Un crimen,dos madres
enfrentadas
¿Quién mató a Solange?
Una muerte violentísima y detrás la historia de dos amigas de la secundaria que deciden irse a vivir juntas a los 21 años. Sus nombres: Solange Grabenheimer y Lucila Frend. Querían tener sus primeras experiencias independientes. A regañadientes, sus madres, les dieron el permiso. Todo iba muy bien. “Parecían hermanas”, coincidían sus íntimos. Los fines de semana cada una volvía a casa de sus respectivos padres para celebrar el ritual de la familia unita. Pero el 10 de enero de 2007, ocurrió lo inesperado. Quedaron en encontrarse por la noche para celebrar el cumpleaños de una prima de Solange. Luego, volverían juntas. Cuando Lucila llegó a la fiesta sin su compañera de vivienda, todos preguntaron por ella. “Quedamos que nos veríamos acá”, comentó e inició una serie de llamados que no tuvieron respuesta. Advertida de la ausencia, la madre de Sol la buscó en casa de su padre –estaban separados-, que disfrutaba de unas vacaciones en Punta del Este. Mientras circulaba por la Panamericana recibió la terrible noticia: le decían que fueran urgentemente al PH que alquilaban en la calle Güemes 2380, en el partido de Vicente López. Solange yacía en medio de un charco de sangre, boca abajo con varias cuchilladas asestadas con ira -según resultaría de la autopsia-, en el tórax y cerca del cuello. Desde ése instante, las puertas del infierno se abrieron para ambas familias. Comenzaron las acusaciones, y Lucila primero fue testigo y luego imputada. Desde que comenzó el juicio en los Tribunales de San Isidro, empezó a ser juzgada como presunta autora del homicidio. Está sospechada de asesinar a su mejor amiga. En la causa, está descartado el móvil del robo, ya que un reloj Cartier en la muñeca derecha de la víctima y 3.000 pesos que guardaba en una bota estaban en su lugar cuando llegó la Policía. El expediente orienta la investigación hacia lo pasional, pero todavía quedan demasiados testigos a ser escuchados. El punto crucial está puesto en la hora del crimen. Lucila dice que salió de la casa alrededor de las 7.30 horas. Pero un nuevo informe forense que se incorporó señala que el asesinato se produjo alrededor de la una de la mañana, seis horas y media antes, lo que la ubicaría en la escena del crimen. GENTE dialogó con ambas madres para saber qué sienten y qué piensan con relación a este caso, que conmociona a la opinión pública.
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Patricia Lamblot es la madre de Solange. Habla bajito y durante la entrevista se mueve permanentemente. Sólo se detendría al quebrarse en llanto.
¿Podría contarnos cómo era ella?
Desde niña siempre le gustaba pasar mucho tiempo con sus amigas, a las que defendía a muerte aunque a mí no me gustaran. Hemos peleado varias veces por eso. Sol era una chica extrovertida a la que le encantaba viajar, tanto que sólo le faltaba terminar de dar unos finales para terminar su carrera de hotelería, en La Suisse. Por suerte, pudo viajar mucho, a pesar de ser tan joven. Soñaba con montar su propio hotel.
¿Qué nos puede decir de la relación entre ustedes?
Como el de toda mamá que trata de ponerle límite a un adolescente, con algunas discusiones, pero siempre en un ambiente familiar. Incluso cuando se había ido a vivir con Luly, los fines de semana eran sagrados con toda la familia y a veces también algún día de la semana. Incluso hoy, siguen las reuniones con mis tres hermanos, que están todos casados, Memé y Pepé, que es como les decimos a mis padres, porque él es francés. Incluso Lucila les decía así porque ha venido muchas veces a esas reuniones.
¿Cómo vivió el pedido de Sol de irse a vivir sola?
Una de las cosas que me gustaba era que estaban cerca de mi casa. Tanto que cuando yo iba al supermercado, compraba cosas para mí y para ella… (le gana la emoción y no puede evitar largarse a llorar)… a… ése supermercado no pude ir más… (toma aire, agua y retoma)… Hoy tengo un terapeuta y voy a una parroquia a la que creo que ella me hizo llegar (levanta sus ojos mirando al cielo). Pero las cosas simples, las cosas cotidianas, me destrozan el alma. Los detalles en los que la encuentro me desarman.
¿Nos describiría la forma en que transitó usted aquél día?
Desde que me levanté me sentí mal; no me podía mover. Estábamos por cenar, a las 10, y me llamó Valeria, su prima preguntándome por Sol, que no había ido a su cumpleaños, que había llegado Lucila y que no estaba. Llamé a su abuela y ahí me entero de que no había ido a trabajar aunque su papá y su hermano estaban en Punta del Este (trabajaba con ellos en una casa de polarizado de vidrios de autos). Y me empecé a preocupar. Pensé que habría llevado la recaudación a casa de su papá, que se habría quedado dormida… No llegué a salir de la Panamericana que me llaman para decirme que Sol estaba sobre un charco de sangre. Lo que sigue, es terrible… Cuatro años en lo que sólo voy de la Fiscalía al cementerio y a la parroquia, el único lugar adonde encuentro algo de paz.
