Sacar fotos

Por Felipe Deslarmes

Publicada el 14/11/2020 en https://revistaharoldo.com.ar/nota.php?id=550

El 7 de noviembre de 2020 falleció Víctor Basterra, obrero, militante político, secuestrado-desaparecido durante la última dictadura, sobreviviente de la ESMA y testigo en los juicios de Lesa Humanidad. En base a una entrevista realizada en el Archivo Nacional de la Memoria, disponible para ser visualizada, en esta nota se recorre parte de su vida, una condensación de la lucha del pueblo argentino. 




Víctor Basterra, sobreviviente de la dictadura cívico militar, detenido desaparecido en la ESMA.

El 10 de agosto de 1979, Víctor Melchor Basterra tiene 35 años. Está sentado en la silla del patio de su casa mientras se recupera de una operación de hernia. Va por el quinto mate cuando se levanta con un mal presentimiento. Su casa está ubicada en Valentín Alsina, una ciudad de casas bajas del partido de Lanús, en la zona sur del Gran Buenos Aires. De repente, toda la cuadra quedó en silencio, como si la Tierra hubiera dejado de respirar. Y en un minuto, queda todo dado vuelta. Entran por los techos. Varios tipos. La paliza la recordaría por décadas como "terrible". Mientras ellos le pegan, él los ve llevarse a su compañera y a su beba. Sin orden de detención o allanamiento escrita, antes de meterlo en uno de los autos, le dicen: "Ni se te ocurra gritar 'Viva Perón' porque te metemos un tiro en la cabeza acá nomás". Él sólo piensa: "Tienen a mi hija".

Casi 40 años después, se presenta con voz áspera: "Soy obrero gráfico, hijo de una obrera textil y de un albañil". De tez oscura, su piel cuarteada se apropió de un linaje de dolor y hambre; pero también de la crueldad que las estructuras socioeconómicas de Latinoamérica reservan al proletariado. Las peores marcas fueron las que lo caracterizan como sobreviviente; o como él prefiere, "testimoniante".

Su vida condensa la historia de la Argentina.

Segundo hijo de un albañil y una obrera textil, en 1946, Víctor Basterra era un bebé que conocía la hostilidad antes de aprender a hablar. "Mi padre murió cuando yo tenía un año". De ahí en adelante, con golpes cada vez más duros, se iría moldeando este "rebelde con causa", como se definiría a los 74 años.

Su infancia se movió entre barrios rurales del Gran Buenos Aires y el barrio porteño de Boedo. "Yo me siento de Boedo, por eso soy hincha de San Lorenzo". El peronismo en el Gobierno le daría de mamar la realidad con una visión colectiva. Luego de cursar primero inferior y primero superior, ingresó a un colegio de monjas en el barrio Marinos de Fournier, en Villa Madero, una ciudad del partido de La Matanza, en el Gran Buenos Aires. Eran 30 varones y 300 mujeres. Y allí estaba con 10 años cuando bombardearon la Plaza de Mayo en 1955.

"Yo tenía procedencia de familia peronista. La disputa con la Iglesia, estudiando en una institución religiosa, venía haciendo flaquear mi fe. Mis dudas terminaron con los bombardeos. Sobre todo, al saber de los aviones con una Cruz por encima de una 'V', lanzando la consigna 'Cristo Vence' impresa en las bombas". Aquél niño se paró entonces en un banco de la escuela y gritó: “¡Muera Cristo Rey!”. Y cerró los ojos como esperando un rayo divino que lo partiera al medio. "El cachetazo de una monja me volvió a la realidad y me dejó tirado en el piso". Lo expulsaron, pero una gestión de su hermana mayor le permitió terminar ese año allí. "Fue la primera rebeldía fuerte contra una institución que recuerdo". Al año siguiente, volvió a su escuela rural originaria.

Al terminar la primaria, su tía Elba le consiguió trabajo en una imprenta pequeña que tenía mucho trabajo. Y estaba Arturo Frondizi en la Presidencia cuando, en 1958, se desató el conflicto “Laica o Libre”, entre quienes apoyaban o rechazaban la intención del Gobierno de subsidiar universidades privadas y autorizarlas a emitir títulos habilitantes. A este debate Basterra llegaba ya reconociéndose agnóstico y comenzó a participar activamente en las movilizaciones. "Con el tiempo, mi pertenencia obrera fue mi forma religión, una postura clasista de procedencia peronista que me fue formando", recordó Basterra.


Tapa del diario La Voz del mundo donde aparece Basterra en tapa con las fotos que pudo rescatar durante su cautiverio para luego aportar como parte de su testimonio, agosto de 1984.
Foto: Archivo Nacional de la Memoria

El seno familiar le aportó sus primeros condicionamientos de clase. "Hacía poco que laburaba; tenía 14, y mi vieja que, aunque le gustaba mucho la poesía, era analfabeta, me dio una clase inolvidable: 'Nunca subas al coche del patrón', me dijo. Con el tiempo entendí. Soy policlasista[1]. Y el patrón puede tener su buena empresa y su lindo chalet; pero la vida de uno es otra cosa. La pelea es una de las bases para conquistar derechos, lograr beneficios laborales y darle una mano al compañero que se tiene al costado, en comunión, con confianza".

Hacia 1964, luego del Servicio Militar Obligatorio, un aviso en un diario lo llevó a Don Torcuato, 24 kilómetros al norte de la Ciudad de Buenos Aires. Comenzaba a trabajar en la imprenta Ciccone (entonces era Ciccone hnos y Lima) de los socios Nicolás y Héctor Ciccone y don Fernando Lima Rubio. A este último, Basterra lo recuerda como a un "antiguo fascista español" que había formado parte de la Legión Azul y había estado en los escuadrones que Franco había mandado a Hitler para combatir en Rusia. "Me decía en tono gallego: 'A mí me gushta dishcutir contigo, Víctor, tete a tete o vis a vis'" (y sonríe por la picardía de la imitación). La empresa, que abarcaba todo tipo de trabajos gráficos, sorprendió a Basterra transformándose exclusivamente en una empresa de valores bancarios. Ahí se familiarizó con trabajos más exigentes y con incidencia legal. Fue cuando comenzó a acercarse a la Federación Gráfica Bonaerense, un gremio combativo, donde su rebeldía adhirió a la causa gremial. "No como sindicalista de un sindicato determinado sino de una clase, dando más importancia a la base que a la superestructura. Eso hizo que luego me volcara a organizaciones que levantaban esas banderas: primero, el Peronismo de Base; y luego las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), que se nutrían entre sí", remarca.

Pasó varios años frente a máquinas de hierro y tinta como minervista[2], ponepliego y frente a las máquinas offset agudizando su visión crítica en la calidad de impresión. Y pasó también: su militancia en las FAP, su trabajo por varias compañías y su aparición en listas negras como "activista".

Estaba de licencia médica por la operación de una hernia cuando lo secuestraron y llevaron a la ESMA, junto con su compañera, Dora Laura Seoane, y su hija, María Eva, que tenía 2 meses y 3 días. Lo sentaron atrás, en un auto de civil, un Ford Falcon. En el trayecto, la mujer del carnicero de su cuadra lo identificó y quedó espantada por los golpes que tenía en la cara. Unas cuadras después, le colocaron una capucha, le dijeron que se tirara al piso del auto y lo taparon con un sobretodo. “Tienen a mi hija”, se repetía él y era lo único que tenía en mente.

En un momento, el auto se detuvo. Víctor Basterra escuchó abrirse una puerta de hierro y luego la orden: "Este va a la huevera". Lo bajaron del auto a patadas y lo empujaron por la escalera que llevaba al sótano. La huevera, supo allí, era la principal sala de torturas. "Me tuvieron mucho tiempo; más de lo que uno puede soportar. Era joven y muy resistente. Yo había hecho mucho boxeo, mucho deporte, entonces, me la bancaba. Nunca me pudieron desmayar. Fue muy duro". Sufrió dos paros cardíacos y escuchó al médico que lo ascultó decirle a sus torturadores que estuvieron a punto de quebrarle la columna. Él tenía la sensación de que no había tiempo, no había horarios. No había nada. "¡Lo que nos va a cobrar SEGBA de luz!", decían ellos.


