Entrevista a Hebe de Bonafini publicada en Miradas al SUR del 01/02/09

Hebe de Bonafini:“Si comprás dos kilos de zanahoria o sólo una zanahoria porque no tenés plata, eso es política”
El Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), de las Madres de Plaza de Mayo, funciona desde mediados de 2008 en el edificio que fuera del Liceo Naval, dentro del predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) un predio que compartirá con la UNESCO y el Centro Cultural Haroldo Conti.
“Hay gente que con sólo decir una palabra/ enciende la ilusión y los rosales; / (…) hay gente que con sólo dar la mano / rompe la soledad, pone la mesa, / sirve el puchero, coloca las guirnaldas (…)” señala en su poema Gente el poeta folklorista Hamlet Lima Quintana; y debe ser bien cierto, porque entrar por primera vez a la ex ESMA conociendo la historia, puede ser una experiencia terrible que contrasta con la calidez del brillo de los ojos de Hebe de Bonafini, una mujer enérgica, imparable y dinámica pero poseedora de una ternura inmensa.

¿Cuándo y cómo nace el proyecto del ECuNHi?
El proyecto nace cuando los organismos de derechos humanos esperaban los edificios de lo que había sido la ESMA para transformarlo en museos. Nosotras queríamos algo donde siempre hubiera gente, y a un museo uno va una vez, y no va más. Pedimos entonces, a Néstor Kirchner el Liceo Naval Militar, donde ellos aprendieron a matar y a torturar, para darlo vuelta y hacer un Centro Cultural.

¿Por qué contactan para su dirección a Teresa Parodi?
Teresa es una mujer muy sabia, con mucho conocimiento del área cultural que merecía un reconocimiento de este tipo. Ella convocó a un equipo de profesionales y empezamos a trabajar. Recuerdo que me decía: ‘Pero no tenemos nada’ y yo le respondía que no importaba, que las madres nunca esperamos a tener para hacer. ‘Tal día vamos inaugurar’, le dije, y lo hicimos.

Usted dicta un taller muy particular, ¿Cómo surge Cocinando Política?
Es la mirada que hacemos del mundo, desde la cocina. Es el único taller que no se cobra. El año pasado fue un éxito total y no teníamos nada, sólo una cocina vieja con una garrafa, pero la gente trajo de todo. La cocina es una cuestión de amor, allí se trasmiten afectos, conocimientos, cultura, política y economía. ¿Por qué hay que comprar yogures hechos si con 1 litro de leche hacés cinco? Si hasta hay semillas nuestras que se dejaron de comer, como la Algarroba, por la penetración cultural de capitalismo. Y quiero recuperar eso. Una de las cosas que propuse era que si alguno de los concurrentes también sabía cocinar un plato que costara menos de $3, que nos lo enseñara. Y eso generó que muchos acercaran propuestas nuevas. Y así, un señor hace el pan -que lo hace buenísimo- otro hace vino casero, cocinamos, hablamos y después lo comemos todo entre nosotros. Un día a alguien se le ocurrió traer poesías de Neruda y pidió leerlas. Y se leyó la oda al tomate, y otra sobre la cebolla, sobre la papa. Pasaron cosas tan espectaculares que en marzo vamos a sacar un libro donde se mezclan la cocina, la poesía y la política. Porque todo tiene que ver con la política, si comprás dos kilos de zanahoria o sólo una zanahoria porque no tenés plata, eso es política.

Las Madres están con muchas cosas ¿podríamos decir que intentan volver a tejer esa red social que había antes de la dictadura?
Lo que creemos es que son tiempos diferentes para hacer las cosas, pero no diferentes por lo que pasa. En este país hay muchas cosas para hacer. Tenemos que ser las encargadas de que la juventud vaya tomando el mando en todo esto. Por eso tenemos todo en manos de jóvenes. Es decir, somos las que estamos, miramos, nos aseguramos de que esté bien hecho, pero los que realizan son todos jóvenes. Para nosotros ECuNHi es haberles ganado una batalla donde ellos nunca se imaginaron. Hicimos un convenio con el PAMI para que la gente de la tercera edad pueda venir a encontrarse con el arte y pronto vamos a poder incluir a los niños. También estamos hablando con Rita Cortesse para ver si puede venir a dar charlas sobre teatro o talleres. Y vamos a hacer una biblioteca rodante con el nombre de Hamlet Lima Quintana, para que la gente cuando tenga unos minutos, pueda venir a leer lo que quiera.

¿Cómo va otro de los proyectos como Sueños Compartidos?
Entregar viviendas es algo maravilloso. Estamos trabajando mucho, estamos recorriendo las diferentes provincias, hablando con los gobernadores para ver la posibilidad de implementarlo en todo el país, porque hay mucha necesidad de vivienda. Pero tienen que tomarlo integralmente como lo hacemos Las Madres, con un jardín maternal donde se puedan hacer colonias de vacaciones y donde los chicos puedan ir a una piletita y que puedan tomar sol y jugar. Tiene que haber una persona que los cuida por cada 3 niños, y tiene que haber una nutricionista. Las viviendas tienen que estar completamente instaladas; hablamos de camas, colchones, todo. Abrimos un taller de costura donde se hace la ropa de trabajo, los acolchados, las cortinas. Ahora vamos a implementar un taller de puertas y ventanas, y claro, esto genera capacitación y trabajo que sirve para producir lo que necesitan y además que después pueda darles trabajo afuera. Y esa es la mejor forma de hacer política, sin pedir nada para nosotros, sin querer ser candidatos a nada. Siempre digo que el mejor puesto que tengo es el de ser madre de revolucionarios y eso ni me lo dio ningún político, ni me lo pueden quitar.