¿Sospechó que Lucila había sido capaz de matarla?
Todo el tiempo quise despegar a Lucila del caso. No querría que fuera a la cárcel una inocente. Pero desde el segundo día, el fiscal me dijo que todos los indicios apuntan a ella.
¿Cuáles?
Fundamentalmente, la hora. Ya a la 1.30 de la mañana, no responde las llamadas de una amiga que abrió señales de Nextel 25 veces. Quería hablar con ella porque acababa de pelearse con el novio. Abre el canal de voz y le dice “Sol, por favor, atendeme”, y nada. Y ella vivía colgada al teléfono. Por otra parte, estaba todo cerrado, con llave; no hay cerraduras forzadas. La Policía Científica asegura que no entró nadie por arriba, que no hay señales de nada. Si hubiera sido alguien que entró desde la obra en construcción que daba al puentecito que tenían como balcón, como ella sostiene, habrían encontrado algún rastro. Ella dice que esa ventana estaba abierta y no fue así: hasta costó abrirla. No le robaron, porque el sobre con la recaudación del día anterior estaba ahí, y eran entre 3 y 4 mil pesos. Gendarmería revisó hasta las instalaciones por si alguien se hubiera limpiado, pero nada. Además, a uno de los primeros que llama cuando encuentra el cadáver es al ex novio de Lucila, un chico con el que terminó porque quiso besar a Sol. Ella le dijo que no, y se lo contó a su amiga inmediatamente. Hoy sólo rezo y quiero justicia. Mi vida es eso.
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La Lic. Marina Harvey es la mamá de Lucila Frend. Se la nota muy dolida por lo que pasó. Manifiesta estar preocupada por las acusaciones que pesan sobre su hija y por lo que pudiera pasarle.
¿Como era la relación entre ellas?
Espectacular. A partir de que el fiscal empieza a sospechar de ella, de las pequeñas cosas empezaron hacer un mundo, tal es así que cuando hablan de los problemas, hablan de que se peleaban a ver quién lavaba los platos, por quién usaba un pantalón o el desodorante. Hasta se habló de lesbianismo… Todas bajezas.
¿Era la primera vez que Lucila se iba vivir sola?
Vivíamos en San Isidro y cuando nos mudamos a Tigre, el tema del viaje a la facultad y al trabajo, se hacía difícil. Lu dijo que quería vivir sola. Probó irse a vivir con el papá, que vive en Victoria, porque estoy separada, pero no funcionó. Salió la oportunidad de ese PH y así empezó. Su ida me costó, pese a que los fines de semana venía a dormir. Ese departamento era muy inseguro. Pero empezaron a vivir juntas. Y estaban re felices, re contentas.
Hubo un mail muy fuerte con ése ex novio…
Sí, y Luli dijo: “Yo mandé ese mail porque estaba recontra dolida. Estuve muy enamorada del que fue mi primer novio. Habíamos cortado hace poco. Me dolió terriblemente que le hubiera tirado los galgos a mi mejor amiga”, y nunca ocultó su contenido (“te voy a matar, me clavaste un cuchillo en el corazón”), pero eso es una forma de decir, y aclaró: “Jamás pensé en que lo iba a matar, estaba muy dolida”. Y Pablo (su ex novio) declaró que Luli era re-tranquila y que estaba muy arrepentido de coquetear con Sol. Y dijo algo más: “Sé que esto no pudo ser idea de Luly, yo lo sé, yo la conozco”.
¿En qué momento Lucila supo que Pablo intentó seducir a Sol?
Al poquito tiempo. Y cortaron. Pablo dijo que habían planeado un encuentro de día, pero por esas cosas de la vida, resultó ser a la noche. Y que tomaron mucha cerveza. Y se dio una cosa así de seducción entre los dos.
¿Por qué sostiene que los padres cambiaron su punto de vista y ahora acusan a Lucila?
Creo que el fiscal se obsesionó con el tema del horario y ellos creyeron en él. Un tema donde varios peritos presentan diferencias. Yo sé que mi hija es inocente. Esto es lo más duro que me pasó en la vida y todavía no terminó. Esperemos que se haga justicia.
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Mientras tanto, el juicio oral que se lleva a cabo en los Tribunales de San Isidro está próximo a su fin.
Lucila Frend, quien ratifica su inocencia desde antes del inicio, deberá escuchar la sentencia ¿culpable o inocente? La justicia tendrá la última palabra.