Fotos de represores que actuaron en el centro clandestino ESMA que se utilizaban para falsificar documentos, tarea forzada que le hicieron hacer a Victor Basterra durante su cautiverio y que luego fue parte de la prueba presentada ante los tribunales.
Foto: Archivo Nacional de la Memoria

Las palizas eran permanentes. A los secuestrados, les aflojaban los músculos a garrotazos. Los torturadores se turnaban. Había cuatro equipos: uno de la Prefectura, uno de la Armada, uno de la Policía Federal, uno de Servicio Penitenciario. “Cada grupo pegaba durante una hora y pico. Después se iban. Se hartaban. Venía otro grupo. Era así, permanentemente. Al que caía lo destrozaban. Buscaban algún tipo de información. No había una temática particular en la que se enfocaran; pero sí insistían mucho con temas como plata y propiedades”.

Basterra cuenta que querían quedarse con las pertenencias de los secuestrados. “Boludo, hablá ¿No hay una casa que vos conozcas?”, decía al oído el que hacía de “policía bueno”. Ese era un gran negocio. Supo que habían montado una “inmobiliaria” en la ESMA. Y que también acumulaban muebles y ropa de sus víctimas, como quedaría probado tiempo después. Cada secuestro, recuerda, era como en una mudanza: levantaban todo.

Era duro, pero en un momento cantó. Habían pasado más de 20 horas de tortura. “En un momento, uno me dice: ‘¿Te creés muy duro? Te vamos a dar máquina con tu beba en el pecho’. Abren una puerta y escucho el llanto de un bebé. ‘¡NO,LACONCHADETUMADRE!’, pensé. Y sólo atiné a darles datos mezclados para que les tomara más tiempo cruzarlos”. Por esa información, caería Juan Carlos Pepe Anzorena. Después sabría qué era “Capucha”, y también que liberarían a su esposa e hija una semana después.

“Capucha” era el techo o altillo en forma de mansarda o buhardilla de un edificio de tres pisos que era el Casino de Oficiales de la ESMA. Con una distribución en forma de "L", la escasa iluminación natural la aportan pequeños ventiluces horizontales instalados a más de dos metros del piso que apenas permitían la circulación del aire. Reafirmando la sensación de encierro, se sumaban a la imagen las enormes vigas de hierro que eran el esqueleto de la mansarda exterior. Una escalera metálica con un guardia armado controlaba el acceso a Capucha. Ahí tenían a los prisioneros engrillados las 24 hs, “tabicados[3]” que es como se referían al hecho de taparles los ojos con una venda o capucha de tela gruesa, y sobre una colchoneta roñosa y finita puesta sobre el piso de cemento alisado. Una frazada gris de la Armada a la que le habían recortado el símbolo de la Armada completaba la escena, dentro de paneles de un metro de alto por 2mts de largo y 0,70mts de ancho sostenidos con unos herrajes en “T” para que no se cayeran. "Eran ataúdes sin tapa", recuerda Basterra. El frío y el calor eran más intensos en Capucha. En el mismo piso estaban los baños y el "pañol", el espacio donde acopiaban perfectamente ordenado y clasificado el botín de los secuestros y la ropa que sacaban a los “trasladados”[4]. Ropa y calzado pero también muebles, heladeras, cocinas, estufas, de todo y en cantidades obscenas. También estaban en ese piso la "pieza de las embarazadas" y la “pecera”, una serie de pequeñas oficinas, armada al año del golpe, adonde sometían a algunos prisioneros a trabajo esclavo. Trasladaron desde el sótano el archivo de prensa y la biblioteca. Un archivo de prensa y una biblioteca estuvieron en distintos tiempos en el sótano y en el altillo. En la planta baja estaba el Salón Dorado donde realizaban la inteligencia y la planificación de los operativos de secuestro. Y en el sótano, celdas, el laboratorio fotográfico, habitaciones que funcionaban como oficinas de finanzas o prensa, la huevera (llamada así por estar recubierta de maples de huevos que reducían los gritos) y la sala de tortura. El cinismo de los oficiales bautizó “Avenida de La Felicidad” el pasillo que unía estos espacios. Desde Capucha, en el altillo, por una escalera de hierro controlada por un guardia, se podía acceder a un segundo altillo mucho más chico: “Capuchita”. Dos salas de tortura y el mismo sistema de hacinamiento que en Capucha pero en peores condiciones.

En septiembre de 1979, la visita a Buenos Aires de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) incomodó a los marinos. Entonces, trasladaron a los secuestrados-desaparecidos por un mes a una isla en San Fernando, que era de la cúpula de la Iglesia y que llevaba por nombre El Silencio[5]. Eran 60. A Basterra lo pusieron junto a otros debajo de una casa palafitada[6] a la que habían cegado y que tenía sólo una puerta y una ventana muy pequeñas. Basterra recuerda: “No entraba luz. No había agua corriente. Todo era un rincón infecto y maloliente". Los guardias no entraban. Él pasaba todo el día tabicado.

En El Silencio, otras dos secuestradas les preparaban de comer. “Me pasó algo con la comida”, revive Basterra y trata de explicar. Mientras estuvieron en la ESMA, y antes de ir a la isla, recibían cada mañana un trozo de pan con mate cocido, y al mediodía, un sanguchito con una carne negruzca, extraña. Lo mismo en la merienda y cena. Pero en la isla, Blanca Firpo "la Betty" y "la tía Irene", que era Thelma Jara de Cabezas[7], cocinaban para los "Capuchas" unos churrascos a los que Basterra todavía recuerda como "hermosos". Al regresar a la ESMA, volvieron al régimen original. Ese mediodía, él descubrió que ese "bife naval", como le llamaban los genocidas, no tenía gusto, olor, ni textura a nada conocido. "Y se me dio por pensar que era carne humana; de los compañeros. Desde ese instante, me negué a comer".

Aunque no lo dijo, sus compañeros se enteraron. Comenzaron a acercarle naranjas. "Las recuerdo como un río de oro que llegaba a mis manos". Pero un guardia se dio cuenta de que sólo se alimentaba con esa fruta y dijo que el bife naval era carne de vaca, que estaba en las cámaras mucho tiempo, medio podrida, por eso estaba negra y no tenía sabor a nada conocido, porque generalmente se descarta la carne en esas condiciones. “Recién ahí volví a comer el bife naval”, reconoce Basterra.

Un día de marzo de 1980, frente al pedido de asistencia de un compañero, un guardia le permitió ver a otros compañeros y abrazarlos. Entre ellos estaba Néstor Ardeti, conocido como “el Gordo Ramón”, un histórico de FAP. En el abrazo le dijo: “Negro, si zafás de esta, que no se la lleven de arriba”. Un mandato que desde aquél día Víctor Basterra tuvo siempre presente.







Basterra en una de las presentaciones de las fotos que rescato de los detenidos desaparecidos en la ESMA.

En 1980 el sistema de documentación en la Argentina se modificó. Adquirió elementos de seguridad que ya se usaban en las impresiones de valores bancarios. "De alguna forma, eso me salva la vida. En un momento determinado me dicen: 'trabajás o te morís'. Un tipo me dice…Recuerdo que tenía una pistola. Yo estaba encapuchado. Me hizo levantar la capucha así…veo el escritorio. TRACK. 'Trabajás, o te morís' (traga saliva); ¿Qué necesitan?; ¿esto, esto y aquello?; Bueno, si puedo…; ¿Sabés de fotografía?; Sí. Y los otros compañeros que ya venían haciendo trabajo esclavo me empezaron a enseñar todo. Lo demás, lo aprendés como sea. Estaba la vida en juego. 'Trabajás o te morís'". Pero no todos quisieron comprenderlo así con la vuelta de la democracia.

