Nota publicada en Miradas al Sur el 26/09/10

El reñido resultado opacó una inédita práctica de democracia sindical
Comicios internos en la Central de los Trabajadores Argentinos. El último jueves se realizaron las primeras elecciones de la CTA, pero el desacuerdo entre las dos listas principales por el resultado dejó en suspenso el nombre del ganador. Tanto Hugo Yasky como Pablo Micheli se adjudicaron el triunfo.
El 23 de septiembre se puso una piedra fundamental en la marcha por la democratización gremial en el país. Por primera vez, se iba a poder elegir la conducción de una central obrera entre más de una lista. Asimismo, por segunda vez consecutiva desde la fundación de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), se elegirían delegados congresales provinciales y nacionales.
Desde las 5.30 de la mañana y hasta las 18, unos 4.000 lugares de votación albergaron las 6.000 urnas dispuestas para recibir los votos de los afiliados. Ellos serían los encargados de elegir a los dirigentes para cumplir su mandato en la CTA entre el 1º de octubre de 2010 y el 30 de septiembre de 2014. Se presentaron 352 listas para espacios locales, regionales, provinciales y nacionales, para ocupar 6.844 cargos que corresponden a las comisiones ejecutivas; 6.225 a los congresales provinciales y 619 a congresales nacionales. Además, se definirían 214 comisiones ejecutivas locales, lo que evidencia el importante crecimiento que viene experimentando la CTA.
La mayoría de los grandes medios se ocupó de instalar el tema como una disputa de poder partidario, ocultando que lo que se ponía en juego era la propuesta de la democratización sindical. Hicieron foco en la supuesta baja representatividad de la elección, con el argumento de que sólo habían votado menos de 300.000 afiliados, de un padrón de 1,4 millón. Tampoco se tuvo en cuenta que la participación en la elección no era obligatoria, que no se contó con un aparato informático como el que se utiliza en comicios nacionales, y que se realizaron en un día laborable, con muchos trabajadores en sus turnos imposibilitados de dejar sus puestos para concurrir a una votación interna de una Central que, además, no tiene personería gremial.
Es cierto que hubo cuestiones operativas por falta de experiencia y que los padrones salieron a última hora para las provincias, a lo que se sumó el problema de la distancia. Esto tuvo como consecuencia que todas las boletas no estuvieron a tiempo, aunque esos problemas se fueron subsanando a lo largo del día.
Sin embargo, en Esteban Echeverría-Ezeiza (provincia de Buenos Aires) y en Mendoza debieron suspenderse las votaciones ante actitudes violentas. “Decidimos con (Hugo) Yasky anular la elección que se estaba llevando a cabo”, señaló a Miradas al Sur Pablo Micheli, cabeza de la Lista 1. También, cerca de las 16 del viernes, la Junta Electoral que se ocupaba del recuento de votos en la sede central, debió retirarse ante la presencia de gente desconocida.
Para la Comisión Ejecutiva Nacional se presentaron cinco listas. Miradas al Sur las consultó para que hicieran su análisis de la elección. A continuación, sus opiniones:
• Lista 1. Pablo Micheli, secretario general de la Asociación de los Trabajadores del Estado (ATE)
“Responsabilizo por este escándalo al Gobierno Nacional. Tenemos los datos del 90% de las mesas escrutadas, con cerca de 250 mil votos. Las planillas firmadas por los fiscales de todas las listas y juntas electorales provinciales nos indican que ganamos por más de 24.000 votos en todo el país. Ganamos en 18 provincias y perdimos en seis. Respecto de la ‘baja’ convocatoria, yo ya había advertido que la derecha y los sectores de poder dirían que si votaban pocos, cuestionarían la representatividad. No tienen en cuenta que es la primera elección en una central de trabajadores, que esto iba a exigir un aprendizaje y ajustes. Y no creo que sea ingenuo ese descuido. Pero el balance es bueno, aunque esté empañado por la actitud que está teniendo la Lista 10. Grupos que en 20 años no he visto nunca, estuvieron esperando que vayamos a la Central y terminemos en un acto de violencia. En esa no vamos a entrar. Creo que Yasky le está haciendo un daño tremendo a la CTA y creo que esto es lo que quería el gobierno. No podría asegurar que la CTA no se rompe. Ojalá que no ocurra.”
