Publicado en Miradas al Sur el 29/11/09

Almendra fue un acto de amor El 4 de diciembre próximo Luis Alberto Spinetta presentará en Vélez un nuevo show junto a sus bandas eternas en el que se volverá a reunir con quienes compartió tanta música. Coincidiendo con la celebración de los 40 años de la grabación del primer LP de Almendra y 30 años después del reencuentro en Obras, aquella mítica banda vuelve a sonar junta. Una semana antes del recital, los amigos del flaco hablaron con Miradas al Sur.
Amigos de un Belgrano bastante distinto al mote elitista que tiene ahora, los integrantes de Almendra lo recuerdan como un barrio fabril.
Rodolfo García, el baterista y el único que no concurría al colegio San Román, fue el que, sin saberlo, inició el encuentro: “Con Luis nos conocimos por un vecino mío que me dijo que era un loco de la música. Le dije que lo invitara a los ensayos y en seguida nos hicimos bastante amigos. Él tenía 13 y yo 17 y hablábamos siempre de música”.
Spinetta era compañero de banco de clase de Emilio del Güercio. Andaban juntos siempre y se sumó a oír los ensayos.
Un hermano de Emilio tocaba en una banda con Edelmiro Molinari que iba al mismo colegio pero a la mañana, al Comercial.
“Yo todavía no tocaba el bajo- revelaba Emilio que tocaba en el grupo de su hermano- pero me colgaron uno y empecé a probar. En esos tiempos no había quién enseñara bajo. Le dedicaba muchas horas todos los días. Me contaba mi viejo que él venía a sacármelo porque me quedaba dormido con el instrumento en la mano y cuando iba a hacerlo, dormido y todo, lo agarraba de nuevo”.
Se juntaron todos, se conocieron y terminaron rompiendo con sus grupos para juntarse entre ellos. Más o menos así se formó Almendra, uno de los grupos fundacionales de lo que hoy es el Rock Nacional.
Compartían también el ritual de escuchar a las 24 el programa de radio Modart en la Noche donde Ricardo Kleinman presentaba las novedades musicales del exterior al que era difícil tener acceso. Así estaban al día con los Beatles, los Kinks o Cream que en el aire porteño se mezclaba con el folklore del Nuevo Cancionero Argentino, el jazz y Piazzolla.
El primer disco. Una conferencia en el Payró donde se hablaría de la nueva música que presentaban Los Gatos les permitiría proponerle a Kleinman que escuchara sus ensayos. Algo que nunca creyeron que ocurriría, pero pasó. Inmediatamente después de oírlos ensayar, Kleinman les prometió que grabarían con RCA.
Así llegaron, en 1968, dos simples y luego “Almendra” el Long Play con el payasito en la tapa.
“En realidad –reveló Rodolfo- terminó saliendo a mediados de enero del 70. Porque no querían sacar nuestra gráfica. Para las discográficas, la nuestra era música juvenil y sostenían que los compradores eran chicas. Querían una foto con nuestras caras. Nosotros no. Fue una lucha porque perdieron el original. Después, supimos que lo habían destruido. Respondimos que si no lo tenían haríamos otro igual. Luis se lo acordaba y realizó otro, idéntico. Y salió así”.
Emilio subrayó: “Queríamos entregarle al público una obra artística completa”.
Pero todos coincidieron en que la emoción más fuerte fue cuando escucharon por primera vez El tema de Pototo, claro, en Modart en la Noche.
Se separarían a fines de 1970 por problemas internos que la distancia y la experiencia disolverían en el olvido. Y se volverían a juntar 10 años después en una serie de recitales, logrando una concurrencia impensada y un disco en vivo.
Por entonces, Edelmiro señalaba: “No nos separamos, nos multiplicamos”. Y armaban otros tres grupos muy importantes: Pescado Rabioso, Color Humano y Aquelarre.
“En aquél momento fue sólo una salida ingeniosa- reflexionó Rodolfo- aunque después, en la práctica resultó así. Pero no lo hicimos adrede. En realidad hubo diferencias, ciertos roces… inexperiencias sobre cómo manejar una situación de conflicto. Son lugares por donde hay que transitar y después hacerte cargo”.
El regreso. El recital del Flaco Spinetta en el estadio de Vélez el 4 de diciembre será todo un acontecimiento que volverá a reunirlos en un escenario.
Rodolfo:- “Para mí fue una cosa totalmente inesperada. Me llamó Luis con la propuesta y me pareció bárbaro juntarme otra vez con mis compañeros pero también con el público de antes y con el de las siguientes generaciones”.
Emilio:- “Ya sé que va a ser algo muy movilizador. Voy a tener que hacer mucha fuerza para que las emociones no me traicionen. Y lo sé porque ya lo viví en el 80. Casi no podía cantar, y no querría que me volviera a pasar. Almendra dejó una marca muy fuerte en mí”.
Edelmiro:- “Me parece genial la idea de Luis la de celebrar en vida su producción con todos los músicos de su carrera. Me pareció bárbaro ya desde el título: Luis Alberto Spinetta y sus bandas eternas. Va a ser un momento especial porque ya nos vienen pasando cosas en los ensayos. Entre nos, desde hace un tiempo tenemos craneado juntarnos a tocar todo lo viejo y algo nuevo: Almendra a Full. Algo que busque recuperar los sueños que teníamos. El mundo ha perdido el rumbo. La sociedad de hoy parecería estar preparándonos para ser sólo eficientes… pero eso será para el año que viene, porque ahora es esto, que va a ser único e irrepetible. Almendra fue un acto de amor.