Entrevista a Mario Secco, intendente de Ensenada.
“Creo en un kirchnerismo peronista, pero no en el PJ”
De estilo campechano y abierto, el jefe comunal de Ensenada no se anda con vueltas. El rol del Estado, la seguridad y su relación con el Gobierno Nacional son algunos de los temas que abordó con Miradas al Sur.
"Me pregunto si es otra responsabilidad que nos tiran a los intendentes por la cabeza porque no tienen recursos y sólo buscan sacarse el poncho de plomo para pasárselo a otro... Si es así, que no cuenten conmigo. Si van a ser maduros y nos dan los recursos para tener una policía competente, no tengo miedo a hacerme cargo. Me gustaría hacerlo. Pero sólo si es con los recursos”, señala Mario Secco sobre los proyectos ingresados en la legislatura bonaerense que proponen, con mayor o menor intensidad, la creación de fuerzas de seguridad municipales.
A los 48 años, Secco gobierna Ensenada desde 2003 –fue reelecto con el 60% de los votos–, pero trabaja para la comuna desde hace 34 años, cuando ingresó como barrendero. Desde 1993 hasta 2003 se desempeñó como secretario de Acción Social y secretario general del gremio de los municipales. “Los intendentes tenemos suficientes pelotas, pero no sea cosa que porque tenemos capacidad de reacción y coraje nos terminen jodiendo”, dice Secco. Su posicionamiento político es claro y no duda en marcar la cancha diferenciando “a los que cantan la marcha peronista, pero entregaron al pueblo” y “los kirchneristas que hemos transformado la realidad de la gente”.
–¿De cuál de los proyectos que impulsan la creación de policías municipales se siente más cercano?
–Son todos medio parecidos. Todos terminan en el mismo punto. Ninguno me garantiza que me van a dar los recursos necesarios. Si no me los bajan ahora, ¿van a hacerlo cuando, además, tenga la policía?… ¡Por favor! Hay que gente que parece no entender que se acabó el intendente del ABL. Hemos transformado algunos distritos en pequeñas gobernaciones. En Ensenada, en materia de seguridad, montamos un centenar de cámaras y una sala de monitoreo con una planta estable de ochenta empleados. Además, creamos una Secretaría de Seguridad, aportamos unos 3 millones de pesos por año en combustible para los patrulleros y pusimos edificios para que construyan comisarías. Hay un compromiso tremendo desde la municipalidad.
–Muchos municipios debieron hacerse cargo hasta de la salud primaria...
–En Ensenada, ha mejorado muchísimo el servicio de salud. Hay menos enfermos porque hay mucha más prevención. En estos años construimos doce pequeñas clínicas en los barrios. Eso fue fundamental para mejorar la atención primaria y descomprimir los hospitales. Lo mismo ocurre en deporte, cultura, educación... Si se rompe una escuela, va la municipalidad y la arregla para que no se suspendan las clases. Nos pasó un tornado por encima y salimos a conseguir plata para arreglar los techos de las escuelas. Pagamos más de mil techos... Unos 3 millones de pesos en reparaciones. Pero volviendo a tu pregunta; sí, los municipios cada vez se hacen más cargo de todo.
–¿Qué diferencia nota en el modelo de gestión de los años noventa y el actual?
–Inmensas. En Ensenada, las privatizaciones destruyeron todo y provocaron el cierre de muchas industrias. Más de diez mil compañeros quedaron en la calle padeciendo hambre y miseria. El kirchnerismo nos devolvió el trabajo. Acá, en los años del menemismo, éramos los campeones en desocupación; ahora, estamos por debajo del índice nacional. Cuando ganamos la intendencia, la ciudad tenía una red cloacal que cubría al veinte por ciento de la población; hoy estamos llegando al setenta por ciento. Hoy, casi todos los habitantes tienen agua potable.