"Yo no podía negociar; no estaba en condiciones. Pero siempre presente, el mandato: 'No se la tienen que llevar de arriba'. Y eso es lo que sucedió". Sabedores de que Basterra conocía los elementos, revelar y sacar fotos, y que había manejado la impresión de documentación, lo pusieron a falsificar documentos en el área Documentación y fotografía. "Quienes estaban en el Grupo de Tareas G.T.3.3.2 de la Armada operaban con documentación falsa. Iban a un edificio de propiedad horizontal e ingresaban con documentación falsa, credencial policial falsa. Se movían en automóviles con documentación falsa, y si paraban un vehículo en la ruta para control vehicular, era con credencial falsa. Si hacían una operación en el exterior, era con pasaporte falso. Todo era falso; porque era clandestino. La ESMA era un Centro Clandestino de Detención, por lo tanto, todos sus movimientos eran clandestinos. Y por eso necesitaban documentación falsa".

A Basterra, esa tarea también le serviría evitar el contacto con los captores y evitar los gritos que se escuchaban en los pasillos. Aislado de todo, empezó a armar su mundo. En el '81, Basterra notó que por algunas horas se quedaba solo. Conocía los tiempos. No sabía bien cómo ni para qué, pero se había decidido comenzar a esconder una copia de las fotos que hacía, burlando los controles.

En 1982, le llegó la posibilidad de sacar al exterior una parte de ese material. "En algún momento debo haberles parecido inocuo, y me llevaron a ver a mi familia. Periódicamente hacían eso con algunos prisioneros. Era algo raro, porque la alegría de ver a un familiar era también una preocupación. Te mostraba que los tipos sabían todos sus movimientos, que entonces también eran rehenes".

Un día se decidió. Guardó unas copias entre sus partes íntimas. Le revisaron el bolso y todo lo habitual. Pasó. Ya en su casa, se encontró por primera vez yendo al baño, revisando las fotos 4x4 y escondiéndolas en un hueco del placard. Un procedimiento que repitió una y otra vez.

El 2 de diciembre de 1983, una semana antes de la asunción de Raúl Alfonsín y de la vuelta de la democracia, lo liberaron. Pero siguió con un régimen de visitas semanales sorpresivas en su domicilio -hasta agosto de 1984- por parte de su torturador a cargo, Jorge Manuel Díaz Smith, alias "Luis". Sus vecinos le habían advertido que cada vez que salía lo estaban siguiendo. Y el propio Basterra lo confirmaría más adelante, cuando declaró que recibía mensajes contándole en qué lugar, a qué hora había estado y con quién. En democracia, esas fuerzas seguían operando en la impunidad.

Con el tiempo y en secreto, iría armando un álbum que una madrugada llevó al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). En mayo del '84, lo presentó en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP)[viii] y luego en el Juicio a las Juntas[9]. La CONADEP fue una comisión de 18 “notables” o personalidades de una multiplicidad de profesiones y casi un centenar de “no notables” que eran colaboradores jóvenes de una franja etaria entre 19 y 29 años creada por el flamante Gobierno democrático para investigar la desaparición forzada de personas durante la dictadura. Las investigaciones conformarían el Informe "Nunca Más", publicado en septiembre de 1984, y sería la base para el Juicio a las Juntas[10], aquél donde la justicia civil juzgó a los responsables de los actos genocidas de la dictadura.

A las 15.30 del 22 julio de 1985, Basterra -que ya tenía 40 años- se presentó en el Juicio a las Juntas. Declaró por más de seis horas: detalló nombres, sosías y apodos sin un solo balbuceo. Contó su historia y las de otros detenidos.

Allí, también pidió públicamente disculpas a Juan Carlos Pepe Anzorena, a quien habían secuestrado por un dato que él confirmó en su tortura, a quien pusieron un tiempo a su lado en Capucha, y que hoy continúa desaparecido. “Tranquilo, Víctor –le había dicho entonces- si me hubieran hecho lo mismo que a vos, también cantaba cualquier cosa”.

Aquél día, entre las figuras que presenciaban su testimonio, estaba Jorge Luis Borges[11]. El escritor se retiró antes de que Basterra terminara su exposición, por el espanto que le produjo el testimonio. El texto Lunes, 22 de julio de 1985[12] imprimió la experiencia del escritor de aquella jornada: "no juzgar y no condenar el crimen sería fomentar la impunidad y convertirse, de algún modo, en su cómplice”.


Notas

[1] Para algunas posturas ideológicas, el peronismo se define por la intensión de constituir una alianza de clases (policlasista) entre la burguesía local y el movimiento obrero. Para otros, como John W.Cook, el Movimiento puede ser policlasista pero su ideología no. Tal como revisa el filósofo José Pablo Feinmann: La ideología del Movimiento es: 1) O la ideología reaccionaria o reformista de la burguesía; 2) O la ideología revolucionaria del proletariado (ver: https://www.pagina12.com.ar/especiales/archivo/peronismo_feinmann/CLASE36.pdf )

[2] Minervista es quien maneja la Minerva, una máquina tipográfica de pequeñas dimensiones.

[3] En el ámbito de los Centros Clandestinos de Detención se denominaba tabique a una venda gruesa que tapaba los ojos de los secuestrados.

[4] Hablaban de “traslado” dando a entender un procedimiento que implicaba ser llevado a cárceles legales pero en realidad, luego de ser drogados con Pentothal, eran subidos a camiones que los llevaban a un avión desde donde serían arrojados vivos al Río de la Plata. Fueron los llamados Vuelos de la muerte. http://www.desaparecidos.org/nuncamas/web/ccd/e/esma10.htm

[5] Isla en el Tigre que era propiedad del Arzobispado de Bs As donde la Marina llevó a los secuestrados de la ESMA en 1979 durante la visita de la CIDH. Ver: http://www.laretaguardia.com.ar/2015/02/el-largo-regreso-la-isla-el-silencio.html

[6] Viviendas edificadas sobre pilares o estacas por la posibilidad de que una crecida del agua pudiera afectarles.

[7] Thelma Jara de Cabezas estuvo cautiva en la ESMA entre el 30 de abril y diciembre de 1979. Junto a otros familiares había iniciado la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas ante la desaparición de su hijo menor, Gustavo, de 17 años. Estando secuestrada fue obligada a dar entrevistas falsas (Ver: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/12/141218_argentina_falsa_entrevista_parati_irm) .

[8] http://www.derechoshumanos.net/lesahumanidad/informes/argentina/informe-de-la-CONADEP-Nunca-mas.htm