• Lista 3. Néstor Correa, militante del Partido Obrero (PO)
“En este momento hay una acefalía en la CTA. Dos listas que se adjudican el triunfo de la elección, con denuncias cruzadas de fraude. Nosotros preanunciamos esta situación. Denunciamos que no ha habido un debate que convocara a votar. Después tendremos que analizarlo con los cómputos finales, pero se nota un crecimiento de la presunción de voto por los llamados movimientos sociales y ha disminuido sensiblemente la de las organizaciones sindicales. Esta acefalía pone en riesgo la integridad de la Central. Para nosotros, es necesario convocar inmediatamente a un Congreso con delegados elegidos en las organizaciones gremiales que conforman la CTA con mandato para que realicen dos cosas: definir una conducción provisoria que represente directamente al conjunto de los compañeros, con participación de las minorías; y que ese Congreso apruebe un plan de acción unitario por el 82% móvil, la reapertura de las paritarias y la lucha contra la flexibilización laboral.”
• Lista 4. José Montes, militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS)
“Es una vergüenza que los mismos dirigentes que estuvieron durante estos últimos 20 años al frente de la CTA, los mismos que se llenaron la boca hablando de democracia sindical y de la elección libre y directa de los trabajadores, se adjudiquen el triunfo sin demostrar números. O que hasta dentro de una semana no se sepa quién ganó. Así como la falta de urnas en Mendoza y Tucumán, que se hayan agarrado a tiros en Ezeiza, y la falta de presidentes de mesa y de boletas opositoras muestran que estas elecciones fueron un escándalo. Es la continuidad del mejor estilo de la burocracia tradicional en la Argentina. Votó poco más del 15% del padrón. Es decir, que el 85% de los trabajadores le dieron la espalda a esta conducción. En el astillero, tuvimos una participación del 61% del padrón. No descarto una ruptura, acicateada por los sectores patronales que respaldan a cada una de las listas, y en perjuicio de los trabajadores, sobre todo limitando la posibilidad de que haya nuevos delegados con comisiones internas basados en un sindicalismo de base.”
• Lista 5. Jorge Ayala, militante del Movimiento al Socialismo (MAS)
“La disputa entre los dos sectores entre los que ya anticipábamos estaría la próxima conducción, es un escándalo. Están faltando votos y ninguno puede confirmar haber ganado. Desde nuestra lista reclamamos la aparición inmediata de esos votos. Este escándalo sólo beneficia al sector patronal evitando una alternativa para los trabajadores. Adjudicamos la baja en la participación a que, por un lado, tenemos el 50% de los empadronados que no son trabajadores ocupados, de la misma forma que ocurre en aparatos partidarios como los del PJ o de la UCR. Hace falta un recambio generacional de la dirigencia que plantee los verdaderos problemas de los trabajadores. Aquí se ha planteado una lucha vinculada a pelea nacional, a favor del gobierno o de la oposición, de la que el trabajador se siente ajeno. En lo personal, y en esto no hablo en representación de mis compañeros, me molestaría que detrás de todo esto estuviera la pelea por si Víctor De Gennaro puede o no ser candidato a Presidente para el 2011, cosa con la que no estoy de acuerdo.”
• Lista 10. Hugo Yasky, secretario general de la CTA

El dirigente del gremio docente no respondió la consulta de este medio, pero el viernes por la tarde brindó una conferencia de prensa en la que realizó un llamado a preservar la fortaleza de la Central ante “los buitres que por estas horas sobrevuelan la CTA”. Yasky se mostró opuesto a la manipulación de los resultados electorales y denunció “el accionar de patotas” que impidió el normal desarrollo de los comicios en la provincia de Mendoza, donde afirmó que la Lista 10 presentó la impugnación y las pruebas que evidenciarían las irregularidades con las que la lista opositora alteró la elección. Planteó que “con los números provenientes de las planillas del 80% de los más de 200 mil votantes proyectados, la Lista 10 se impondría a nivel nacional con 95.000 votos por sobre los 77.000 de la Lista 1, encabezada por el trabajador del Estado Pablo Micheli”. Así, indicó que su lista ganó con el 50,7% frente al 41% obtenido por la lista opositora. Yasky remarcó, a partir de estos números, que a los datos difundidos por Micheli les restaron 31.320 votos obtenidos por la Lista 10 en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Jujuy. De todas maneras, llamó a “esperar los resultados que brinde la Junta Electoral” y, en todo caso, definir cualquier conflicto en el Comité Arbitral que designaron ambas listas a partir de esta elección. En esta línea, el Secretario General resaltó la necesidad de trabajar por la unidad y el fortalecimiento de la Central al afirmar que la CTA no puede fracturarse. “Defendemos la unidad, pero también la verdad”, concluyó.