Publicada en NEWSWEEK el 10 de marzo de 2010

Buenos muchachos
El calor empezaba a perder fuerza en un día que había sido agobiante. La sombra que proyectaba la casona de la calle Junín 154, en el barrio de Balvanera, protegía del sol a varias camionetas 4x4 que estaban en la puerta, algunas en doble fila.
Y una vez adentro, el ambiente de la casa de dos plantas era tenso. Se paseaban hombres musculosos, panzones, rudos, tatuados y serios que podrían pasar por patovicas o luchadores de catch. La mayoría de ellos prefería no dar su nombre.
Es que el viernes pasado, a las 19, se reunieron en su sede central, varios integrantes de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA): una agrupación de barras de fútbol que dicen buscar desterrar la violencia, para manifestar públicamente que no reciben apoyo del gobierno para ir al mundial de Sudáfrica.
La HUA une a las hinchadas de Independiente, Huracán y Argentinos Juniors, de Vélez, Lanús, Tigre, Chacarita, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Rosario Central, Godoy Cruz y la de Colón.
Si les preocupaba la imagen, la elección del vocero en Emiliano Tagliarino, fue tal vez la mejor decisión. Simple, alto, musculoso, tranquilo y de habla pausada que aunque sea señalado como “capo” de Huracán, Tagliarino explicó su participación en la HUA con candidez familiar: “Yo tengo terciario terminado, soy visitador médico y trabajo de publicista. Tengo un buen pasar y voy a la cancha con mis dos hijos, como lo hacía con mi padre desde chico. Me gusta pararme en el para-avalanchas y todo el folklore que es la fiesta que rodea al fútbol. Podría estar mucho más tranquilo en mi casa pero como deseo que alguna vez los partidos resulten un encuentro familiar es que me meto”.
Para Tagliarino, el motivo de la reunión era reconocer públicamente el error de sumar banderas que aparecieron en los estadios con pingüinos y una K sobre una V buscando apoyo político. Aunque reconoció que por esa razón los grandes medios locales les dieron prensa: “Antes de eso, nunca hicieron eco de lo que hacíamos. Ni siquiera, cuando llevamos 10 mil juguetes, ropa, zapatos y bicicletas a los hospitales de la zona antes de Reyes o cuando donamos 20 sillas de ruedas al Rotary Club de San Francisco Solano”.
En los medios de comunicación locales, inquieta la presencia y conducción de Marcelo Mallo por algunas dudas sobre su pasado dentro del peronismo quilmeño, entre los que se destaca su participación en Bromatología cuando era territorio de Aníbal Fernández (1991/95) y en Desarrollo Social cuando estuvo allí Sergio Villordo (2003/07). Hoy, asegura vivir de su empresa “Argenfertil”, que vende fertilizantes orgánicos naturales para rosas, azaleas y otras plantas.
La propuesta de HUA, dicen, es bajar los índices de violencia y para ello piden: más control, traslados filmados y seguidos con GPS, un registro de hinchas, que los menores sólo ingresen acompañados de sus padres, que se obligue a los clubes a tener el estadio en condiciones y que tengan a varios integrantes de las “bandas” (como piden que se llame a los barrabravas) como acomodadores en las tribunas.
Mallo afirmó que cuentan con medios propios para conseguir la financiación, entre los que enumeró: aportes de empresas privadas, conseguir camisetas autografiadas y rifarlas, realizar sorteos y asados.
¿De qué manera piensan establecer relaciones con el pueblo sudafricano?
MM:-En nuestro plan original, estaba el ofrecernos como mano de obra para hacer casas en algunas de las villas de Sudáfrica. Y a eso fui. Pero me explicaron que conseguir que allí nos facilitaran los materiales, iba a ser muy difícil. Soñábamos con hacer una suerte de barrio hecho por argentinos como una ofrenda al pueblo pobre de las villas sudafricanas, pero vamos a conformarnos con ayudar a poner en forma algunas escuelitas de Pretoria (cerca de donde concentraría el seleccionado) entre partido y partido.
¿Qué consejos darías a los hinchas argentinos en Sudáfrica?
MM:- Primero les sugiero que estén en Johannesburgo que es donde la selección jugará más partidos. Les sugeriría que para trasladarse se alquilen un auto, porque las distancias son largas y no hay colectivos; aunque para esa fecha incorporarán unos micros multicolores. Respecto de la inseguridad, no hay que tener más cuidados que acá. Y todo va a ser mucho más tranquilo.
¿Y el peligro de cruzarse con unos Hooligans?
MM:-Creo que vamos a estar en ciudades muy distantes y que no nos vamos a cruzar. Pero además creo que es más el odio que les tenemos nosotros que al revés. Y ellos son peligrosos sólo cuando están borrachos.