[9] https://www.youtube.com/watch?v=mOzvHQg17XI

[10] https://vimeo.com/77879236

[11] https://www.escritores.org/biografias/439-jorge-luis-borges

[12] https://www.lainsignia.org/2004/diciembre/cul_041.htm

La herrumbre de un dardo en la herida



La herrumbre de un dardo en la herida

Lo peor de una historia es cuando queda trunca. Y hay historias que queman como un fierro caliente.
Tal vez quien supo mejor la diferencia entre quemar y arder fue Dardo Sebastián Dorronzoro. Poeta, periodista y herrero, moldeaba cada palabra a martillazos. "No es solamente la luna ni el rocío ni la luz celeste de los pájaros, puede también ser una alpargata vieja, toda agujereada, toda casi muerta después de andar fábricas, andamios o duros y calientes caminos de noviembre. No, no necesariamente todo lo poético debe ser bello”. Clinclan, clinclan.
Una vez ganó un premio. Dos veces. Pero el de marzo de 1971 prendió el brasero. Un premio de guita. Eran 80 lucas de la época. Y debe haber sido mucha guita porque generó una rabieta en los círculos literarios y políticos que sólo puede despertar la envidia. Lo acusaron de incoherente, de contradecirse, de todo, pero de forma anónima y en diarios. Es que el premio literario se lo otorgaba la Biblioteca Ameghino a quien Dardo había pinchado de macartistas. Dejó pasar un tiempo hasta que con la mueca de una sonrisa marcada en su mejilla les respondió citando (tal vez más por su condición de herrero que de poeta) a Martín Fierro: “El primer deber del hombre es defender su pellejo, y como mi pellejo anda volando por todas partes, incluso hasta por teléfono, salgo a defenderlo”. Revisó entonces todas las acusaciones y las puso en el yunque: -clinclan, clinclan- que aceptó premios de quienes denostó, que acusó pero agarró, que por qué no la regaló a los pobres, y él que es tan revolucionario. Clinclan, clinclan. Y todos dele que dele, pero nadie levantaba cargos. Y apuntó: “Aunque, en realidad, ya estoy sospechando que lo que les duele a estos benéficos ciudadanos no son los cargos, sino que un simple herrero se junte con ochenta billetes de a mil, y para colmo, por la estúpida razón de haber garabateado un poema”. Y recién entonces esgrimió sus razones invitándolos a no engañarse con su cara de ángel:
1) porque, como todos saben, amo extraordinariamente el dinero.
2) porque de ninguna manera podía dejarlo en manos de gentes que, muy probablemente, irían a utilizarlo en comprar una soga para ahorcarme, o algo parecido.
3) porque, dado mis convicciones ideológicas, no puedo regalárselo a los menesterosos (como pretende un anónimo y melancólico Orfeo), pues los menesterosos no saldrán de esa terrible condición con limosnas sino con una auténtica revolución socialista.
4) porque no soy un imbécil.
Pero sobre todo, reconoció: “yo tengo un alma diabólica, pero mi lengua no sirve para tapar basura. Prefiero morir sin pellejo antes que silenciar inmoralidades”. Y les clavó que para decir cosas no recurría a la sucia arma impropia de utilizar un periódico decente para decir las cosas, “sino que las digo con mis dos nombres y apellido o frente a una cara, por más fea que sea”. Y relamiéndose les invitó a dejar los ochenta mil tranquilos, “que ya están gastados".
Por suerte, a algunas personas no se las pueden callar. En su poema Canción para mi sangre libre, decía “yo no quiero mirar de costado a los ministros,/ morir en cualquier amanecer con la sangre limpia”. Clinclan, clinclan.
Los 30 mil, en su mayoría tenían entre  15 y 35 años. Dardo tenía 65. Lo desaparecieron dos veces. La primera,  dos semanas antes del golpe de Estado de 1976. El 10 de marzo, un grupo del Regimiento 6 de Infantería del área 115 de la ciudad de Mercedes que también operaba ahí desde fines de 1975,  autodenominado “comando Bruno Genta”. Amenaza y posterior secuestro era la forma en que este grupo se había cargado a varios militantes de la ciudad anteriormente. Bruno Genta había sido un poeta argentino anticomunista, nacionalista y católico honrado por todas las dictaduras. Así que para desaparecer a un poeta revolucionario enviaban a un grupo apodado con el nombre de un poeta facho.
La esposa de Dardo, Nelly, que había sido su compañera, antes su amiga y antes su prima, describió que ingresaron encapuchados, rompiendo todo a su paso cuando se lo llevaron.
Consta en la causa, que a Dardo lo dejaron tirado en un camino de tierra por Carmen de Areco, tres días después de su secuestro. Le dijeron que tenía que irse del país. Y para convencerlo, lo habían torturado, golpeado, habían hecho simulacros de fusilamiento, mientras le machacaban vinculaciones políticas con la yerra de "Marxista-Leninista". Y dice la exposición policial de su declaración que a cada pregunta les respondió con claridad y veracidad y que por eso resolvieron soltarlo. Ya en su casa, Nelly le dijo que no la lesionaron físicamente aunque le habían dejado mensajes dentro y fuera de la casa que constan en el expediente de 1976: "Comando Jordan Bruno Genta, viva la patria", algunas cruces pintada con aerosol en distintos lugares junto a frases como: "Casa de bolche" o "Dios, patria, hogar", y la leyenda "croto" apuntando con una flecha a un retrato del Che Guevara.
Por esos días empezaba a esbozar algo así: “Desde hace tiempo siento la amenaza / de este viento sobre/ la luz de mi lámpara, sobre esa luz que apenas/ me alcanza para no perderme/ entre las garras del mundo,  entre los dientes/ de esa inmensa muchedumbre de lobos en la sombra”.
Pero volverían a desaparecerlo - y esta vez sería definitiva- un 25 de junio de 1976. El mismo grupo, con otras órdenes.
Aunque sus primeros textos periodísticos y poesías aparecieron en una publicación del Partido Socialista, más que por sus conocidas notas en los diarios Alberdi de Vedia, El Civismo de Luján y La Gaceta de Tucumán, y más que en sus libros publicados e inéditos, para los lujanenses dejó su firma grabada en la barra de los jóvenes guevaristas o de la juventud peronista que se acercaban al taller a debatir; a forjar sueños de hierro en talleres literarios que no esquivaban la política. 
Escribió mucho. Todavía quedan inéditos. Uno es La grieta (ojalá se refirieran a esta grieta en los debates actuales), una novela. Sí se publicó su novela La nave encabritada  (premio de novela Emecé, 1964) y sus libros de poesía Una sangre para el día (1975); Llanto americano  y “Viernes 25” (editados varios años después de su desaparición). Además de La grieta, nos privaron de Para no morir, Quien heredará nuestra sangre, Fusiles al amanecer y el libro de cuentos La porción del diablo.
Hijo de anarquistas, había nacido en San Andrés de Giles, el 14 de julio de 1913. Llegó a Luján echado por las ideas de sus padres. Fue un poeta de lo cotidiano. Hablaba de La sencillez a la que le temen los palacios. Trabajó en una fábrica de Luján hasta que pudo abrir las puertas (también a la comunidad) de su propio taller de herrería artística. Al cumplirse 100 años de su nacimiento, Dardo Dorronzoro recibió un cálido homenaje (cómo no) de las Madres de Plaza de Mayo de Luján. Ahogando la posibilidad de demostrar hasta dónde sería un hombre de palabra, quien se definía diciendo “fui, soy y seré un poeta revolucionario”, un tiempo antes había escrito: “sobre mi tumba verán florecer un puño”. Tenía mucho por hacer. Grabadas a fuego, a golpe de martillo, debería estar siempre, un dardo en nuestra memoria.

Lo peor de una historia es cuando queda trunca. Y Ay


Texto propio 13: No hay garantías

013. No hay garantías

Magdalena siempre hizo lo que quiso. De chica sus padres se reglaban por el laisser faire. “Dejar hacer, dejar pensar” decía en un cartel con letras fileteadas en la entrada de su casa. Adoraba pasar las tardes en la plaza.
Norma siempre fue asesorada acerca de qué movimiento debía hacer en cada caso hasta que asimiló cada orden de manera tal de no necesitar señales, ni regaños, ni la violencia de las miradas de ceño fruncido que marcan la voluntad ajena. “No confundir libertad con libertinaje” acusaba el escudo del colegio de monjas ultraortodoxas al que concurría hasta las 18 horas, momento en que empezaban sus  clases de dos horas diarias de danza clásica.  Apenas si tenía tiempo de hacer las tareas del colegio recuperando los fines de semana.
Magdalena tuvo su primer novio y  consecuente desflore a los 14 años; él tenía 18 y era un hippie cantante de un grupo de rock.
Norma no tuvo relaciones hasta su matrimonio con un chico de una familia de la oligarquía nacional impuesto por sus padres para asegurarle un futuro próspero. El sexo era sólo un trámite esporádico sin gozo ni pasión.
Magdalena abandonó el secundario y  emprendió de gira con su novio en cuyos recitales vendía artesanías.
Norma terminó el conservatorio de música clásica y se dedicó a dar clases en colegios de alta alcurnia.
Magdalena descubrió que su novio le metía los cuernos con cuanta fanática se le acercaba mientras ella trataba de conseguir algún dinero de su trabajo manual.
Norma descubrió que su marido le era infiel con una chica de la que había estado siempre enamorado, en las horas de clases.
Magdalena se mudó de barrio y para pagar su habitación de alquiler gira las calles.
Norma nunca más pisó su casa matrimonial, la cual fue vendida por su esposo antes de fugar con rumbo desconocido con su nueva compañera. Alquila una habitación y debe soportar el acoso sexual y manoseo del viejo verde del director del colegio donde dicta clases con lo que paga su renta.

Sus vidas fueron distintas en sus formas desde la cuna. Sin embargo, hoy están a dos metros de distancia tomando una ginebra en el mismo bar y preguntándose al mismo tiempo: “¿En qué mierda me equivoqué?”.