Soldado K. Ensenada integra el Gran La Plata, tiene 101 kilómetros cuadrados y setenta mil habitantes. Se fundó en 1801 para frenar el contrabando. Con la llegada del peronismo al poder, se convirtió en un polo industrial. La siderúrgica Siderar, el polo petroquímico de YPF y el Astillero Río Santiago son algunos ejemplos del proceso de industrialización que abarcó la zona. Hoy, el municipio maneja un presupuesto anual de 100 millones de pesos –el 75 por ciento se destina al pago de salarios–. “Cuando empecé, el presupuesto andaba en los 11 millones. Hay que subrayar que acá todo está municipalizado; porque algunos dicen que tienen sólo el 50 por ciento destinado a sueldos, pero gastan un 30 por ciento por la basura”, señala Secco.
“Ahí siempre corremos desde atrás”, admite Secco con relación al tema de la vivienda. Su visión subraya que la ausencia durante décadas de planes sociales, sumado al crecimiento demográfico, hacen compleja la resolución del déficit habitacional. “Nunca se había comprado ni una prefabricada por año. Nosotros hemos comprado mil y tenemos mil más encargadas… Pero no alcanzan”, dice Secco.
–¿Qué es lo que más lo atrae del Gobierno Nacional?
–Que quede claro: yo no digo que me gusta o que acompaño al gobierno de Cristina. Soy parte de este gobierno. Vine con este gobierno y me voy con él. No me interesa gobernar con otro. ¿Lo que más me gusta...? La transformación que hicimos en todos los ámbitos. Teníamos un palacio municipal destruido y dos vehículos. Hoy, tenemos tres edificios nuevos y casi doscientas unidades al servicio de la comunidad. Estaba todo privatizado y municipalizamos todo: la recolección de residuos, el barrido de calles, la recaudación de impuestos, el alumbrado público... Cuando asumí, en veinte días eché a todos a la mierda y me hice cargo de todo. En Ensenada todo lo hace el Estado. Esa es la diferencia. Hemos demostrado lo que podemos. Cuando llegué, las plazas estaban hechas mierda, las arreglé todas y dupliqué la cantidad. Había 12 mil columnas de alumbrando en las calles; ahora, hay 38 mil. Podría hablar horas de lo que hemos hecho con el kirchnerismo. Me pedías que te compare con la década del noventa y te digo que te comparo con la década que quieras… Nunca, en la historia de Ensenada, se hizo tanto. Y jamás con la transparencia con la que nos hemos manejado.
–Ensenada fue uno de los escenarios del 17 de octubre del ’45. ¿Cómo ve la militancia hoy?
–Hay un fortalecimiento importante. Creo que ha habido un cambio desde Perón a esta parte. No creemos más en el PJ. Con la marcha y el escudo del Partido Justicialista saquearon esta ciudad. Creemos en un kirchnermismo peronista, pero no en el PJ. El kirchnersimo se destaca por estar, por incluir y hacer participar a los jóvenes. Hablando en criollo: la oposición está cagada porque los pibes están recontra preparados para votar a los 16. ¿Y qué van a votar…? Seguro que no van a votar por tradición o símbolos que no conocieron, sino por lo que vivieron con el kirchnerismo. Van a votar por un espacio que le dio valor a la política, que los hizo participar, que les devolvió el futuro. Nosotros estamos de vuelta, tenemos que formar a las nuevas generaciones. Acá hay un montón de agrupaciones y es muy emotivo ver que se ponen nombres con frases de Néstor. El flaco logró que quieran participar los que antes despreciaban a la política.
–¿Vuelve a tener sentido aquello de “la vida por Perón”?
–Te lo digo así: la vida por el kirchnerismo. Más allá de las épocas de gloria de Perón y Evita, yo te hablo de la política que hacemos hoy. Que no te queden dudas. Soy un soldado del kirchnerismo. Voy a seguir así hasta el último momento. Las cosas hay que decirlas bien claras: ningún intendente podría haber hecho crecer su municipio si no estuviera el kirchnerismo en la Casa Rosada.