Estela
Estela es una luchadora tenaz e inagotable, que durante muchísimos años reivindicó la verdad, la memoria y la justicia”, señala la documentalista Silvia Di Florio, directora del documental Estela, respecto de la admiración que siente por Estela de Carlotto, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. “Las Abuelas, para mí, son un ejemplo de vida, y Estela, como su representante, sintetiza esta lucha, en un temple admirable, la palabra justa, la firmeza en el tono y un reclamo paciente pero permanente”, detalla Di Florio a Miradas al Sur, para quien la transformación que han hecho las Abuelas, del dolor en esperanza, y la tenacidad que han sabido sostener a lo largo de tantos años, es un ejemplo para los argentinos. “Con este audiovisual confirmé lo que ella sostiene siempre, que es una mujer común, de una sencillez y de un sentido común excepcional, que es lo que la hace tan singular”.
Para la directora del audiovisual –realizado junto con Walter Goobar y Magdalena Ruiz Guiñazú– que el próximo domingo se ofrecerá con la compra opcional de la revista Veintitrés, se pusieron en juego muchas cosas personales en esta realización, ya que se tuvo que ir del país en marzo de 1977, embarazada de siete meses. “Siempre sentí que si yo no hubiera podido salir, mis hijos podrían haber sido alguno de los nietos que las abuelas buscan”, reconoce.
Tal vez uno de los logros de este documental sea el haber encontrado a muchos de sus ex alumnos de la escuelita de Brandsen, donde ella fue maestra en los años ’50. Una parte de la vida de Estela que casi no se conoce.
Pero el golpe de Estado de marzo de 1976 partió la vida de esta docente en un antes y un después. Di Florio logra un film intimista donde Estela en su hogar, entre algunas fotos y muchos recuerdos, reconstruye para su nieto, Guido, la historia de su familia. Habla mirando a cámara y dirigiéndose directamente a su nieto que todavía no recuperó su verdadera identidad y que este 2011 debería cumplir 33 años. Le cuenta sobre la vida de sus padres y sobre su propia vida; como asegurándose de que aunque no llegara a verlo, él tendrá la posibilidad de recuperar su historia, tal como a ella le hubiera gustado contársela. “Que sepa que lo estoy esperando, que lo estoy buscando, que me encuentre, que me deje encontrarlo”, pide Carlotto.
Sin dudarlo, con este trabajo, la directora vuelve a transmitir sentimientos, sutilezas en forma de relato audiovisual, que emocionan, que conmueven y hacen reflexionar al espectador. “¿El 24 de marzo próximo? Estaré en la marcha, como siempre”, remarca Di Florio.

Para la directora del audiovisual –realizado junto con Walter Goobar y Magdalena Ruiz Guiñazú– que el próximo domingo se ofrecerá con la compra opcional de la revista Veintitrés, se pusieron en juego muchas cosas personales en esta realización, ya que se tuvo que ir del país en marzo de 1977, embarazada de siete meses. “Siempre sentí que si yo no hubiera podido salir, mis hijos podrían haber sido alguno de los nietos que las abuelas buscan”, reconoce.
Tal vez uno de los logros de este documental sea el haber encontrado a muchos de sus ex alumnos de la escuelita de Brandsen, donde ella fue maestra en los años ’50. Una parte de la vida de Estela que casi no se conoce.
Pero el golpe de Estado de marzo de 1976 partió la vida de esta docente en un antes y un después. Di Florio logra un film intimista donde Estela en su hogar, entre algunas fotos y muchos recuerdos, reconstruye para su nieto, Guido, la historia de su familia. Habla mirando a cámara y dirigiéndose directamente a su nieto que todavía no recuperó su verdadera identidad y que este 2011 debería cumplir 33 años. Le cuenta sobre la vida de sus padres y sobre su propia vida; como asegurándose de que aunque no llegara a verlo, él tendrá la posibilidad de recuperar su historia, tal como a ella le hubiera gustado contársela. “Que sepa que lo estoy esperando, que lo estoy buscando, que me encuentre, que me deje encontrarlo”, pide Carlotto.
Sin dudarlo, con este trabajo, la directora vuelve a transmitir sentimientos, sutilezas en forma de relato audiovisual, que emocionan, que conmueven y hacen reflexionar al espectador. “¿El 24 de marzo próximo? Estaré en la marcha, como siempre”, remarca Di Florio.