Publicada en Miradas al Sur el 27/12/2015


CRESTA ROJA | Entonces, llegó la represión


"Si se vuelve a cortar la ruta, se vuelve a trabajar de la misma
manera, siempre intentando hacerlo a través del diálogo, pero 
cuando no haya diálogo del otro lado, se actuará como se actuó 
hoy”, dijo la vicepresidenta, Gabriela Michetti, junto al ministro 
de Trabajo, Jorge Triaca, antes de recibir a los delegados de la 
empresa.
Distintas instituciones y organizaciones multidisciplinarias
especialistas en el tema habían puesto a disposición de la
gobernadora María Eugenia Vidal una serie de puntos básicos
dispuestos en cuatro ejes alcanzados tras la discusión y debate:
1) eje preventivo; 2) eje represivo; 3) eje investigativo-judicial;
4) eje de delitos complejos. Pero ante la negativa oficial de
recibirlos, lo hicieron público bajo el título “Agenda social y
mínima para la seguridad en Provincia de Buenos Aires” y se
puede hallar en internet (ver “OPINIÓN |  Emergencia de los 
patrones de estancia”).
Mucho palo pa’que aprenda
Empleados de la empresa avícola Rasic Hnos S.A. –dueña de
Cresta Roja, entre otras marcas– cortaban desde las 7.35 del
16 de diciembre varios carriles de la Autopista Riccheri
reclamando por salarios atrasados y la continuidad de la
empresa. La Rasic había comenzado su ataque el día anterior
al impedir el ingreso a dos mil empleados, presagiando que
 las más de 3.500 familias que vivían de su trabajo en esa
empresa quedarían en la calle.
Gendarmes fuertemente armados miraban a los los manifestantes
 que dejaban siempre un carril libre para los automóviles de
lunes a viernes, mientras los fines de semana acampando al
costado de la autopista sin realizar cortes.
El martes, antes de las 9, y a pesar de que desde el Ministerio
de Trabajo se había anunciado que hablarían con los delegados,
Gendarmería desplegó un operativo que incluía carros hidrantes
con claras señales de que reprimiría.
Cristian Villalba, uno de los delegados de los trabajadores dijo:
“Ayer, nos habían dicho que podíamos seguir con el corte si
dejábamos dos carriles liberados. Y hoy nos dijeron que
teníamos cinco minutos para liberar toda la autopista por
orden de Macri”.
A palazos y con el carro hidrante avanzó la Gendarmería en
 las primeras horas de la mañana: el acampe se convirtió en
batalla campal. Los trabajadores respondieron con piedras,
pero después del mediodía Gendarmería duplicó la apuesta y
comenzó a disparar con balas de goma. La espalda de uno de
los trabajadores, con una docena de disparos, demostraba que
la Gendarmería no seguía las normativas de uso: disparar a
una distancia mínima de 50 metros del objetivo, contra el
suelo para que no impacte directamente.
La tensión siguió. Fue cuando dieron la conferencia de prensa
Michetti y Triaca.
Allí, la vicepresidenta dijo que la acción de la fuerza de
seguridad fue “sin situaciones dramáticas de violencia” y
adelantó la propuesta del Gobierno de impulsar un protocolo
oficial para “protestar pero sin violar el derecho a circular
libremente”. En su argumentación, señaló que “hace mucho
tiempo que el Estado se corrió del rol de regular entre dos
derechos que colisionan” y afirmó que, si no interviene el
Estado, “estamos en la ley de la selva, y entonces el más
poderoso o patotero termina imponiéndose sobre el resto”.
Pasadas las 19, cuando el Gobierno recibió a los delegados,
ya habían corrido la voz de que la jueza Valeria Pérez
Casado había decidido avanzar con el proceso de liquidación
de activos de la empresa luego de dictaminar la quiebra.
Pasadas las 21, luego de la reunión, y mientras en Ezeiza
los trabajadores esperaban la respuesta del encuentro y
la Gendarmería, nuevas ordenes, uno de los delegados
adelantó a los medios que, dada la quiebra, habían recibido
el compromiso tomado por el Gobierno: continuar buscando
 interesados en la empresa para que siga funcionando y,
además de los 4 mil pesos que dio a los trabajadores, entregar
en enero otros $ 6.000 y bolsones de comida para las fiestas.
Así, los trabajadores dejarían la ruta luego de que liberaran
a los compañeros encarcelados.
Un tema que se pone chivo
Entrevistado por Miradas al Sur, Agustín Rossi, ex ministro
de Defensa, señaló que la imagen de la represión a los
trabajadores quedaba como una fotografía que los argentinos
no quieren volver a ver. “La represión merece el repudio de todos
 los que queremos vivir en democracia y dentro de la paz social;
 y esto nos aleja de ese objetivo”, dijo. Recordó que en estos
últimos 12 años, a pesar de las situaciones difíciles, no se
reprimió.
Al señalar que “no hay que criminalizar la protesta social”,
Rossi subrayó que independientemente de la forma que haya
tomado la protesta, es un derecho legítimo de aquellos
trabajadores que temen perder su fuente de trabajo y sustento
de sus familias, y siempre hay mecanismos para desactivarla.
“Todo se podría haber evitado si el ministro de Trabajo hubiera
 recibido a los delegados antes y no después de la represión”,
destacó Rossi, para quien el gobierno que hizo campaña
hablando de diálogo, “pareciera que para todos los sectores
hay diálogo menos para los trabajadores para quienes sólo
hay palos y balas de goma”. Para Rossi, “la síntesis de la
derecha siempre fue devaluación, ajuste y represión”.
Desde otro lugar, en diálogo con este medio, Nicolás Del Caño,
ex candidato a presidente por el Frente de Izquierda de los
Trabajadores, señaló: “Esta represión merece nuestro más
enérgico repudio y responde a lo que anticipó la vicepresidenta
cuando advirtió que lo volverán a hacer”.
Sostuvo que más allá del protocolo que anuncia el Gobierno,
lo único que les interesa es reprimir la protesta social y
disciplinar a los trabajadores para que no reclamen cuando
les hagan caer su poder adquisitivo o los dejen sin fuente
de trabajo, favoreciendo la concentración económica. “Lo
que vimos es el accionar violento antes de que los delegados
 pudieran siquiera hablar con los trabajadores para cumplir
con el pedido de liberar un carril más”.
En el medio o de un lado
Ya en la primera marcha de autoconvocados en defensa de la
Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual,
conocida como Ley de Medios, la conducción política de Macri
había hecho posicionar a los costados de la Plaza de Mayo
carros hidrantes, como anticipando que la protesta recibiría
represión. El caso de los reclamos de los trabajadores de
Cresta Roja, a 10 días de haber asumido, lo confirman en
hechos. Y hasta Michetti le aporta justificativos.
El análisis y la preparación de la represión que hicieron los
medios es capítulo aparte. Algunos habían estado señalando
que desde el inicio del acampe había pasajeros que debían
llegar al aeropuerto caminando con su valijas al hombro, y
luego minimizaron la brutal represión ejercida contra los
trabajadores, incluidos los de prensa que cubrían el hecho.
Llegó incluso el turno del conductor Guillermo Lobos quien,
desde los estudios de TN, frente a la descripción que hacía
la movilera Valeria Sampedro instalada en el lugar, la
interrumpió para preguntarle si había gendarmes heridos,
pretendiendo desviar la atención y victimizar a los agresores.




Publicada en Miradas al Sur del 13/12/2015


Mirar a los ojos

Nunca en la Historia de la Argentina, la democracia pasó a 
un cuarto gobierno constitucional ininterrumpidamente. No 
pudo Irigoyen, tampoco Perón; las salidas abruptas de 
Alfonsín y De la Rúa también lo impidieron. El kirchnerismo 
lo logró, a pesar de los permanentes ataques económicos, 
mediáticos y judiciales contra la institucionalidad, y frente 
a más de 500 mil personas.