¿Cree que la política pasa por otro lado?
Yo creo que hay que cambiar la forma de hacer política, en el mundo entero. Hay que preocuparse más por la integración. Nadie se salva sólo. En Las Madres a mucha gente que estaba marginada, sin trabajo, sin esperanzas, les mostramos que creímos en ellos y hoy están trabajando, contentos, en un proyecto para ellos y para la comunidad. Les ofrecimos un plan integrado. Hoy tienen trabajo, un hogar, un oficio, y sus niños pueden ir a una colonia y al jardín maternal, un lugar adonde las mujeres pueden dejar a sus hijos e ir a trabajar tranquilas. Porque también pasaba esto de que para que los padres pudieran ir a trabajar, los hijos mayores dejaban de ir a la escuela para cuidar a los más chicos. De esta manera, los chiquitos van al jardín y los más grandes vuelven a la escuela. Está todo previsto. Ahora queremos hacer un hospital y una escuela para darle al barrio lo que necesita y para que la gente necesite irse de allí. Y que se pueda ir mejorando. Nos fijamos que tengan cloacas, que tengan luz, que tengan agua. No abrimos ningún barrio que no esté completo. Queremos viviendas dignas. Creo que eso es hacer política.

Al salir de ECuNHi, puede que ya haya cambiado su mirada, y tal vez evoque los versos de Lima Quintana: “Y uno se va de novio con la vida / desterrando una muerte solitaria / pues sabe que a la vuelta de la esquina / hay gente que es así, tan necesaria”.


((Recuadro)) Teresa Parodi: “Es como que los desaparecidos entraron con nosotros aquí”

¿Cómo y cuándo le proponen dirigir el ECuNHi ?
Hubo muchas discusiones en las que se decía que en estos espacios debía hacerse un museo, más allá de que todo lo que fue Capucha, Capuchita y otros espacios de tortura y hacinamiento están preservados para la Memoria y que no se podía hacer música y todo eso, me parece que al contrario, cuanta más vida pueda tener, más levantamos como bandera la memoria. Es como que los desaparecidos entraron con nosotros aquí.

¿Cómo es trabajar con Las Madres?
Ellas son una revolución de amor concreto, porque hacen, porque se atreven, porque cruzan todas las barreras. Y cuando les presenté formalmente el proyecto, Hebe me dijo: “Tenés que hacer esto y hacerlo bien. Queremos excelencia. Queremos el mejor Centro Cultural que haya en la Argentina. Tengamos o no dinero, lo vamos a hacer. La única forma que se logran las cosas es haciendo”. Una lección tremenda.

¿Cómo están organizados?
Cada una de las áreas tiene talleres anuales de enseñanza, aunque ya hemos empezado con seminarios cortos, pensados para la época de vacaciones. Y a pesar de que empezamos a mediados del año pasado, al finalizar los cursos hemos tenido una muestra extraordinaria con los trabajos realizados en cada una de las áreas, sea tango, escultura, pintura, canto individual o coros, de piano, de teatro y de literatura, y todo por al excelencia de los docentes y la pasión con que cada uno encaró su propuesta. Se trabajó mucho. Acá nadie vino a perder tiempo. A los alumnos se les da el espacio pero se les pide compromiso, y a fin de año deben poder mostrar ese desarrollo.

¿Cómo fue empezar?
Tuvimos que adaptar muchísimas cosas del lugar porque esto no estaba preparado para este uso, y lo hicimos. Más allá de que cuando se fueron, los antiguos ocupantes se llevaron hasta la tapitas de la luz, che. Se llevaron los planos, así que tuvimos que poner arquitectos a que nos ayuden a armar hasta la iluminación, las líneas de teléfonos, el gas, todo. Absolutamente todo lo que se ve, lo pusieron las madres. En sólo seis meses, se armó todo esto que se ve. Cuando llegamos no teníamos ni calefacción y así todo, nunca, ni una sola vez, se levantó una actividad. No había agua, se conseguían bidones para tomar y otros para ponerlos al costado de los baños, y asó todo. No se suspendió ninguna clase. Esto está hecho como lo hacen las Madres, contra todas las barreras. Todos los días tenemos actividades porque están las clases en la semana y la programación artística que va los viernes, sábados y domingos.

¿Qué es lo mejor que ofrece este espacio a al sociedad?
El arte, que es un espacio maravilloso para el desarrollo de lo espiritual, de la imaginación, es ideal como anti estresante y contra la rutina. Y eso es algo que hace falta a todas las edades, por eso aquí concurren desde niños hasta gente mayor. Incluso, algo que nos sorprendió es que hay gente que viene desde muy lejos.
Quienes quieran acercarse pueden llamarnos a los teléfonos 4703-5089, o directamente acercarse a Av. del Libertador 8465, o consultar en la web http://www.nuestroshijos.org.ar/