo en la Ribera que está por arrancar.
“No sabía que eran ellas; no soy futbolero”, contaba Laurencio Adot en diálogo con GENTE. “Para mí eran sólo Brenda y su mamá, Margarita, aunque por no saberlo me odie la mitad más uno del país", revelaba el designer. Aseguraba que estará en la primera fila de su próximo desfile, el de los 25 años, con el vestido. “Creo que gané una amiga del alma”, agregó Laurencio conmovido. Su vestido debía ser simple, porque tenía que reflejar el apogeo de una historia emocionante entre ellos: ya tuvieron hijos y habían querido disfrutarlos como bebés para poder compartir esta emoción con ellos ya más grandes. Con un delicado escote en “V” bordado y encastrado a mano, de línea romántica con algo napoleónico, el vestido de novia fue elogiado por todas las invitadas.

Sin dudas, lo más conmovedor de la ceremonia fue escuchar el Ave María en francés y en español … cantado por Jairo (no olvidemos que Brenda nació cuando su papá era goleador del Stade de Reims, en Francia). Un lujo llegado especialmente de París y una enorme sorpresa para la novia, que no pudo evitar llorar de la emoción. Antes de salir de la ihglesia, los recién casados se unieron en un beso, esta vez larguísimo, de novela, aplaudido por todos.

De allí, directamente al salón de La Rural. Sin la presencia de Juan Román Riquelme (ni la de Julio Falcioni, ex técnico de Domínguez en Vélez), estuvieron varios futbolistas (sobre todo de Huracán y de All Boys, últimos clubes del defensor). "Fue una reunión hermosa, emotiva, con mucha juventud que contagiaba a los más grandes. La rompió Banda XXI. Y Carlos bailando el vals, ¡impecable!", aseguró Guillermo Cóppola, uno de los 250 invitados que disfrutaron de la fiesta. Y, como buen hincha de Boca, espera seguir disfrutando en este 2013 que se avecina. De la mano de Carlos Bianchi, por supuesto...