Ya era de noche cuando Cristina sentenció que “El lugar natural
de un militante no tiene que ser el gobierno, el lugar natural de
un militante siempre es junto al pueblo, junto a la gente”. El
pueblo se apretujaba para verla y estalló en su milésimo aplauso.
La congregación estuvo compuesta en su gran mayoría por
autoconvocados, silvestres, empoderados, junto a las
organizaciones sociales y políticas que le pusieron el cuerpo,
el músculo y la calle a la etapa.
La primera columna de la agrupación Túpac Amaru ingresó
por Avenida de Mayo a las 16.30. Ya estaba instalada la cabeza
de las columnas del Movimiento Evita, Peronismo Militante,
Corriente Martín Fierro, Kolina, Miles, La Cámpora, Nuevo
Encuentro, Partido Comunista, Frente Transversal, PCCR y
hasta un globo aerostático con forma de Zeppelín del Radicalismo
Popular. Un estandarte del Iunma, el Instituto Universitario
Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo,
arrimaba el apoyo de la institución universitaria nacional
creada por Ley N° 26.995.
Las calles que rodean a Plaza de Mayo colapsaron, Avenida
de Mayo y las diagonales Sur y Norte rebalsaban cuando
poco después de las 19, la Presidenta descubrió el busto
del ex presidente Néstor Carlos Kirchner en la Casa Rosada
y tuvo el primero de los discursos, una alocución que fue
un diálogo cercano con el presidente del Estado Plurinacional
de Bolivia, Evo Morales.
Cristina recordó a Kirchner, a Hugo Chávez y a Lula, “los
tres mosqueteros” que impulsaron en Mar del Plata el “No
al ALCA”. Con la certeza que da el reloj cuando marca un
final, instó a defender derechos y señaló que “la Historia
no se escribe con regla, escuadra y compás; es una línea
que muchas veces ondula, va en distintas direcciones, y otras
veces pareciera retroceder”, como en esta etapa.
Agradeció la presencia y gestión de gobernadores, intendentes
y funcionarios y se detuvo en particular en Daniel Scioli. El
nombre del candidato que obtuvo más de 12 millones de
votos fue rebotando hasta convertirse en el más aplaudido en
la tarde noche de la plaza.
Desde la calle
Cristina Fernández salió al encuentro de la multitud y repasó
algunos de los logros de los años de kirchnerismo, desde un
2003 en el que se hablaba de “dolarizar” y hasta de una
eventual ruptura regional del país. Apuntó que “hemos
construido esta Argentina de mayores derechos; esta Argentina
que dejamos desendeudada como nadie nunca antes la había
desendeudado; esta Argentina que dejamos con 119 nietos
recuperados; con el ejemplo al mundo de que no hay impunidad
y que no necesitamos ningún tribunal extranjero para hacernos
cargo de nuestra historia y de nuestra tragedia, único caso en
el mundo”.
Transformó en eje de su discurso el recuento de los acciones
que le permiten a su gobierno “mirar a los ojos” a los distintos
sectores de la sociedad argentina. “Podemos mirar a los ojos a
las Madres de Plaza de Mayo, a las Abuelas de Plazo de Mayo,
Hijos, porque hemos dado respuesta al reclamo histórico de
Memoria, Verdad y Justicia”.
“Podemos mirar a los ojos de los trabajadores, para decirles que
nunca los traicionamos, que siempre tuvieron paritarias libres,
que nunca les reclamamos ningún pacto social de salarios.
Podemos mirar a los ojos de los científicos, a los que volvieron
y a los que se quedaron para hacer el aguante, y decirles que
les hemos reconocido sus derechos, sus haberes, sus conocimientos
como nunca nadie lo había hecho antes”, avanzó con la compañía
de los vítores de reconocimiento.
También pudo ironizar con un “podemos mirar a los ojos de 
los trabajadores de prensa para decirles que nunca tuvieron la 
libertad que tuvieron durante nuestro gobierno… hasta para 
difamar algunos, calumniar otros y también muchos para decir 
lo que piensan. Pero también ellos tienen una inmensa responsabilidad.
Y les pido que también actúen de la misma manera a partir de ahora”.
Siguieron los comerciantes, empresarios y productores“ que 
estaban fundidos en el año 2003 o que no existían ni como 
empresarios ni como comerciantes y que hoy tienen empresa 
y comercio”; los docentes argentinos “para decirles que la 
primera medida de gobierno que tomó Néstor Kirchner fue ir a 
Entre Ríos a levantar la huelga docente, no habían empezado las 
clases al 25 de mayo del año 2003” y decirles que “estamos 
destinando más del 6% del PBI para financiar la educación 
pública nacional y gratuita” y los jóvenes universitarios, de los 
profesores universitarios.
Cuando llegó el turno de los jubilados “que ganaban apenas
150 pesos o 200 cuando Néstor se hizo cargo del gobierno y
que hoy, luego de recuperar la administración de los recursos
de los trabajadores que habían sido privatizados, hemos dado
cobertura previsional al 97% de la población argentina con
una Ley de Movilidad Jubilatoria ejemplar en el mundo”,
también llegó una de las máximas ovaciones de una jornada
que ya era noche en la Ciudad.
Y dejó el párrafo final de este recorrido para “los que aún
no tienen trabajo o tienen un trabajo no registrado, porque
les hemos asegurado el derecho, y no el plan, sino el
derecho de la Asignación Universal por Hijo que les permite
educación y salud a nuestros niños”.
Cuando desde la multitud le recordaron que también podía
mirar a los ojos a los jóvenes, hizo una pausa y dijo: “En
los ojos de los jóvenes me miro yo”, para deleite y emoción
de todos.
 
¡Procesado!
CFK no iba a dejar pasar el momento para referirse a la
Justicia que, a pedida del entonces presidente electo Mauricio
Macri, acababa de resolver una medida cautelar que
recortaba los tiempos constitucionales de su mandato y lo
hacía expirar a las 23.59 de ese mismo día, lo que le impidió
pasar el mando al nuevo mandatario y creó un vacío rellenado
de apuro por lo que la mandatario definió como “Presidente
cautelar”; “Me hubiera gustado poder entregar el mando en el
Congreso”, señaló dolida.
Desde un rincón de la plaza surgió una de las consignas más
espontáneas, menos musical y voceada con más fuerza durante
la jornada: “Pro-ce-sa-do, Pro-ce-sa-do Pro-ce-sa-do”. Alguien
se acordó de que el candidato de Cambiemos había sido el único
aspirante presidencial procesado y que Mauricio Macri es el
único presidente de la Nación procesado hasta que algún
funcionario judicial apure la medida que disimule el escarnio.
Al referirse a quienes gobiernan después de ella, lo hacen por
“imperio de la voluntad popular”; marcó que “tenemos que
aprender a respetar y además, cada uno también tiene que
aprender a hacerse cargo de haber ejercitado esa voluntad
popular”. Le deseó al próximo gobierno que “dentro de cuatro
años, pueda frente a una plaza como ésta, decirles a todos los
argentinos que también puede mirarlos a los ojos”.
Finalizando el acto y volviendo a jugar con la cautelar macrista,
dijo que tenía que apurar el discurso para evitar “convertirse en
calabaza”; reclamó que cada uno de los argentinos entienda que
“cuando aquellos en los que confió y depositó su voto, lo
traicionaron, tome su bandera y sepa que él es el dirigente de su
destino y el constructor de su vida”. Subrayó que ése es su
mayor legado al pueblo argentino, el empoderamiento popular.
A las 20.40, Cristina cerró su discurso diciendo que “los llevo
siempre en mi corazón y sepan que siempre voy a estar junto
a ustedes. Gracias a todos”.
La desconcentración se extendió por horas, la multitud y
las ganas de que el momento no terminara nunca y que el
mañana del 10 de diciembre tardase más en llegar, hizo
que la desconcentración tardase mucho.
En las calles y los bares, en los subtes y los trenes, en los
barrios, la efervescencia siguió. No hubo un solo vidrio roto,
un solo sillazo, apenas el sonar de una canción popular
que afirmaba “Vamos a volver, a volver a volver, vamos
a volver”.






Publicada en Miradas al Sur el 06/12/2015

CAMBIEMOS | Avasallar la República




Pretendiendo avanzar en una dirección única negando el 
respeto inalterable de las diferencias, valor fundamental 
de la democracia, el gobierno electo anticipa su voluntad 
de recurrir a cualquier artilugio, con tal de lograr sus 
objetivos.

Contradiciendo los reclamos de respeto a las leyes y a las
instituciones que lanzaban a gritos (llegaron a hablar de
“dictadura” y de impedir la “libertad de expresión”), no sólo
durante la campaña electoral sino durante todo el gobierno
de Cristina Fernández de Kirchner, el gobierno electo de
Mauricio Macri petardea constantemente por arrasar con
cuanto cargo esté ocupado por quien pudiera presentar
algún tipo de resistencia a sus planes.
Desoyendo incluso el mandato de respeto a la Constitución
y actuando como si Cambiemos hubiera logrado un apoyo
del 80% en las elecciones, pretenden desplazar de sus
puestos a la procuradora general de la Nación, Alejandra
Gils Carbó; al presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli;
al presidente de la Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual (Afsca), Martín Sabbatella, y al
presidente de Radio y Televisión Argentina (RTA), Tristán
Bauer.
En cada caso hay particularidades por las cuales no deberían
ser desplazados y sería vergonzoso para la democracia que
lo lograran. En ese sentido, el abogado constitucionalista
Eduardo Barcesat, en diálogo con Miradas al Sur, señaló:
“Hace rato que venimos diciendo que (en Cambiemos) son
ofensores de la ley. Y que, por supuesto, la postura que han
adoptado o es de una ignorancia supina del sistema jurídico
o lo que es peor, pretenden pasar su voluntad por sobre el
sistema jurídico. En ambos casos se trata de una actitud
reprochable, y así lo dejamos expresado”.
En esa línea, la abogada Graciana Peñafort afirmó a este
medio que: “Desde el punto de vista político, hubo un cambio
entre el discurso preelectoral de Cambiemos y estos intentos
por capturar puestos que muestran su verdadera cara, una
vez ganadas las elecciones. Antes hablaban del respeto de la
independencia y división de poderes, pero ahora no dudan en
incumplir las normas”.
Medios ¿independientes?
Apelando incluso al recurso de presión mediática, pretendiendo
generar un consenso destituyente y ocultando que intentar
desbancar a la procuradora general de la Nación es como
intentarlo con un juez de la Corte Suprema, se levantaban
voces del gobierno electo cuestionando una supuesta (aunque
en los medios se hablaba de “reconocida”) afinidad con el
kirchnerismo, y esperando facilitar que Mauricio Macri
impusiera una nueva persona.
Deshonesto con sus lectores, el diario La Nación publicó esta
semana una nota que tituló: “Cinco funcionarios de Cristina
Kirchner que se aferran al sillón”. En su nota, además de los
mencionados, incluye a Norberto Berner, titular de la Autoridad
Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
(Aftic), que habría sido designado en junio pasado.
Pese al show montado, la doctora Gils Carbó ratificó su postura
y declaró: “Estamos frente a un intento de golpe institucional. Se
quieren llevar puesta la estabilidad de todos los fiscales y a
todos los defensores Esta procuradora no va a renunciar a su
cargo”.
En este sentido, la doctora Peñafort planteó que “la argumentación
por el pedido de separación del cargo de la doctora Gils Garbó
no tiene ningún asidero”. Advirtió que “es una suerte de persecución
ideológica en base a lo que creen que piensa Gils Garbó”, y
cuestionó los argumentos esgrimidos por el PRO recordando
el caso en el que Ejecutivo de entonces a cargo de Néstor Kirchner
ordenó aprobar la fusión de Multicanal y Cablevisión, “caso en el
que Gils Garbó se opuso más allá de las presiones para que esa
fusión se llevara adelante”. Peñafort, quien además es directora de
Asuntos Jurídicos del Ministerio de Defensa, subrayó que en términos
legales, una Procuradora General de la Nación tiene un estatus de
designación que incluye el acuerdo del Senado, que en su caso, de
69 senadores, 66 fueron los que aprobaron su postulación.
En ese sentido, Barcesat remarcó que “tal como señalaron
recientemente la doctora jueza Elena Inés Highton de Nolasco
(miembro de la Corte Suprema de la Nación) y el (ex juez de la
misma Corte) Dr. Raúl Eugenio Zaffaroni, el cargo es vitalicio, como
lo es el de ministro de la Corte, con el límite de edad de 75 años,
como está establecido en la Constitución, y la única forma de
remover al funcionario es mediante el mecanismo del juicio político
que significa hipótesis de mal desempeño o comisión de delito
en el ejercicio de la función y que requiere dos tercios de la
Cámara de Diputados para acusar y dos tercios de la Cámara
de Senadores para remover”.
Peñafort además recordó que el cargo de Procuradora General
de la Nación contempla un sistema de remoción expresamente
establecido que es competencia específica del Congreso y que
incluye la figura del juicio político. “Algo que no puede aplicarse
por motivos ideológicos sino por motivos de mal desempeño.” Y
contrastó lo contradictorio del planteo de Cambiemos, que propuso
al fiscal general de la Ciudad, y que fuera impulsado por el PRO.
“Ningún fiscal general puede quedar atrapado en el tiempo cabal
de sus funciones por la simpatía o antipatía que éste pudiera tener
con un período político particular.” Y recordó que además de no
existir motivos legales para impulsar el juicio político a Gils Carbó,
“no es válido decir que debe dejar su cargo porque es militante
y cercana al Gobierno cuando el jefe de fiscales de la Ciudad,
Martín Ocampo, fue diputado del PRO en dos ocasiones”.
Medios libres
Otros de los dos atacados por el macrismo antes de acceder
al gobierno son Sabbatella y Bauer, a cargo del Afsca y de RTA,
respectivamente.
La Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual es
una de las principales construcciones colectivas que, desde
el momento de su tratamiento legislativo, obtuvo un amplísimo
apoyo multisectorial. No caben dudas de que fue la norma más
debatida desde la recuperación de la democracia y que logró
formidables expresiones de apoyo popular, tanto en el proceso
de su sanción como en el reclamo de su plena implementación.
En la conformación del Consejo Federal de Comunicación
Audiovisual (Cofeca), se hizo partícipes a las provincias y a
los distintos sectores de la comunicación audiovisual (sindicatos,
medios públicos, pueblos originarios, universidades, gestoras
de derechos y entidades que agrupan al sector privado comercial
y al sin fines de lucro). En un comunicado reciente, los
consejeros emitieron una declaración exhortando al electo titular
del Poder Ejecutivo nacional a respetar y hacer aplicar cabalmente
la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y respaldando
 la institucionalidad de los directorios del Afsca y RTA frente a
las declaraciones sobre su posible remoción. En este sentido,
decidieron “gestionar una reunión con las autoridades de ambos
organismos, así como con otros funcionarios que asuman en
áreas relativas a esta materia con el objetivo de trabajar en el
avance de los procesos adjudicación de licencias y autorizaciones
previstas en la LSCA”, según detallan.
Respecto de los casos por la presidencia del Afsca y de RTA,
con mandato hasta el 10 de diciembre de 2017, la abogada
Peñafort sostuvo: “Estos casos me parecen también muy
preocupantes; porque en el contexto en el que Cambiemos
anticipó que pretende avanzar sobre la llamada ley de medios,
me temo que pretendan avanzar fuertemente sobre el sistema
de control externo del sector público nacional”, para validar el
statu quo que hoy existe en Argentina.
-Proponer avanzar sobre el directorio del Afsca o de RTA
implica un desconocimiento de la ley y de las facultades de
este Consejo Federal, que en el caso del Afsca particularmente
la ley busca que el nombramiento sea “desacoplado”, es decir,
que para garantizar la independencia, sus representantes se
eligen a mitad del período presidencial, el mandato tiene
establecida una duración legal fijada de cuatro años y tiene
que asumir dos años antes de finalizar el mandato presidencial,
para que el primer mandatario que ingrese tenga que convivir
con el funcionario designado.
–¿Y en el caso de RTA?
–En el caso de Tristán Bauer, como RTA es una sociedad
del Estado, se debe regir por las cláusulas societarias. Pero,
además, me parece importante remarcar que en ambos casos
–y eso está expresamente establecido en la ley–, la garantía de
independencia se da por el período desacoplado y porque las
causales de remoción sólo pueden ser por mal desempeño,
independientemente de las orientaciones ideológicas que pudiera
tener uno u otro gobierno. Por eso es que se eligen en medio
término. Es decir, no alcanza con tener dos tercios de las Cámaras
de acuerdo sino que tiene que demostrarse mal desempeño. Y
motivos ideológicos no son “mal desempeño”.
–¿Puede en alguno o en todos estos casos forzarse una 
remoción por Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU)?
–Los DNU son una herramienta del Ejecutivo. Deben estar
causados, no se puede hacer un DNU “porque sí”. Deben tener
una razón y debe ser válida. Lo digo en estos términos: uno
no podría hacer una ley en la cual se permite remover a alguien
de un área por diferencias ideológicas; y mucho menos se lo
puede hacer por un DNU. Una ley es un régimen de competencias
establecidas y aquello que no podría ser plasmado en una ley,
mucho menos puede ser plasmado en un DNU.
Money, money, money
Finalmente, sobre el caso del presidente del Banco Central, el
licenciado Alejandro Vanoli, en el programa “Te Quiero a las Diez”
que conduce Federica Pais en AM 750, el diputado nacional
Partido Solidario y presidente de la Comisión de Finanzas, Carlos
Heller, recordó que Vanoli tiene mandato hasta el 2019, mandato
que excede largamente este momento y que derivó en una situación
que calificó de paradojal, puesto que luego de la reforma de la Carta
Orgánica del Banco Central impulsada en el año 2012 se estableció
que el Banco Central no es un órgano independiente, sino que
debe funcionar en consonancia con las políticas que fija el gobierno
de la Nación.
Quienes asumirán el gobierno se rasgaron las vestiduras reclamando
la independencia del Banco Central, diciendo que no tenía por qué
tener al frente a alguien que coincidiera con las políticas del gobierno
nacional, reclamando la tan mentada independencia del Banco Central.
“Y ahora se da la situación paradójica donde los que reclamaban
la independencia del Banco Central quieren sacar a Vanoli para
poner a alguien afín a su gobierno”, subrayó Heller.
Y entendió que Vanoli, quien además estuvo recibiendo amenazas
junto a los integrantes de su familia, y quien presentó un amplio
informe donde detalla lo que se hizo en los últimos tiempos en
defensa de los consumidores, créditos a la inversión productiva
para las pymes, con regulación de tasas y políticas de apertura
de sucursal, entre otras acciones, dijo estar reflexionando sobre
su actitud a seguir. “Está entre una contradicción de hacer valer
su derecho a seguir en la función y saber que si sigue en la función
va a tener que actuar aplicando políticas con las que no está de
acuerdo”, reveló Heller, que acompañó a Vanoli en su conferencia
de prensa.
Según Heller, Vanoli entiende que si el Ministerio de Economía
le indicara liberar las tasas o anular la línea de crédito del Bicentenario
él debería ajustarse a esas políticas, a pesar de estar en
desacuerdo. “Por eso sostuvimos siempre que la reforma de la
Carta Orgánica era insuficiente, que hacía falta una ley de
entidades financieras nueva, y que no­sotros la llamamos ley
de servicios financieros, que estableciera la obligatoriedad de
un montón de políticas”, recordó el presidente del Banco Credicoop.
Alejandro Vanoli. Banco Central
09-vanoliEl juez Franco Piccardi fue quien
recibió la denuncia de Alejandro
Vanoli donde detalla que él y los
miembros de su familia recibieron
reiteradas amenazas telefónicas
y que él identifica como “una fuerte
ofensiva, con reflejo en los medios
y en el ámbito judicial, orientada a
desconocer la estabilidad de los mandatos de los integrantes
del directorio del Banco Central”.
El artículo 7 de la reforma a la Carta Orgánica, sustituido en
2012, explicita que “El presidente, el vicepresidente y los
directores serán designados por el Poder Ejecutivo Nacional
con acuerdo del Senado de la Nación; durarán seis (6) años
en sus funciones pudiendo ser designados nuevamente. El
Poder Ejecutivo Nacional podrá realizar nombramientos en
comisión durante el tiempo que insuma el otorgamiento del
acuerdo del Senado de la Nación”. Y en el articulo 9º indica
que “La remoción de los miembros del directorio será decretada
por el Poder Ejecutivo nacional cuando mediare mala conducta
o incumplimiento de los deberes de funcionario público, debiéndose
contar para ello con el previo consejo de una comisión del
Honorable Congreso de la Nación. La misma será presidida por
el presidente de la Cámara de Senadores e integrada por los
presidente de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de
Economía de la misma y por los presidentes de las comisiones
de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas de la Cámara de
Diputados de la Nación”.
Por otra parte, el artículo 10 indica que:
“El presidente es la primera autoridad ejecutiva del banco y, en
tal carácter:
a) Ejerce la administración del banco;
b) Actúa en representación del directorio y convoca y preside
sus reuniones;
c) Vela por el fiel cumplimiento de esta Carta Orgánica y demás
leyes nacionales y de las resoluciones del directorio;
d) Ejerce la representación legal del banco en sus relaciones
con terceros;
e) Dirige la actuación de la Superintendencia de Entidades
Financieras y Cambiarias;
f) Propone al Poder Ejecutivo Nacional la designación del
superintendente y vicesuperintendente de entidades financieras
y cambiarias, los que deberán ser miembros del directorio;
g) Nombra, promueve y separa al personal del banco de acuerdo
con las normas que dicte el directorio, dándole posterior cuenta
de las resoluciones adoptadas;
h) Dispone la substanciación de sumarios al personal, cualquiera
sea su jerarquía, por intermedio de la dependencia competente;
i) Deberá presentar un informe anual sobre las operaciones del
banco al Honorable Congreso de la Nación. A su vez, deberá
comparecer ante las comisiones de Presupuesto y Hacienda
de ambas Cámaras, de Economía del Senado de la Nación y
de Finanzas de la Cámara de Diputados, en sesiones públicas
y conjuntas de las mismas, por cada una de las Cámaras,
al menos una vez durante el período ordinario o cuando estas
comisiones lo convoquen, a los efectos de informar sobre los
alcances de las políticas monetarias, cambiarias y financieras
en ejecución;
j) Opera en los mercados monetario y cambiario.
Martín Sabbatella. Afsca
09-sabbatellaLa Autoridad Federal de Servicios
de Comunicación Audiovisual (Afsca)
es un organismo descentralizado y
autárquico creado a partir del artículo
10 de la Ley Nº 26.522 de Servicios
de Comunicación Audiovisual. Su
función principal es aplicar, interpretar
y hacer cumplir la nueva ley que
busca: garantizar el derecho a la información; evitar la formación
de monopolios y diversificar los prestadores; asegurar frecuencias
y espacios audiovisuales que garanticen la pluralidad; fomentar
contenidos diversos; Incentivar la producción local; y abrir y poner
en circulación un registro público de prestadores.
Según establece el artículo 14 de la Ley Nº 26.522, la conducción
y administración de la Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual deben ser ejercidas por un Directorio
integrado por siete miembros nombrados por el Poder Ejecutivo
Nacional. Éstos deben ser: un presidente y un director designados
por el Poder Ejecutivo Nacional; tres directores propuestos por la
Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la
Comunicación Audiovisual –que serán seleccionados por ésta a
propuesta de los bloques parlamentarios, correspondiendo uno
a la mayoría o primera minoría, uno a la segunda minoría, y uno
a la tercera minoría parlamentarias–; y dos directores propuestos
por el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, debiendo
uno de ellos ser un académico representante de las facultades
o carreras de ciencias de la información, ciencias de la
comunicación o periodismo de universidades nacionales. Según
 indica el artículo 14 del capítulo 1 de la ley: “El presidente y los
directores sólo podrán ser removidos de sus cargos por
incumplimiento o mal desempeño de sus funciones o por estar
incursos en las incompatibilidades previstas por la Ley 25.188.
La remoción deberá ser aprobada por los dos tercios (2/3) del
total de los integrantes del Consejo Federal de Comunicación
Audiovisual, mediante un procedimiento en el que se haya
garantizado en forma amplia el derecho de defensa, debiendo
la resolución que se adopta al respecto estar debidamente fundada
en las causales antes previstas”.